El jueves 21 de noviembre amanecía con un borrador de texto en el que la presidencia de la 29ª Conferencia de las Partes (COP29) de Naciones Unidas sobre cambio climático aclaraba sus ambiciones a nivel de financiación. Ese mismo día la noche caía con delegados en Bakú (Azerbaiyán) claramente disgustados y tildando el texto de "inaceptable" y poco ambicioso. Al día siguiente, la situación no parece haber mejorado.
Aunque, como explica a ENCLAVE ODS Alicia Pérez-Porro, responsable de interacción política y relaciones institucionales del centro de investigación catalán CREAF, la sede de la cumbre del clima, "va a cambiar tanto que no hay valoración posible". Eso sí, dice, es "positivo" que haya un borrador de lo que será parte del texto final. "En algún momento de la COP se dudó de que esto fuese a suceder", confiesa.
Durante el día de hoy, 22 de noviembre, queda ver en qué se materializa ese primer acercamiento con una "ambición muy baja", como indica Pérez-Porro. Para Susana Borràs, investigadora de la Universitat Rovira i Virgili (URV), habría "mucho escepticismo" respecto al resultado que pueda dar esta cumbre.
Y es que, recuerda, "la situación de emergencia climática nos obliga a replantearnos muchas de las estructuras sistémicas con las que estamos viviendo. Y eso supone una ruptura muy importante a nivel de producción, de consumo, etc.". Esto, por consiguiente, genera reticencias en los países.
Eso sí, Pérez-Porro recuerda que, como siempre sucede en las cumbres del clima, "la ambición va a la baja, es la única manera de llegar a consenso". Asimismo, también insiste en que no se va a llegar a un "acuerdo ambicioso" a lo largo del día de hoy (22 de noviembre), aunque tal vez sí llegue "antes de lo que pensamos".
Ella, que ha pasado varios días en Bakú, asegura que "las predicciones dicen que la madrugada del sábado habrá texto y que no se alargarán las negociaciones hasta el domingo".
El borrador en 6 claves
Cifras. El borrador no incluye objetivos de inversión específicos, ni siquiera rangos o diferentes opciones.
Base de contribuyentes. Se ofrecen diferentes opciones para que los países decidan participar en las inversiones, pero sin especificar nada.
Adaptación. Compromete a los países a que se realice a través de subvenciones.
Revisión. Se sugiere que se revisen los compromisos antes de 2031.
Pequeños Estados insulares y países menos desarrollados. Se hace una referencia específica a la financiación que necesitan las naciones más vulnerables.
Calidad de la financiación. Se pone el foco en las subvenciones, para que se prioricen por encima de los préstamos y la financiación privada. Sin embargo, son optativas y no obligatorias.
Las reacciones de los países
Las reacciones son variadas, pero todas ellas tienen un trasfondo común: las propuestas no cumple con las expectativas —ni con lo que necesita el planeta—. La Unión Europea es clara y no endulza sus palabras: sus delegados tildaron el texto de "desequilibrado e inoperable e inaceptable".
Dentro de la Unión, Alemania se muestra "profundamente decepcionado", pues "el texto no ofrece ningún progreso". Lo mismo que España.
El conocido como 'grupo paraguas', formado por EEUU, Reino Unido, Australia, Canadá, Islandia, Israel, Japón, Nueva Zelanda, Kazajistán, Noruega y Ucrania, asegura que las medidas de este paquete financiero "no están claras". De ellos, Estados Unidos puntualiza que "todas las partes capaces deben ser responsables del objetivo de apoyo".
Por su parte, los pequeños Estados insulares piden equilibrio y ambición, porque "los riesgos son altos". Tuvalu, en particular, exige que se terminen las "demoras en la acción", porque para ellos es "cuestión de vida o muerte".
El G77 recuerda que no pueden abandonar Bakú "sin un objetivo claro". "Necesitamos una meta de movilización de 'al menos' 500.000 millones de dólares", insisten.
Los países de la Alianza Independiente de Latinoamérica y el Caribe (AILAC) se muestran "profundamente decepcionado de que no se proponga ningún objetivo en el documento a pesar de tres años de discusiones". Y Bolivia reclama "efectivo", pues la ausencia de dinero es "un delito para el sur global". Además, tilda de "traición" cualquier resultado de esta COP que no tenga que ver con la financiación.
Desde Colombia piden a los negociadores que "dejen de jugar con la vida de las personas". Y el grupo árabe también se muestra "decepcionado con el texto". China, por su parte, dice estar a medio camino para encontrar una solución.