La vida en blanco y negro es algo que todos nos hemos imaginado alguna vez en la vida. Quizás pensando en alguna de esas series y películas que se realizaron cuando había ausencia de color en la gran pantalla o en alguno de esos animales 'atípicos' que tienen la condición de ver la vida de esa forma.
Aunque para nosotros forme parte de nuestra imaginación, ese tipo de vida afecta a una de cada 30.000 personas y se llama acromatopsia. Una enfermedad congénita que hace que quien la tiene solo pueda ver en blanco, negro, gris y todas sus tonalidades.
Desde la asociación, los expertos creen que en España podría haber entre 969 y 1.600 casos de acromatopsia. La enfermedad aparece si se han heredado dos genes mutados, lo que explicaría el motivo por el que hay una isla, llamada Pingelap, en la que el 10% de la población ve el mundo completamente en blanco y negro.
Pingelap, una isla 'en blanco y negro'
Todos hemos oído hablar del daltonismo alguna vez. Incluso es posible que podamos nombrar a más de una persona cercana o conocida que lo padece. Se trata de una alteración de origen genético que afecta a la capacidad de distinguir los colores como el azul, amarillo, rojo o verde.
La forma más grave de daltonismo es la acromatopsia. Se trata de una rara afección en la cual una persona no puede ver ningún color, solamente sombras de gris. Aunque para nosotros sea sorprendente, en la isla de Pingelap es una forma de vida que se ha transmitido a través de generaciones.
Pingelap es una pequeña isla situada en el océano Pacífico, formando parte de los Estados Federados de Micronesia. Geográficamente, es un atolón que pertenece al grupo de islas conocidas como las islas Carolinas.
El aspecto más destacado de la isla es que alrededor de un 10% de la población tiene acromatopsia, una forma completa de daltonismo que impide ver colores y hace que las personas afectadas perciban el mundo en blanco y negro.
Este rasgo genético se ha transmitido a través de generaciones y ha afectado a una parte considerable de la población de la isla, debido a un fenómeno conocido como "efecto fundador".
En el siglo XVIII, después de que un tifón devastara Pingelap y eliminara a gran parte de sus habitantes, un pequeño grupo de 20 supervivientes repobló la isla. Entre ellos, se encontraba Nahnmwarki Mwanenised, el que fuera en aquel entonces líder de la tribu y que contaba con un gen recesivo que causa la acromatopsia.
La acromatopsia es una enfermedad autosómica recesiva, lo que significa que para que un individuo la desarrolle, ambos padres deben portar el gen defectuoso. En poblaciones pequeñas y aisladas como la de Pingelap, es más probable que las personas portadoras del gen se reproduzcan entre sí, lo que resulta en un aumento de la incidencia de la enfermedad.
Se estima que cerca del 10% de la población de Pingelap sufre de acromatopsia completa, lo cual es una cifra extraordinariamente alta en comparación con la prevalencia global, que afecta aproximadamente a 1 de cada 30.000 personas.
Además de la dificultad para distinguir colores, la acromatopsia supone otros problemas visuales como fotofobia (sensibilidad extrema a la luz), baja agudeza visual y nistagmo (movimientos involuntarios de los ojos).
Tener acromatopsia implica también un porcentaje de visión bajo. "La mayoría está en torno al 10% de visión, considerado como ceguera legal. Por eso el ver en blanco y negro es el menor de sus problemas", apunta la oftalmóloga Mar González Manrique a EL ESPAÑOL.
Cómo es la vida en Pingelap
Tal y como cuenta la BBC, esta condición ha traído diversas desventajas en su estilo de vida. A plena luz del día, lo único que perciben es una imagen quemada, como una fotografía en blanco y negro sobreexpuesta y cuando brilla mucho el sol, no pueden ver bien.
Otro de los grandes inconvenientes para Herrol, un pescador de Pingelap, es a la hora de cocinar, "cuando uno cocina en blanco y negro, se complica detectar las partes de la comida que quizás estén estropeadas", explica al medio citado.
Sin embargo, y a pesar de los inconvenientes, los habitantes de Pingelap tienen una gran ventaja, y es que pueden ver realmente bien en la oscuridad. "Nadie sabe por qué, pero quizás la parte del cerebro de Herrol que normalmente interpretaría la luz brillante del sol, ahora es utilizada para su visión nocturna monocromática", sugiere la BBC.
Por ello, cuando anochece, muchos de los habitantes de la isla salen a pescar y a realizar su trabajo, sin la dificultad del brillo del sol. Especialmente teniendo en cuenta que las actividades cotidianas giran en torno a la pesca, la agricultura de subsistencia y el mantenimiento de una estructura social basada en costumbres ancestrales.
Este fenómeno genético ha convertido a Pingelap en un punto de interés para genetistas, oftalmólogos y antropólogos. Los estudios sobre la acromatopsia en la isla han arrojado importantes conocimientos sobre cómo se heredan los trastornos genéticos y cómo las pequeñas poblaciones humanas pueden amplificar la presencia de genes recesivos.