El plan que salvó al quebrantahuesos: el ave que anida en los Picos de Europa y que casi se extingue hace 60 años

Las aves son importantes para el desarrollo humano, ya que controlan plagas, polinizan plantas y contribuyen a la dispersión de semillas. Además,  atraer turismo y recreación, tienen un valor cultural y estético significativo, y sirven como indicadores de salud ambiental. Casi 300 especies de aves y pájaros que se pueden encontrar en el territorio de España están protegidas; y alrededor de la mitad sufren algún tipo de amenaza para su supervivencia. 

Es precisamente la presión medioambiental del ser humano sobre sus hábitats, la que constantemente provoca que se vean obligadas a anidar en otras localizaciones con mayor dificultad, haciendo aún más difícil su adaptación al mundo que poco a poco les hemos dejado.

Este es el caso de una gran ave osteófaga de la familia de los buitres y que está considerada como una de las aves más amenazadas de la Unión Europea.

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Quebrantahuesos: el ave que casi desaparece en España

La impresionante ave de la que te hablamos en este caso, es el conocido como quebrantahuesos. Un tipo de ave carroñera impresionante por su tamaño y plumas, pero sobre todo inconfundible por su tamaño de cerca de tres metros de envergadura. De hecho, no hay silueta en Pirineos o Picos de Europa que pueda imponer más en el cielo que la del quebrantahuesos.

De su inconfundible aspecto, también llama la atención sus alas oscuras y finas que se estrechan a lo largo de su cuerpo, dejando una cola larga y en forma de cuña. En cuanto a sus patas y cabeza, estos son de un blanco sucio, que en ciertas partes llega a teñirse de naranja oscuro muy similar al color del óxido.

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Un animal carroñero único, que acostumbra a alimentarse de tendones, carroñas y huesos y cuyo nombre tiene que ver con la peculiar forma que tiene de alimentarse de sus presas, dejando caer cada pieza desde una gran altura y sobre las rocas para fragmentar sus huesos. 

Un ave imponente y única que siempre ha sabido adaptarse a los ambientes y paisajes más duros, la evidencia de ello es que está acostumbrada a vivir en áreas montañosas altas entre los 500 y 4.000 metros de altura.

Ejemplar de quebrantahuesos.

Pero sin embargo, hemos estado a punto de perderlo. De hecho, es que hace unos 60 años llegó a extinguirse por completo en Picos de Europa y casi por completo en algunos macizos de Pirineos (España y Francia), Córcega, Grecia y Balcanes.

Una de las causas, es que llegó a ser víctima de la persecución que hubo en España contra los grandes carnívoros, siendo víctima colateral de la colocación de cebos con veneno contra lobos y osos.

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A pesar de que estos problemas por envenenamiento en la alimentación del quebrantahuesos han ido remitiendo en los últimos años, esta ave también se ha visto afectada por esa cada vez menor ganadería extensiva. Todo esto unido a la creciente instalación de aerogeneradores en las montañas, junto con el crecimiento ya de por sí lento de esta ave y su reproducción tardía, han dificultado ese aumento de las especies en los últimos años.

El plan para salvar al quebrantahuesos en España

Por suerte, su supervivencia ya se encuentra en estado de recuperación pasando de 30 quebrantahuesos iniciales a más de 1.200 ejemplares en toda España. Y es que, desde 1980, los esfuerzos de conservación en Navarra, Aragón y Cataluña han llevado a la recuperación de la población de quebrantahuesos en las montañas pirenaicas.

Aún así y a pesar de este éxito, la capacidad limitada de la especie para colonizar nuevas áreas ha mantenido su presencia principalmente en este territorio, lo que sigue planteando riesgos significativos para su futuro.

Precisamente para asegurar su conservación a largo plazo, se implementaron dos proyectos de reintroducción en áreas donde la especie solía habitar: Cazorla y Picos de Europa, a partir de la década de 2000.

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Ya en 2022, se estimaba que había alrededor de 200 parejas en los Pirineos (incluyendo España, Francia y Andorra), 5 parejas en la Sierra de Cazorla, 3 en Picos de Europa, 1 en la Sierra Vasco-Navarra y 2 en el Sistema Ibérico.

Adicionalmente, en 2022, la Fundación inició la reintroducción de quebrantahuesos en la Sierra de Gredos y en el Maestrazgo aragonés. El objetivo era el de recuperar la presencia de la especie en los principales macizos montañosos de España.

Entre los proyectos más recientes, se encuentra la del Proyecto Life+ Red Quebrantahuesos 2013-2018, con el que la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos llevó a cabo acciones de conservación en los parques nacionales de Picos de Europa y Ordesa y Monte Perdido. 

Entre los objetivos se incluyó desarrollar prácticas para recuperar la población de quebrantahuesos, destacar la conexión entre conservación y desarrollo local, mejorar el entorno ecológico y social, fomentar sinergias en la Red de Parques Nacionales, demostrar la eficacia de técnicas de aprendizaje conductual por impronta natural, emplear el ecoturismo como herramienta de apoyo y difundir los resultados del proyecto.

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Con esa reintroducción del quebrantahuesos en Picos de Europa ha podido establecerse un núcleo fundador para facilitar el intercambio de ejemplares con la población pirenaica y reducir así el riesgo de extinción en España. 

Un proyecto en el que se ha incluido la recuperación de embriones con baja esperanza de supervivencia en nidos del Pirineo Aragonés y la posterior suelta y seguimiento de los ejemplares en Picos de Europa.

Iniciativas que han buscado favorecer la distribución de la especie y garantizar su supervivencia en un rango más amplio de hábitats en España.