La labor por la conversación de la biodiversidad en España es reconocida en el resto del mundo. No es para menos, ya que se hace un arduo esfuerzo para conservar y criar en cautividad especies en serio peligro de extinción.

La reciente liberación de dos ejemplares de cerceta pardilla en la Comunidad de Madrid representa un pequeño, pero significativo avance en la lucha por salvar a esta especie en serio peligro.

La cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), una pequeña especie de pato en peligro crítico de extinción, ha vuelto a ser noticia gracias a un importante esfuerzo de conservación.

Un gran trabajo fruto de los trabajos de conservación y cría en cautiverio de esta especie, si no también al seguimiento y monitoreo en su entorno natural, se está avanzando en la preservación de este pato que sufre una seria amenaza.

Esta acción representa un paso significativo en los esfuerzos de conservación para evitar la desaparición de esta especie, cuya población ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.

La crítica situación de esta especie

La Comunidad de Madrid ha criado y liberado recientemente dos ejemplares de esta especie, un hito logrado por primera vez en la provincia, tras cinco meses de cuidados intensivos en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS).

Estos dos patos han sido liberados junto a otros 20 ejemplares en la finca El Porcal, dentro del Parque Regional del Sureste, en Rivas Vaciamadrid. 

Cría de cerceta pardilla en el agua. iStock

La cerceta pardilla ha sido catalogada como una especie en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su población global ha sido afectada por diversos factores, entre los que se destacan la pérdida de hábitat, la caza ilegal, la contaminación de los cuerpos de agua y la introducción de especies invasoras que compiten por el mismo entorno.

Esta especie, propia de humedales, ha visto su número disminuir a niveles alarmantes, con una población global que se estima en solo unos pocos miles de ejemplares. En España, las acciones de reintroducción y cría en cautividad han sido fundamentales para intentar revertir esta tendencia.

La reciente liberación de los dos ejemplares en Madrid, junto a otros 20 provenientes de la Comunidad Valenciana, supone una pequeña pero esperanzadora victoria para la conservación de esta ave.

Proceso de cría y liberación

El éxito en la cría de la cerceta pardilla en Madrid no fue casual. Todo comenzó en mayo de 2024, cuando se detectaron dos huevos de cerceta pardilla en una zona elevada y sin nido construido, lo que representaba un alto riesgo de caída y pérdida.

Los técnicos decidieron trasladar los huevos al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), donde se les sometió a un proceso de incubación cuidadosamente monitoreado. Tras dos días de incubación, nacieron los dos patitos, quienes recibieron atención especializada para asegurar su desarrollo.

Huevo de cerceta pardilla en la incubadora. Comunidad de Madrid

Tras cinco meses de cuidados, donde los expertos aseguraron un crecimiento saludable, los dos ejemplares fueron liberados en El Porcal, una finca situada en el Parque Regional del Sureste, junto con otros 20 ejemplares criados en la Granja de El Saler, gestionada por la Comunidad Valenciana. Este tipo de colaboración entre provincias es clave para maximizar el éxito de las reintroducciones de la especie en su hábitat natural.

Monitoreo de los ejemplares liberados

Para asegurar el éxito de esta liberación, los ejemplares han sido equipados con anillas metálicas y de PVC, que permiten su individualización y monitoreo desde la distancia.

Además, un tercio de los patos liberados llevan un dispositivo con Sistema de Posicionamiento Global (GPS), lo que permitirá un rastreo detallado de sus movimientos y ubicación.

Cerceta pardilla en el río. iStock

Este seguimiento es fundamental para conocer cómo se dispersan, dónde descansan, cómo interactúan socialmente y para identificar posibles amenazas en su entorno, como depredadores o la falta de recursos.

La información que se obtenga del monitoreo ayudará a ajustar futuras estrategias de conservación. Conocer las áreas que eligen para anidar o alimentarse es vital para proteger estos lugares y asegurar que la especie tenga las mejores oportunidades para reproducirse y prosperar.

Las amenazas de la cerceta pardilla

A pesar de los esfuerzos de conservación, la cerceta pardilla sigue enfrentando numerosos desafíos en su entorno. Entre las amenazas más graves se encuentran:

  • Pérdida y degradación del hábitat. La mala gestión del agua, especialmente en humedales, ha afectado gravemente las zonas donde la cerceta pardilla solía vivir y reproducirse. La agricultura intensiva y la urbanización también han contribuido a la destrucción de su hábitat.

  • Caza ilegal. Aunque la caza de la cerceta pardilla está prohibida, sigue habiendo casos de caza furtiva que afectan a la población.

  • Contaminación y enfermedades. La intoxicación por plomo, derivada de la presencia de perdigones de plomo en los humedales, y las enfermedades causadas por la mala calidad del agua, son problemas importantes que deben abordarse.

  • Especies exóticas invasoras. Algunas especies introducidas compiten con la cerceta pardilla por el alimento y el espacio, lo que agrava la situación de esta ave autóctona.

La liberación de estos ejemplares de cerceta pardilla es un gran logro, pero no es suficiente por sí sola para asegurar la supervivencia de la especie. Los programas de conservación requieren esfuerzos continuos y a largo plazo, así como una mayor concienciación por parte del público.

Es crucial educar a la sociedad sobre la importancia de proteger a esta especie y su hábitat, así como sobre los riesgos que enfrenta la biodiversidad en general.