Los pinos de Roma son un elemento indispensable del paisaje de la capital italiana, aunque desde hace tres años una plaga los está diezmando. Ahora, una iniciativa ciudadana ha encontrado una solución: mariquitas que actúan como depredador natural de la cochinilla tortuga, el insecto que mata los icónicos árboles romanos.
Este proyecto, impulsado por siete organizaciones vecinales de Roma, libera cada mes a las mariquitas en los pinos, con la voluntad de promover un cambio que pase "del uso de químicos al equilibrio natural" en la lucha contra las plagas, dijo a Efe el promotor de la iniciativa, Massimo Proietti Rocchi.
El próximo 20 de septiembre se celebrará el Coccinella Day (Día de la Mariquita), el día en que se liberan las mariquitas para combatir a la cochinilla tortuga en diferentes plazas y espacios verdes de Roma.
Un insecto americano
La cochinilla tortuga, cuyo nombre científico es Toumeyella parvicornis, es un insecto procedente de Norteamérica que llegó a Nápoles, en el sur del país, probablemente a través de algún barco, en 2014.
Se alimenta de la savia de los pinos, causando su muerte, y se detectó por primera vez en Roma en 2018, adonde se trasladó desde la ciudad napolitana de copa en copa. Al ser una especie procedente de América, carece de depredadores naturales en Italia, lo que ha permitido su rápida difusión.
En 2019, "las infecciones se dispararon y comenzaron a propagarse exponencialmente, afectando a gran parte de la ciudad de Roma", según indica el Comité Fitosanitario Nacional italiano en su último informe.
Coccinella libera tutti
Para contrarrestar a la Toumeyella se creó la iniciativa Coccinnella libera tutti, cuya traducción literal sería "mariquita libera a todos", pero que en realidad es una adaptación del nombre de un juego italiano tradicional.
Una vez al mes, las asociaciones que integran el proyecto sueltan al mismo tiempo en distintas zonas verdes de Roma las dos especies de mariquitas que mejor funcionan como depredador natural para que actúen contra el parásito.
Proietti Rocchi, que es también presidente de la asociación Amici di Villa Leopardi, explica que el Coccinella Day tiene una parte científica para liberar a las mariquitas en las copas de los pinos, pero también otra "dirigida a los niños, que reciben clase de entomología y pueden interactuar con las mariquitas en sus manos".
La iniciativa, que se autofinancia a través de donaciones de voluntarios, experimenta con el uso de las mariquitas desde hace un año
La iniciativa, que se autofinancia a través de donaciones de voluntarios, experimenta con el uso de las mariquitas desde hace un año y mantiene relación con las instituciones para demostrar la eficacia de la lucha biológica con mariquitas.
"Nuestro trabajo es fundamental para llevar los datos a las instituciones", señala a Efe Sandra Naggar, la responsable de relaciones institucionales del proyecto y miembro de la asociación vecinal Comitato Don Minzoni.
Lucha química o biológica
Las indicaciones del Comité Fitosanitario Nacional recomiendan el uso de la endoterapia para luchar contra la Toumeyella, es decir, la inyección en el tronco de abamectina, una sustancia que llega al parásito a través de la savia y lo elimina.
"Mucha gente defiende que es lo más rápido para reducir la presencia de la Toumeyella. Pero saben también que no es la solución a largo plazo", expone Naggar.
El agrónomo Gino Vannucci corrobora el éxito de la lucha biológica con mariquitas: "En los pinos jóvenes de Piazza Don Minzoni la presencia de la cochinilla ha disminuido considerablemente con respecto al pasado junio. Sobre los grandes (pinos) hay restos de cochinilla, pero el aspecto de la vegetación es de un hermoso verde".
Naggar no quiere reivindicar la iniciativa desde su "opinión personal sobre qué es mejor", sino demostrar "con datos" las ventajas de la lucha biológica y destaca que las instituciones están "atentas e interesadas" para comprobar si la mariquita es una nueva aliada para salvar los pinos de Roma, entre otras cosas porque es más barato que los productos químicos.
Salvar la biodiversidad
"No es que no queramos salvar los pinos de Roma, es que queremos salvar todas las plantas del mundo", reivindica Proietti Rocchi, muy crítico con la endoterapia y que defiende buscar un equilibrio natural sin uso de químicos.
"Coccinella libera tutti" es solo "una gota en el océano, pero las revoluciones comienzan en algún punto", señala, recordando que mientras habla se habrán perdido dos o tres especies "sin haber llegado a conocerlas".