Cómo adaptar las ciudades y pueblos a las 'nuevas' DANAS: las claves de la reconstrucción después de la tragedia
- La ordenación del territorio y los planes urbanísticos tras la catástrofe vivida en la Comunidad Valencia marcarán el futuro de un pueblo herido.
- Más información: El drama de la España inundable: cientos de miles de personas viven en zonas de riesgo en la costa mediterránea
El pasado 29 de octubre una DANA arrasaba con todo a su paso por la Comunidad Valenciana. Esta semana, sus estragos han llegado ya a buena parte de Cataluña y también se han extendido por varias áreas del sur peninsular. Esta gota fría ha sido, según los expertos, particularmente extrema, aunque eso no quiere decir que haya sorprendido a los científicos.
La comunidad científica, como ya se explicó en EL ESPAÑOL, lleva años alertando de que el calentamiento del Mediterráneo funciona como "gasolina" para este tipo de fenómenos meteorológicos extremos. Y es que, como Samuel Biener, experto de Meteored, declaró a la sección de Ciencia de EL ESPAÑOL, "estamos ante uno de los peores episodios de lluvias torrenciales en la historia reciente en la provincia de Valencia".
Estos eventos, que son, dice, "relativamente habituales en esa zona y en esta época del año", tienen efectos cada vez más devastadores. El motivo, asegura a ENCLAVE ODS el catedrático de Ordenación del Territorio de la Universidad de Extremadura, Julián Mora, sería la falta de planes de mitigación de los impactos de las DANAS, en el caso de la Comunidad Valenciana.
Lo que ha faltado, recuerda Mora, han sido "políticas de ordenación del territorio" que sirvan "para paliar y minimizar los daños provocados por la gota fría". Porque, el evento en sí es imparable. Lo que sí es viable, asegura por su parte Friederike Otto, profesora titular de Ciencias del Clima en el Instituto Grantham de Cambio Climático y Medio Ambiente, es "adaptarse".
La también codirectora de World Weather Attribution (WWA) recuerda: "El número de personas que han muerto en las inundaciones de España pone de manifiesto la necesidad imperiosa de prepararnos para unas condiciones meteorológicas extremas que son peores que todo lo vivido en el pasado".
Repensar los núcleos urbanos
Ahí, insiste Mora, es donde —entre otras medidas— entran en juego las políticas urbanísticas y de ordenación del territorio. Y es que, asegura, "3 de cada 7 viviendas" construidas en la cuenca mediterránea española se sitúan en "zonas inundables y áreas vulnerables". Esto es, en los cauces (ahora secos) de los ríos o lugares por los que pasa, en caso de riada o lluvias torrenciales, el agua que se desborda.
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en España habría 25.000 kilómetros de zonas inundables. En ellos viven alrededor de 2,7 millones de personas. Las estimaciones científicas aseguran que esas áreas pueden sufrir inundaciones cada 500 años. Eso significa que cerca de 700.000 ciudadanos por década se enfrentarán a esta situación en todo el territorio español.
"La población valenciana se ha multiplicado, por eso también esta DANA ha afectado a más gente", especifica Mora. Además, pone en foco en la reconstrucción de las zonas dañadas como una suerte de oportunidad para reordenar y repensar la distribución de la población y reubicar los hogares en zonas de menor riesgo.
Porque, como indica este catedrático, "no deberíamos hablar de desastres naturales, sino de ignorancia territorial". Y explica su tesis: "Si la gota fría pasa en medio del océano, no se considera una catástrofe porque no afecta a nadie. Sin embargo, cuando pasa por zonas donde no se debería haber construido…".
Y es que, argumenta: "Los seres humanos edificamos en áreas vulnerables y asumimos el riesgo que esto supone". El problema está, insiste, en que este acaba siendo vidas humanas.
Por eso, Mora apuesta por "aprovechar para replanificar las zonas urbanas" ahora que hay que reconstruir. Algo que, reconoce, no es tarea fácil, aunque "sí necesaria". La Comunidad Valencia podría convertirse, así, en el laboratorio de un mundo en el que, como asegura a ENCLAVE ODS Jeremy Rifkin, sociólogo, economista y 'futurólogo' estadounidense, "las infraestructuras (hídricas) están colapsando".
Empieza la reconstrucción
Julián Mora, catedrático de Ordenación del Territorio de la Universidad de Extremadura, propone 4 pasos clave para que la ordenación territorial y el desarrollo urbanístico en España sean capaces de adelantarse a situaciones climáticas críticas como la vivida en la Comunidad Valenciana.
Políticas coordinadas. Para Mora esto es clave: "Necesitamos políticas coordinadas con el Estado sobre ordenación del territorio".
Más infraestructuras. Si Rifkin asegura que estas están al borde del colapso en todo el planeta, Mora apunta a la necesidad de construir nuevas infraestructuras que "palíen los estragos de una gota fría" y que, además, estén fuera del cauce de los ríos.
Más cartografías. Para el catedrático extremeño es de vital importancia "cartografiar, a nivel nacional, esas zonas vulnerables donde no se puede construir en ningún caso". Y, en la medida de lo posible, evacuar las zonas donde las edificaciones supongan un peligro para las personas en caso de riadas o inundaciones.
Construir. El último paso que propone Mora no es otro que algo "de sentido común", como dice: construir en zonas elevadas "como hacían los romanos".
Hija de la crisis climática
Estas estrategias, asegura el catedrático, serían los primeros pasos para que España se adaptase a la nueva realidad climática. Y es que la DANA que ha arrasado la costa mediterránea, al igual que los huracanes que devoraron Florida hace apenas unas semanas, es hija del cambio climático.
Los científicos, además, lo tienen claro: estos fenómenos tan extremos —y tan violentos— no serían viables sin este proceso de calentamiento global que vive la Tierra. La codirectora de WWA, Friederike Otto, lo explica: "Cuando hablamos de cambio climático, tenemos que hablar de combustibles fósiles. La quema de petróleo, gas y carbón es la principal razón de que el clima se haya calentado y de que ahora suframos fenómenos meteorológicos tan extremos".
El último análisis de la organización de análisis meteorológico, publicado el pasado jueves 31 de octubre, corrobora que "las lluvias torrenciales en el sudeste de España fueron un 12% más intensas y hubo dos veces más posibilidades de que ocurrieran" hoy que en un planeta 1,3 °C más frío, como era el caso de la época preindustrial.
El jefe de Urbanismo del Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, y miembro del equipo de investigadores de WWA, Roop Singh, insiste en que "las imágenes de España son terribles y muestran claramente el coste humano de las inundaciones extremas". Por desgracia, lamenta, los españoles "continuarán viendo más eventos como esta DANA en el futuro", pues "estamos sobrealimentando [de combustibles fósiles] el clima extremo en todo el mundo".