La puesta en marcha del plan de recuperación de especies en peligro de extinción del Gobierno de España es una de las grandes apuestas medioambientales para la conservación de nuestra rica biodiversidad.
Un claro ejemplo se ha podido comprobar recientemente, cuando el Parque Natural de Los Alcornocales, en la sierra de Cádiz, era testigo de un evento que reafirma el compromiso de Andalucía con la conservación de animales amenazados: la liberación de seis buitres leonados, un búho real y un azor.
Este acto, que ha tenido lugar en la zona de El Picacho, marca un paso clave en los esfuerzos por reintroducir especies protegidas en su entorno natural tras su recuperación en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) Dunas de San Antón de El Puerto de Santa María.
Una liberación tras un gran trabajo
La liberación de estos buitres leonados es el resultado de un arduo trabajo por parte de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Estos animales llegaron al CREA en un estado de salud preocupante.
Muchas de estas aves llegaron al centro desnutridas y muy débiles, especialmente los buitres, que ingresaron en el centro entre julio y agosto. La mayoría de ellos fueron encontrados en áreas de la sierra de Cádiz y el Campo de Gibraltar, zonas cruciales para el paso migratorio de muchas especies.
Se trataba de un grupo de buitres jóvenes, inexpertos en la búsqueda de alimento, siendo rescatados por particulares que alertaron a los agentes de Medio Ambiente.
El grupo, como suele ser habitual durante las migraciones, sufrieron desnutrición y agotamiento al no encontrar suficiente alimento durante su trayecto. Sin embargo, y gracias a las semanas de cuidados intensivos en el CREA, su salud se restableció, permitiendo su reintegración en la naturaleza.
La importancia de los centros de recuperación
El CREA Dunas de San Antón es una de las piezas clave en la estrategia de conservación de la fauna en Andalucía. En 2024, el centro ha atendido a decenas de especies autóctonas, muchas de ellas en peligro de extinción o bajo protección especial.
En lo que va de año, más de 50 buitres leonados han pasado por sus instalaciones, de los cuales 34 han sido rehabilitados y devueltos a su hábitat natural.
Un esfuerzo que no solo se centra en la recuperación física, sino también en el estudio de estas especies, marcando a las aves con anillas de lectura a distancia para monitorizar sus movimientos tras la suelta.
La liberación de especies no es un proceso cualquiera. Cada ejemplar pasa por una rigurosa evaluación médica y de comportamiento para asegurar que está listo para sobrevivir por sí solo en su entorno natural.
El azor, por ejemplo, que también fue liberado en esta ocasión, fue encontrado con una lesión en el ojo en Arcos de la Frontera. Gracias a los tratamientos recibidos en el CREA, pudo recuperarse completamente y regresar a los cielos gaditanos.
El búho real, otra de las especies reintroducidas, fue hallado en Sanlúcar de Barrameda en un estado de desnutrición. Este imponente animal, uno de los búhos más grandes de Europa, es un símbolo del éxito de los programas de rehabilitación llevados a cabo en el CREA.
Ejemplo de conservación de la biodiversidad
El acto de liberación de estas aves no solo refleja el éxito de los esfuerzos de rehabilitación, sino también el compromiso para con la preservación de los ecosistemas y fauna.
En este caso, la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, ha enfatizado la importancia de proteger estos espacios naturales, que son hogar de una diversa avifauna.
El Parque Natural de Los Alcornocales, una vasta extensión de bosques y montañas que se extiende por más de 170.000 hectáreas, es uno de los últimos refugios de muchas especies amenazadas en la península ibérica.
Su geografía accidentada y su densa vegetación ofrecen un entorno ideal para aves rapaces como los buitres leonados, que encuentran en sus cumbres un lugar perfecto para anidar y desde donde vigilar las tierras bajas en busca de alimento.
La liberación de estos buitres leonados y otras aves rapaces subraya la necesidad de continuar con los esfuerzos de conservación. Aunque se han logrado importantes avances, el camino por recorrer sigue siendo largo.
La pérdida de hábitats, los cambios en los patrones de migración y la escasez de alimento siguen siendo desafíos significativos para estas especies.