"Las emisiones de carbono asociadas al turismo global han aumentado en la última década". Así de contundente se muestra el último estudio publicado, en la tarde del 10 de diciembre, en la revista Nature Communications. La causas, aducen los autores, tienen que ver con la masificación de esta actividad y la "ralentización de los avances tecnológicos en eficiencia".
Los resultados, basados en un análisis de datos recabados entre 2009 y 2020, subrayan la "urgente necesidad" de que las políticas y regulaciones turísticas se alineen con los objetivos climáticos globales.
Cabe recordar que el turismo es uno de los principales contribuidores a las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Además, en 2023 supuso, según el Foro Económico Mundial, el 10% del PIB global.
La descarbonización de un sector clave como este, aseguran la investigadora Ya-Yen Sun, autora principal del estudio, y su equipo, es fundamental para cumplir con los objetivos mundiales y, por eso, desgranan su impacto en 175 países.
Lo que descubrieron tras analizar de manera exhaustiva datos extraídos entre 2009 y 2020 de esos Estados es que las emisiones globales de esta industria han aumentado un 3,5% anual. Esto es, dos veces más de lo que ha crecido la economía mundial.
Los que más contaminan
Así, en 2019 el turismo alcanzó su pico de emisiones máximas, situándose en 5,2 gigatoneladas (Gt) de CO₂. Esto, explican los autores, equivaldría a 8,8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
La huella de carbono del sector turístico es complicada de calcular, pues entran en juego diferentes variables e, incluso, industrias distintas. Según los autores de esta investigación, de las emisiones totales del turismo, 1,8 Gt de CO₂ provienen directamente de los viajes en sí. De ellas, el 52% están relacionadas con la aviación y el 18%, con el transporte por carretera.
Las emisiones indirectas del turismo ascienden a 2,5 Gt y están relacionadas con el resto de servicios: desde el alojamiento hasta la propia producción de petróleo necesaria para que el sector funcione. Los vehículos privados, por su parte, son responsables de 0,9Gt de CO₂.
El estudio, además, apunta hacia unas "notables disparidades" en las emisiones per cápita del sector. Los 20 países que más emiten, entre los que se encuentran EEUU (19,1%), China (14,5%) e India (5,7%), contribuyen con tres cuartas partes de la huella de carbono total. España se situaría en el último puesto de esta lista de los más contaminantes con un impacto del 1% en las emisiones anuales totales.
La huella del turismo
El informe de Ya-Yen Sun realiza un ranking de la huella de carbono del turismo según el país de residencia de quienes viajan cada año. De los 175 países analizados, estos son los 20 con más emisiones de CO₂ turísticas (y su contribución al total mundial):
- Estados Unidos (19,1%)
- China (14,5%)
- India (5,7%)
- Alemania (4,7%)
- Reino Unido (3,6%)
- Japón (3,2%)
- México (2,9%)
- Canadá (2,6%)
- Francia (2,3%)
- Rusia (2,2%)
- Indonesia (2,1%)
- Australia (1,6%)
- Brasil (1,5%)
- Italia (1,5%)
- Corea del Sur (1,1%)
- Filipinas (1,2%)
- Malasia (1,2%)
- Tailandia (1,2%)
- Arabia Saudí (1%)
- España (1%)
El equivalente a Latinoamérica
Entre 2009 y 2019, asegura el estudio, las emisiones del sector incrementaron en un total de 1,5 Gt de CO₂. Esto es, como puntualizan los autores, el equivalente a las emisiones anuales producidas por toda Latinoamérica y el Caribe. O, dicho en otras palabras, cinco veces lo que contamina Francia. O 1.108 veces las emisiones de Fiyi.
Lo más peculiar, como recoge el texto, es que el aumento de las emisiones del sector ha sido sustancialmente mayor que el CO₂ emitido a nivel global por el conjunto de las industrias. Con un incremento del 3,5% y el 1,5% anual respectivamente. "Si se mantiene esta misma tasa de crecimiento en los años futuros, se prevé que las emisiones del turismo se dupliquen cada 20 años", indican los autores.
Además, tal y como recuerda Ya-Yen Sun, el turismo es "intensivo en carbono". Así, cada dólar generado en este sector se convierte en 1,02 kg de emisiones de gases de efecto invernadero. Comparado con otras industrias, el impacto es alto. Por ejemplo, cada dólar que se gana en el sector servicios emite 0,24 kg.