La contaminación, las presas, la agricultura y las especies invasoras están acabando con la fauna de agua dulce. Un análisis exhaustivo de más de 23.000 especies que viven en ríos y lagos revela que estas amenazas sitúan al 24% de ellas en peligro de extinción.
Publicado en la revista Nature en la tarde del 8 de enero, el estudio liderado por la investigadora de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Catherine Sayer, urge a los países a abordar las amenazas que precipitan la desaparición de fauna y su consiguiente pérdida de servicios de los ecosistemas. Y es que, como explica la autora, el agua dulce es "hogar de más del 10% de las especies conocidas".
Y no solo eso: también son ecosistemas "con una gran diversidad biológica" que juegan "un papel importante en la vida humana y en el desarrollo económico". A pesar de ello, la "presión" a la que se ven sometidos, en la mayor parte de las ocasiones derivada de las actividades de las personas, es alta.
El estudio de Sayer es el primero que aborda de manera amplia y a nivel global el riesgo de desaparición de las especies oriundas de los hábitats de agua dulce. Hasta el momento, explica la autora de la investigación, se han venido usando datos de tetrápodos terrestres (como mamíferos o aves) para estimar y evaluar las necesidades de conservación de estos ecosistemas.
El problema hasta la fecha, asegura en la publicación de Nature, está en que la visión que se tiene de ríos, arroyos, lagos, humedales, estanques, pantanos y manantiales está distorsionada, precisamente por la falta de estudios sobre todos los animales que viven en sus aguas. "Tener en cuenta solo a los tetrápodos terrestres no es suficiente para realizar planes de conservación que protejan a especies clave de los ecosistemas de agua dulce", insisten los autores de la investigación.
El estudio, en datos
El equipo de Sayer ha descubierto, además, que el 71% de los animales amenazados en estos ecosistemas se encuentran en los ríos. Los lagos, los manantiales y los oasis serían también "puntos calientes de extinción", algo que se desconocía hasta el momento.
Asimismo, estiman que al menos 89 especies de agua dulce se han extinguido ya. Entre ellas se encontrarían diferentes familias de cangrejos de río, gambas, peces, libélulas y caballitos del diablo.
Al menos 11 especies de animales de agua dulce solo se pueden encontrar en cautividad.
Un cuarto, en riesgo
Según el estudio, un cuarto de los 23.496 peces, crustáceos decápodos (cangrejos, langostinos y camarones) y odonatos (moscas dragón y moscas damisela) están seriamente amenazados en todo el planeta. Los decápodos, además, son los que enfrentan más peligros, pues el 30% de sus ejemplares están amenazados frente al 26% de los peces de agua dulce y el 16% de los odonatos.
Las mayores amenazas, según los autores de la investigación, tienen mucho que ver con las actividades humanas. De este modo, se estima que la contaminación —de las aguas y de la atmósfera— afecta al 54% de las especies amenazadas.
Por su parte, las presas y la extracción de agua dulce afecta al 39%; el uso del suelo y otros efectos asociados a la agricultura, al 37%. Asimismo, el 28% de las especies de agua dulce están en riesgo por culpa de otra flora y fauna invasora.