El planeta Tierra es un lugar repleto de rincones únicos, pero también misteriosos que incluso a día de hoy no dejan de sorprendernos. Y no, no hablamos de destinos turísticos o de fenómenos extraños, sino del polo de inaccesibilidad del Pacífico, más conocido como Punto Nemo.
Por si aún no sabes a qué nos referimos, te adelantamos que se trata de uno de los parajes más remotos del planeta Tierra y del punto más alejado de cualquier lugar de la costa. Un lugar catalogado como el más inaccesible de la Tierra.
Pero su fama, no se debe solo a sus coordenadas o a su distancia a cualquier otra porción de tierra en el planeta, sino a la gran cantidad de objetos y basura espacial que desde 1950 ha regresado a este punto para quedarse en el fondo del océano y más concretamente en este Punto Nemo. De ahí que este lugar de la Tierra se haya convertido en un auténtico vertedero espacial en medio del océano.
El Punto Nemo, qué es y dónde se encuentra
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El también conocido como polo de inaccesibilidad del Pacífico, es un lugar que se encuentra concretamente a 48º52,6' de latitud Sur y 123º23,6' de longitud Oeste. Uno de los lugares más inaccesibles del planeta en medio del Pacífico al que comúnmente se conoce como Punto Nemo (cuyo significado viene del latín y significa nadie).
Un lugar remoto desde el que la costa de tierra más cercana se halla a nada menos que 2.688 km de distancia y a más de 3.500 km del asentamiento más próximo. De hecho, según estas distancias, los humanos que podrían encontrarse más cercanos a este punto serían los astronautas de la Estación Espacial Internacional justo cuando pasan por encima a unos 400 km de altura en la órbita terrestre.
Y es que, aunque esta localización que fue calculada por el ingeniero croata Hrvoje Lukatela en 1992, ya desde principios de la década de 1970 fue un lugar seleccionado por las agencias espaciales para ser ese punto de destino de fragmentos de naves espaciales.
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Su lejanía junto con la profundidad a la que se halla esta región (3.700 metros de profundidad) la convierten en uno de los puntos más alejados e inaccesibles de nuestro planeta. Pero también en una de las ubicaciones favoritas por las agencias espaciales para depositar la basura espacial, de ahí que también haya ganado el título de cementerio o vertedero de basura espacial.
¿Por qué este punto es el favorito de las agencias espaciales?
A pesar de que cada vez más agencias espaciales se decantan por las políticas de nula generación de basura espacial, durante años y todavía muchos de los objetos que vuelven a la Tierra no cuentan con un mecanismo de propulsión que ayude a dirigir su trayectoria para conseguir que los fragmentos que no se desintegran al entrar en la atmósfera no caigan en ubicaciones concretas. Pero siempre que esto es posible controlarlo, la agencia espacial en cuestión debe decidir el lugar de destino de esta basura espacial y este Punto Nemo ha sido en los últimos años el punto de destino favorito para ello.
A día de hoy, en las profundidades de este punto Nemo se encuentran restos de casi 300 naves de diferentes nacionalidades, junto con fragmentos de la estación norteamericana Skylab y al que en los próximos años podrían incluso unirse más. Y es que, se estima que en la órbita de nuestro planeta, según datos de la European Space Agency, actualmente existen un millón de fragmentos de más de un centímetro de tamaño en la órbita de nuestro planeta, unos 120 millones de fragmentos menores de un centímetro y 2.200 satélites inoperativos.
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El misterio del 'monstruo marino' que rodea al Punto Nemo
Pero este lugar tan remoto de la Tierra no destaca sólo por haberse convertido en un vertedero de basura espacial, sino también por los rumores que en los últimos años le han rodeado y relacionado con la existencia de monstruos marinos en la zona.
Rumores que comenzaron después del nombramiento de la zona en 1997, cuando un grupo de oceanógrafos grabaron un sonido misterioso a menos de 2.000 km al este de este punto. Un sonido que bautizaron como 'el Bloop' y que era un sonido más fuerte que el que podía emitir una ballena azul, por lo que rápidamente las especulaciones lo asociaron con un posible monstruo marino.
Sin embargo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU desmintió tal cosa y confirmó que el origen de este sonido era del hielo y más concretamente del sonido que los grandes icebergs emiten al agrietarse y fracturarse.
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Cómo preocupa la contaminación en el Punto Nemo
Aunque la totalidad del espacio es enorme e inimaginable, la basura espacial generada no deja de ser un tema preocupante y, no solo por las consecuencias que podría traer su colisión contra satélites operativos, sino también por los fragmentos que al cruzar la atmósfera y regresar a la Tierra no consiguen desintegrarse y acaban en nuestros océanos y más concretamente en este punto de la Tierra.
Pero más allá de esta basura espacial en el Punto Nemo y a pesar de ser uno de los puntos del planeta en el que prácticamente no hay visitantes, este lugar y sus alrededores tampoco se libran de los plásticos y los desperdicios humanos generados en la Tierra.
Y es que a él también llegan numerosos desperdicios marinos y más concretamente a al noroeste de este punto. Hablamos de plásticos como los sedales, el poliestireno y fragmentos provenientes de barcos o de la costa, que las corrientes giratorias atrapan y desmenuzan en pequeños pedazos. Una basura marina que también podría estar provocando desequilibrios en el ecosistema marino.