Los colibríes son el grupo de aves más diverso y la segunda mayor familia del mundo. Es muy posible que hayamos oído hablar de ellos; sin embargo, su avistamiento es increíblemente raro y en ocasiones hasta llamativo debido a su tamaño escaso y sus vistosos colores. Son aves que solo se encuentran en América, y lo más parecido a un colibrí que tenemos es España, es un artrópodo: la esfinge colibrí o mariposa colibrí.
Estos pájaros no solo destacan por su belleza, sino también por su pico alargado y su rapidísimo aleteo, que puede llegar hasta 80 veces por segundo. Aunque pertenezca a la especie de las aves, lo cierto es que su función se asemeja más a la de las abejas, ya que los colibríes se encuentran entre las principales especies polinizadoras.
Los colibríes son maestros en el arte de la polinización; con su vuelo ágil y sus largos picos, alcanzan el néctar de las flores más profundas y transportan el polen de una flor a otra, asegurando la reproducción de una amplia gama de especies vegetales y, por ende, la diversidad y la salud de nuestros ecosistemas.
Su papel ecológico es fundamental para la conservación de la flora, esto se debe a que al alimentarse de las flores, liberan y recogen polen con la cabeza, transportándolo hacia otras flores y facilitando la polinización: en el Norte y Sur de América, al menos 10 mil flores dependen de los colibríes.
En regiones donde otros polinizadores como las abejas son limitados, su función es esencial para la reproducción de plantas. Además, los colibríes también desempeñan un papel en la cadena alimentaria como presa para ciertos depredadores, contribuyendo así a la biodiversidad y al equilibrio del ecosistema.
Por su belleza y rareza, los colibríes están asociados desde tiempos inmemoriales con la buena suerte, la espiritualidad y la valentía. Aunque esto como información pueda parecer interesante, lo cierto es que es una de las principales razones por las que esta especie está en peligro de extinción.
La extinción de los colibríes
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de entre todas las especies que se conocen de colibrí, nueve se encuentran en peligro crítico de extinción, otras nueve se consideran vulnerables y 11 han sido catalogadas como en peligro.
Los colibríes están protegidos por el Código Penal Federal (CPF). En este, se establece que la venta y caza de la especie son delitos con sanciones aplicables, ya que atentan contra la biodiversidad nacional. Específicamente, el artículo 420 del código establece una sanción de entre 6 meses y 6 años de prisión, así como una multa de entre 1000 y 20 mil pesos mexicanos.
Añadido a todo lo anterior, otro de los motivos por los que los colibríes están en peligro de extinción se debe a la tala indiscriminada de árboles, que conduce a la fragmentación, degradación y destrucción de hábitats naturales y hogares de estas aves.
Aunque en alguna ocasión en España hayamos creído ver un colibrí, lo cierto es que estas aves solo se encuentran en América, y lo más parecido a un colibrí que tenemos es un artrópodo: la esfinge colibrí o mariposa colibrí (Macroglossum stellatarum).
Cómo apoyar a su conservación
Aunque este animal solo se encuentre en América, las direcciones que han dado los expertos nos pueden ayudar para cuidar el hábitat de otras especies que sí viven en nuestro país. De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), podemos hacer de nuestro espacio —ventanas, patio o azotea— un lugar del que puedan alimentarse.
"Escoge plantas de la región que florezcan todo el año y por temporadas. Algunas de las flores que los colibríes prefieren son el mirto, aretillo, muicle, camarón, toronjil silvestre y lavanda", explican los expertos. Plantar una variedad de flores que atraigan a esta especie puede proporcionarles un hábitat rico en recursos y un refugio seguro.
Otra manera de contribuir al mantenimiento de los pájaros consiste en la colocación de bebederos fuera de las casas, los cuales suelen ser de color rojo porque por alguna razón desconocida a los colibríes los atrae bastante esa tonalidad.
Colocar bebederos con una solución de néctar (una mezcla de azúcar y agua) en nuestro jardín o patio puede brindar a los colibríes una fuente confiable de alimento y ayudar a mantener su energía durante todo el año. Lo importante es que se laven de forma habitual, retirando posibles hongos.
Otra forma de contribuir en el cuidado de estas especies, es denunciando comercios que vendan especies de colibríes como amuletos para el amor y por supuesto, evitando comprar los mismos.