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El Glaciar Darkut alimenta el lago Gamoo Bhr en Pakistán
Gigantes de hielo arrastran pueblos enteros: estos son los efectos del fin de los glaciares de las montañas de Pakistán
Los cimientos de las casas en la cordillera del Himalaya se vuelven inestables al descongelarse la superficie de las altas montañas.
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El Ártico podría quedarse sin hielo antes de lo esperado según estudios científicos y lo mismo podría pasar con las cumbres más altas del mundo. Los pueblos que hay en la cordillera del Himalaya, que cruza Asia, están sufriendo las consecuencias del calentamiento global y la pérdida de masa helada. Los glaciares de montaña se están derritiendo a un ritmo alarmante y eso pone en alerta a millones de personas.
El valle de Hunza, en Pakistán, está regado por las aguas del río que da nombre a la región y que nace en el lago que se forma bajo un glaciar. Komal, una joven de la zona, cuenta a la BBC que un día, mientras estaba en la escuela, el glaciar colapsó y arrastró agua, barro y piedras río abajo hasta el pueblo. Allí redujo al puente que unía las dos orillas a escombros.
Komal recuerda que, como su casa estaba en un punto alto de la ladera, pensó que estaría a salvo. Sin embargo, la tierra también se desmoronó bajo el peso de las construcciones que estaban encima. Los edificios se sustentaban en un suelo helado y firme. Sin embargo, en los últimos años, con las subidas de temperaturas y, en este caso, la avenida del río, los deslizamientos de tierra son cada vez más comunes.
Un estudio del Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de las Montañas (ICIMOD, por sus siglas en inglés) advierte que al ritmo actual de calentamiento global, los glaciares del macizo montañoso entre Pakistán y Afganistán podrían perder dos tercios de su volumen, de los que dependen directamente más de 200 millones de personas, junto a todas las que beben de los ríos que nacen allí.
Izabella Koziell, directora general del ICIMOD advertía que las consecuencias eran incalculables: "Los hielos del Hindu Kush Himalaya son un componente importante del sistema terrestre. Dado que más de mil millones de habitantes en Asia dependen del agua que de las montañas, los efectos de la pérdida de esta criosfera —el sistema acuático en estado sólido de la tierra— son demasiado vastas para contemplarlas".
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Una de las casas del valle de Hunza tras el desliz de tierras. Reuters
De estas cumbres nacen 12 grandes ríos que cruzan 16 países del continente asiático. Son esenciales en el modo de vida de las comunidades, bien sea como fuente de agua dulce para la población o utilizada para la agricultura y la industria. Sin embargo, con la subida de las temperaturas los patrones de lluvias son cada vez más impredecibles y eso afecta especialmente a una sociedad dependiente de este bien común.
Un legado en peligro
El impacto de este fenómeno ya es evidente. En 2022, una de las peores inundaciones en la historia de Pakistán dejó más de 1.700 muertos y afectó a 33 millones de personas. La tragedia fue, en parte, el resultado del desbordamiento de lagos glaciares; una consecuencia directa del derretimiento descontrolado.
Estos pueblos carecen de las infraestructuras necesarias para hacer frente a una catástrofe de tal calibre. Algunas de las poblaciones están diseñando planes de evacuación, ya que en caso de necesidad, en muchos casos, se encuentran en zonas de muy difícil acceso para los servicios de emergencias.
Pakistán contribuye con menos del 1% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, principal responsable de la subida de las temperaturas, pero es uno de los países más vulnerables al cambio climático. Por eso han solicitado reiteradamente el apoyo financiero y técnico para adoptar medidas de adaptación al nuevo contexto climático.
La última COP se cerró con un acuerdo de 300.000 millones de dólares para la financiación climática, pero los expertos advirtieron que se quedaba corto. Y es más, ni siquiera dejaron claro los mecanismos que se usarán para conseguir ese dinero o quién financiará qué.
Esta zona del mundo, también llamada 'Tercer Polo', por sus cumbres heladas y los miles de glaciares que alberga, es uno de los mayores reservorios de agua helada del planeta. Y aunque los organismos internacionales y los gobiernos están trabajando en proyectos de gestión hídrica como muros de contención y canales que redirijan el agua, el riesgo es inmenso.
Los expertos de ICIMOD advierten que estos hielos cada vez se derriten más rápido y las consecuencias pueden inundar una de las zonas más habitadas. Desde la cumbre del mundo, la seguridad de millones de personas está, literalmente, al borde del precipicio.