¿Alguna vez te has planteado vivir en el medio rural pero de un modo totalmente sostenible y autosuficiente? Eso es lo que podrás encontrar en estas ecoaldeas repartidas por España. Un modo de vida en el que la comunidad convive con el Medio Ambiente y en los que prima el componente ecológico y respetuoso con el entorno.
Este tipo de comunidades se han convertido en una de las iniciativas sostenibles en auge dentro de Europa, pero también en nuestro país donde ya es posible encontrar algunos de los mejores ejemplos de este tipo de comunidades, que también favorecen la repoblación de antiguas zonas rurales y una solución a la España vaciada.
Qué son las ecoaldeas y qué beneficios aportan
Para entender en qué se fundamentan las ecoaldeas o comunidades ecológicas, es necesario entender que su reconocimiento a nivel internacional se produjo en 1995 durante un encuentro en Escocia que reunió a representantes de ecoaldeas de todo el mundo. Fue en este encuentro en el que surgió lo que ahora conocemos como la Red Global de Ecoaldeas (GEN), que ha sentado las bases del movimiento actual.
[Una inteligencia artificial responsable para una sociedad mejor y más sostenible]
En 1991, Robert Gilman, un destacado filósofo estadounidense y uno de los principales teóricos de estas comunidades ecológicas, las definió como "asentamientos humanos que reúnen todos los aspectos esenciales para la vida". Y es que, estas comunidades tienen como objetivo promover un desarrollo saludable, garantizar la sostenibilidad a largo plazo y llevar a cabo sus actividades en total armonía con la naturaleza.
La base de las ecoaldeas se basa en un principio fundamental: el cuidado tanto de las personas como del entorno en el que viven. Estas comunidades proponen un modelo de vida solidario y ecológico, donde los miembros colaboran entre sí para crear sociedades más éticas, justas y equitativas.
Las ecoaldeas suelen tener un tamaño que varía entre 50 y 250 habitantes, aunque a veces pueden superar el millar. Todos sus integrantes comparten objetivos comunes y trabajan juntos para alcanzarlos. ¿Cómo lo hacen? Organizan reuniones regulares donde comparten sus experiencias y fomentan prácticas sostenibles en áreas como economía, sociedad, cultura y medio ambiente.
En cuanto a sus beneficios con respecto a otras comunidades encontramos:
- Utilización responsable de recursos naturales: Las comunidades ecológicas se destacan por su enfoque en la utilización de recursos naturales de manera responsable. Esto implica el uso de fuentes de energía renovable como la solar y la eólica, así como la construcción con materiales amigables con el medio ambiente, como el barro, la madera o la paja.
- Cuidado de los ecosistemas locales: Además de evitar dañar el entorno, estas comunidades también se dedican a la restauración y regeneración de los ecosistemas locales. Esto incluye prácticas como el reciclaje, la reforestación y la recuperación de hábitats naturales.
- Educación de valores respetuosos: Otro aspecto importante es su enfoque en la educación y la promoción de valores positivos. Las ecoaldeas promueven principios como el ecologismo, la solidaridad, la igualdad, la tolerancia, la generosidad, la diversidad, la hospitalidad, el respeto, la colaboración entre las personas y la autosuficiencia.
- Buena convivencia: Este compromiso con estos valores contribuye a fomentar una convivencia más armoniosa. Los miembros de estas comunidades suelen ser personas más abiertas al diálogo y a la participación activa en la toma de decisiones, lo que a menudo resulta en la resolución pacífica de conflictos.
- Economía responsable: En términos económicos, las ecoaldeas adoptan prácticas responsables, como el uso de tecnologías regenerativas, la promoción de la arquitectura bioclimática y la adopción de la agricultura ecológica. Evitan el uso de maquinaria que pueda dañar el suelo y los pesticidas químicos. Esto no solo reduce su consumo de energía, sino que también contribuye a la lucha contra el cambio climático.
Las mejores ecoaldeas en España
La Red Global de Ecoaldeas tiene censadas ya más de 10.000 comunidades ecológicas en más de 110 países. Entre ellos encontramos a España, con varios ejemplos de ecoaldeas. Te presentamos algunas de las mejores opciones de ecoaldeas que pueden encontrarse ya en nuestro país:
[Descubre la sorprendente ciudad sumergida que se esconde bajo el mar Mediterráneo]
- Matavenero: Situada en la provincia de León, Matavenero es una de las ecoaldeas más conocidas en España. Una aldea que quedó deshabitada a finales de los años 60 hasta que fue fundada en 1989. En esta comunidad, no encontrarás carreteras tradicionales, pero sí caminos y senderos. La electricidad proviene exclusivamente de fuentes solares, en lugar de la red eléctrica convencional. En lugar de coches, se utilizan bicicletas como principal medio de transporte. Y aunque no hay grandes edificios, las casas están estratégicamente ubicadas para ofrecer impresionantes vistas de las montañas.
- Lakabe: Lakabe se encuentra en Navarra y es una comunidad autogestionada que se enfoca en la autosuficiencia y la sostenibilidad. La energía renovable, la agricultura ecológica y la toma de decisiones colaborativa, son elementos clave de esta ecoaldea.
- Los Portales: Ubicada en la provincia de Alicante, Los Portales es una ecoaldea que se dedica a la permacultura y la agricultura sostenible. La comunidad se esfuerza por vivir en equilibrio con la naturaleza y promover la educación ambiental.
- Aldea de Olla: Ubicada en el interior de los montes Porta-Coeli y en plena sierra Calderona en Valencia, este conjunto histórico del poblado morisco de Olla (data del siglo XI) ha sido poblado por un grupo de diferentes partes de España. Cuentan con electricidad a través de placas solares y agua de un nacimiento cercano, que aprovecha la acequia de un sistema de riego del siglo XI.
- Valdepiélagos: Esta ecoaldea ubicada al noreste de Madrid y a una hora en coche del centro de la ciudad, se trata de una cooperativa de viviendas de arquitectura bioclimática situada en medio de amplios campos. Una urbanización con un fuerte compromiso medioambiental y social cuyos chalets se construyeron utilizando materiales que tienen un impacto ambiental mínimo desde su origen. Materiales diseñados de manera que, en caso de que se necesite quitar alguna de las casas en el futuro, pueden ser reutilizados en lugar de desecharse.