Si por algo destacan los icebergs, además de su imponente tamaño y tonalidades, es precisamente por sus formas que pueden convertirlos en auténticas obras de arte que nos encantaría que duraran para siempre. Sin embargo, el deshielo y el cambio climático hacen que poco a poco y cada vez más rápido estas enormes masas de hielo acaben por desvanecerse y quedarse en la nada.
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Hay algunos que incluso son capaces de dejarnos impresionados con sus dimensiones similares a un edificio de 15 plantas (en el caso de los más altos) y otros que consiguen dejarnos imágenes increíbles como la compartida hace varios años por la NASA en Twitter, en la que podía verse un impresionante iceberg con forma de rectángulo de paredes lisas, iguales y ángulos de 90 grados.
Un iceberg que lejos de parecer una obra de arte casual de la naturaleza parece cortado y diseñado por el hombre y que es conocido como iceberg tabular.
El iceberg perfecto existe: se llama tabular y está cercano a la Antártida
Para entender las razones que se esconden detrás de este iceberg tan perfecto, es necesario visualizar los dos tipos de icebergs que podemos encontrar en el mundo: el primero es el que todos podemos imaginar fácilmente y similar al que provocó el hundimiento del Titanic, con su forma prismática o triangular en la superficie, revelando un subsuelo intrigante. El segundo tipo de iceberg se conoce como 'iceberg tabular'. Este tipo de icebergs son extensos, planos y alargados, semejantes a una tableta de chocolate.
Estos se desprenden de los bordes de las plataformas de hielo conectadas a la tierra pero que se mantienen flotando en el agua circundante en regiones heladas como la Antártida. En este caso, el de la imagen compartida por la NASA pertenecía a la plataforma de hielo Larsen C en la península Antártica.
Los icebergs tabulares se forman de manera similar al crecimiento excesivo de una uña que termina rompiéndose. Por lo tanto, suelen presentar formas rectangulares y geométricas. Lo complicado es dar con una superficie tan cuadrada como la de la fotografía.
Un iceberg del que, como sucede con todos los icebergs, solo podemos ver el 10 por ciento de su masa total sobre la superficie, mientras que el restante 90 por ciento permanece oculto bajo el agua.
El deshielo en la Antártida no es irreversible pero sí alarmante
A pesar de que el deshielo de la Antártida no es aún irreversible, sí que va camino de serlo, al menos así lo afirma un estudio del Instituto de Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático de Potsdam. Pero aunque el colapso completo de la Antártida podría llevar cientos o incluso miles de años en concretarse, su impacto futuro es motivo de preocupación, ya que podría resultar en un aumento significativo del nivel del mar a nivel global.
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A esto se une la situación de varios glaciares en retroceso preocupante, y las cifras alarmantes de deshielo en la Antártida. Con temperaturas que alcanzan récords en diversas partes del mundo, la pérdida de hielo marino asciende a 2,7 millones de kilómetros cuadrados, superando las expectativas de los expertos para esta temporada.
Un fenómeno que subraya la magnitud del cambio climático y sus impactos inmediatos en el equilibrio de los glaciares antárticos, así como también en la extensión del hielo marino. Una situación que resalta la urgencia de abordar las causas fundamentales de este fenómeno para mitigar sus consecuencias.
Este es un escenario intrínsecamente ligado a las acciones humanas actuales. Y es que, las actividades humanas, como las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático resultante, están acelerando el proceso de deshielo en la Antártida. A medida que avanzamos en el tiempo, la magnitud del deshielo antártico podría comprometer varios metros de elevación del nivel del mar, afectando de manera significativa las costas y las comunidades en todo el mundo. Existe por lo tanto una necesidad urgente de abordar de manera proactiva estas cuestiones para mitigar el impacto futuro en nuestro entorno y en la vida en el planeta.