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¿Qué pasaría si al subir a un autobús alguien se levantara y recitara unos versos de Miguel Ángel García Argüez, poeta sevillano? "Me pasa que a veces cuando trato de hablar / Se me llena la boca de pulpos y de errores / Quiero decir ventana pero digo bichos / Quiero decir niño pero digo hidrocarburos". ¿Se animaría usted mismo a levantarse y recitar poesía

Ese fue el proyecto Lectura en movimiento de la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI) para promover la cultura, que está de doble celebración. Primero, por el 75 aniversario del nacimiento de la entidad y, segundo, por el Premio Princesa de Asturias de la Cooperación Internacional que recibe este año. "Apoyamos la cooperación en tres áreas fundamentales; educación, cultura y ciencia, y ahora también todo lo que tiene que ver con la defensa de los derechos humanos", dijo Mariano Jabonero, su secretario general. 

Jabonero cuenta a ENCLAVE ODS | El Español que la organización es referente de la cooperación multilateral gubernamental entre los países de todo el sistema luso-hispano a los dos lados del Atlántico.

Al premiar a la OEI, el jurado destacó que "desde su fundación ha desempeñado una fructífera labor de fomento del multilateralismo iberoamericano". Ya que es un importante puente en las relaciones entre Europa e Iberoamérica. Este premio es un reconocimiento a su trabajo y un impulso al futuro desarrollo. 

Sus tres pilares

Los tres pilares de la EOI ya mencionados por Jabonero (educación, ciencia y cultura) suponen, dice el propio secretario general de la organización, retos mayúsculos a superar en un mundo globalizado. Aunque también, reconoce, sirven para unir a las personas. Y es que forman parte, además, de valores intrínsecamente relacionados con los derechos humanos y la democracia. Algo, dice, con lo que es impensable que se cree una sociedad librepensadora

La educación es un el valor fundamental en la formación de las generaciones futuras. Por un lado, una formación planificada y bien diseñada permite que las personas lleguen a trabajos cualificados y que el país prospere, pero sobre todo enseña valores de vida. Y esto es extremadamente importante para abrazar otras culturas que tanto enriquecen la de uno mismo. 

Jabonero dice orgulloso que el tema de la escolarización ha podido llegar a casi todos los rincones, desde las altas montañas de Chile a las profundidades de la selva colombiana. "Pero la calidad, la inclusión y la igualdad en las escuelas es baja", menciona como reto a superar. 

Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de los Estados Iberoamericanos. Cedida

En este sentido, también menciona la conectividad. O, lo que es lo mismo, que profesores y alumnos dispongan de mejores herramientas para que las clases sean más interactivas y dinámicas. Además, en regiones donde la localización es tan remota y los pupilos están tan dispersos, la conexión es una gran ayuda a los estudios. 

El segundo pilar es la ciencia. Con la pandemia de la Covid-19 recién pasada y nuevos retos sanitarios por delante, se ha demostrado lo fundamental que es que las universidades, los laboratorios y las empresas estén interconectadas para compartir conocimiento y avances.

Y eso no solo se aplicaría a la medicina, sino a todos los avances tecnológicos, climáticos o sociales. "La ciencia es un campo promisorio para mejorar la condición de vida de la ciudadanía". La base de las universidades y del avance en este campo está en compartir los descubrimientos y ponerlos a prueba con diferentes metodologías para probar su solidez.

El último objetivo en el que la OEI pone el foco es en la cultura. A través del arte, desde la música a la literatura, las personas comparten algo que va más allá del conocimiento o la información; se prestan sentimientos y se trabaja sobre ideas para construir algo nuevo. "Hay que poner en valor la gran riqueza de la región en diversidad cultural y que sea un mundo líquido", apostilla Jabonero. 

Menos que un océano

El valor de la OEI es el vínculo que crea entre Europa y América Latina. Lo que para algunos pueden ser dos mundos aparte, con un océano en medio, en realidad están mucho más cerca de lo que parece.

Son 23 países soberanos con un compromiso común de cooperación y desarrollo, abanderado por la OEI. Tienen 600 proyectos activos y más de 11 millones de beneficiarios de sus programas. Además, cuentan con representación en la Asamblea General de la ONU. 

La noche iberoamericana de los investigadores en Uruguay. OEI

España tiene lazos muy profundos con los países del otro lado del Atlántico. Al compartir el lenguaje, la integración es aún más fácil. Esto hace que entre las 10 nacionalidades de origen con más población en España, seis sean latinoamericanas. 

"Madrid es la capital de Iberoamérica, no es Miami, como muchos pueden pensar. Uno de cada cuatro madrileños es originario de América", cuenta Jabonero. Dice, además, que la población latina tiene una cultura de trabajo y con una tasa de integración "altísima".

Aun así, no se pueden negar los conflictos que hay en el continente americano. "Nosotros queremos fortalecer la cultura democrática de la región porque vemos que situaciones que generan incomodidades y dificultades", señala en referencia al conflicto venezolano.

A pesar de todo, Jabonero recuerda que mirando el contexto geopolítico global, en Latinoamérica reina la paz, al menos formalmente. "Tenemos problemas políticos, serias dificultades, pero en nuestra región no hay ningún país que tenga un conflicto armado con otro, queremos ser parte de la solución y no del problema".

Sin ir más lejos, ahora mismo, del 14 de octubre al 1 de noviembre, Colombia es sede de la COP 16 de biodiversidad. En esta cumbre se aborda uno de los problemas existenciales de la humanidad como es la extinción masiva. Albergar este tipo de foros internacionales consigue que las decisiones se hagan también teniendo en cuenta sus prioridades, muchas veces olvidada por el eje anglosajón y europeo. 

Pero Jabonero recuerda que, además de historia, compartimos el lenguaje románico, el Estado de derecho y la democracia. Para él, esto nos une porque: "Todos somos Occidente".