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María, Antonia o Eva son nombres de quienes podrían tener cáncer de mama. Es el más diagnosticado del mundo, y va en aumento, año tras año. En España, aproximadamente el 30% de los detectados son de este tipo y es la primera causa de muerte en mujeres, en 2023 fueron 759.

Con el aumento de casos, el mejor método es coger los tumores a tiempo, antes de la metástasis, y evitar tratamientos mayores y más agresivos para la paciente. Por eso los expertos repiten una y otra vez la palabra prevención. Gracias a los avances médicos, las localizaciones de tumores se pueden hacer de forma precoz y los tratamientos son más efectivos. 

Tradicionalmente, los tratamientos más comunes han sido la quimioterapia y la radioterapia, los dos muy agresivos porque afectan a todas las células, las enfermas y las sanas. En los últimos años, se está instaurando un nuevo método más selectivo. 

Como explica Ana Lluch, coordinadora del Grupo de Investigación de Biología en Cáncer de mama del clínico de Valencia y miembro de las Top 100 Mujeres Líderes, en conversaciones con Magas, las terapias dirigida ofrecen muchas mejoras. Estas 'atacan' solo a las células alteradas, así son mucho menos lesivas. Así se pueden reducir los efectos secundarios como la caída del pelo, náuseas y vómitos. Esto ayuda considerablemente a la paciente. 

En estas situaciones, muchas veces, la salud mental es tan importante como la física. Una buena actitud, estado de ánimo y entorno pueden ayudar a que los pacientes tengan una recuperación más rápida. Sin embargo, España solo tiene 11 terapias dirigidas financiadas y no son válidas para todos los tumores.

El 40% no necesita quimio

La doctora Lluch afirma que en ciertos casos la quimio sigue siendo necesaria, "combinada, esos sí, con terapias biológicas. Hoy, un 40% de las pacientes, gracias a los test genéticos, no precisan quimio para prevenir la recaída". Eso sí, Lluch afirma que el cáncer de mama está mucho más controlado: "El 90% de las pacientes cumple los cinco años sin recaídas".   

También, la radioterapia es necesaria si no se extirpa la mama entera. Es decir, la glándula mamaria queda sin protección y es necesaria la radicación para las células que puedan quedar. Por eso, algunas mujeres que son genéticamente vulnerables se extirpan el pecho entero como precaución. El caso más conocido fue el de Angelina Jolie. Es una medida extrema, y la mayoría de las veces no es necesaria. 

En el Día Mundial de Lucha Contra el Cáncer de Mama, organizaciones de pacientes, médicas, organismos públicos y privados, se ponen un lazo rosa. Esta enfermedad en las mujeres, y el de próstata, en los hombres, son las dos áreas más comunes que tienen mayor atención.  

Como explica Lluch, la mortandad total, en realidad, es muy baja: "El 85 o 90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama se pueden curar".

Con más razón, Lluch llama a la prevención. Las señales visibles más comunes de sospecha son la aparición de bultos e inflamaciones alrededor de la mama. Pero en esos casos, el cáncer suele estar ya más avanzado; por eso insiste: "Las mujeres de hoy deben hacerse mamografías incluso sin tener signos, ni síntomas. No hay que tenerles miedo porque la radiación es mínima y no pueden inducir un cáncer". 

En el cáncer también hay una carga genética, contra la que poco se puede hacer. Hay Los varones representan el 1% de los casos y 1 cada 5 tienen antecedentes familiares. Es decir, que es un problema que afecta a todas y todos.

Más recursos a la investigación

La Federación Española del Cáncer de Mama (FECMA) ha aprovechado el día contra el cáncer para pedir que se dediquen más recursos a la investigación y tratamiento de esta enfermedad. En el manifiesto de este año considera que España es, o puede llegar a ser, una "excelencia sanitaria" pero advierte que se necesita de "financiación pública y privada". 



A pesar de las áreas de mejora, España tiene un sistema sanitario robusto, con grandes profesionales y bien conectado. Gracias a esto, los laboratorios y profesionales comparten información y trabajan de forma colaborativa en busca de soluciones. Eso sí, desde la federación ponen de relieve la necesidad de evitar listas de espera excesivas que impidan que las pacientes puedan tener una pronta inspección de un especialista. Estas deben ser inmediatas ante cualquier señal.

Para eso celebran el enfoque de la UE en el que proponen un cribado del cáncer de mama. Proponen una inspección generalizada a todas las mujeres comprendidas entre los 45 y 74 años.

Según el laboratorio de investigación GeiCam, de los 45 a los 65 es la franja de edad con más incidencia. En esos momentos el cuerpo sufre cambios hormonales, y son es cuando se vive peri y postmenopausia, un momento en el que la curva de incidencia empieza un continuado aumento. 

Este fenómeno de incremento se explica por varias razones. Primero, el envejecimiento natural de la población, que es el factor número uno de riesgo para el desarrollo de enfermedades, y poco se puede hacer contra eso. Pero, por otro lado, también influyen los hábitos de consumo y de vida. El sedentarismo, el consumo de alcohol y tabaco, y la mala alimentación son factores que sí se pueden mejorar.

Nuevos fármacos financiados

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la tasa de mortalidad ha bajado mucho en los últimos años. Esto es indudablemente gracias a los avances médicos, la mejora en los tratamientos y el acceso a ellos. También es muy importante la concienciación social generalizada con este problema sanitario. 

Eso también ha llevado que se aumente la financiación pública de los tratamientos. Dos nuevos medicamentos han sido incluidos en el Sistema Nacional de Salud para incluirlo en el recetario de los médicos de la seguridad social. Hasta ahora, la Comisión de los Precios se había negado por motivos económicos, a pesar de los claros beneficios clínicos. 

Estos dos fármacos, el Enhertu y Trodelvy, están dedicados al cáncer metastásico. A esos niveles, los medicamentos no buscan la cura total, sino la estabilización y poder normalizar la vida en la última fase. Esto permitiría a las mujeres, controlar la evolución final de la enfermedad y poder pasar ese tiempo en casa con los familiares.