La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es tajante: "Para ser sostenible, la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, y al mismo tiempo garantizar la rentabilidad, la salud ambiental, y la equidad social y económica".
Por tanto, conseguir que el sistema alimentario sea sostenible y saludable tanto para las personas como para el planeta se antoja una prioridad para el futuro del ser humano. Y en esa urgencia, que requiere de investigación y sensibilización por encima de todo, entran los Daniel Carasso Fellowship.
Un programa de investigación de la Fundación Daniel y Nina Carasso que cuenta con 160.000 euros de premio por beneficiario. 120.000 de ellos para cubrir la contratación de la persona beneficiaria durante un periodo de 24 meses y 40.000 euros destinados a actividades de investigación.
Este año, las Daniel Carasso Fellowship han recaído sobre Raquel Ajates y Daniel Gaitán, investigadores en clasificación y digitalización de semillas y detección de oportunidades en compra pública, respectivamente. Gracias a este programa, ambos podrán desarrollar su labor en dos universidades españolas, la UNED y la Universidad Autónoma de Barcelona.
La fundación, de carácter familiar y afiliada a la Fondation de France, que se creó en 2010 en Francia y en 2014 se asentó en nuestro país, reivindica la sostenibilidad alimentaria.
Como explica Isabelle Le Galo, directora en España de la Fundación Daniel y Nina Carasso, su labor se centra en "alimentación sostenible, para el acceso universal a una alimentación sana y respetuosa con las personas y los ecosistemas; y arte ciudadano, para el desarrollo del espíritu crítico y el refuerzo de la cohesión social”.
A pesar de no ser muy conocida por el gran público, la fundación distribuye anualmente en España más de cuatro millones de euros en forma de subvenciones para apoyar cerca de un centenar de proyectos nuevos cada año. Para crear, como explica La Galo, “una red de colaboración extensa enfocada a los mismos objetivos de transformación duradera de nuestra sociedad”.
Las Daniel Carasso Fellowship buscan contribuir a la contratación de jóvenes investigadores en universidades o centros españoles
Las Daniel Carasso Fellowship buscan “contribuir a la contratación de jóvenes investigadores y al desarrollo de su proyecto de investigación en universidades o centros españoles, pero su fin último es crear una comunidad de jóvenes investigadores con impacto internacional”.
Este reconocimiento es especial porque más allá de ser una ayuda a la investigación, “los galardonados se convierten en embajadores de la alimentación sostenible y cuentan con el acompañamiento de la fundación para explorar sinergias con los proyectos y redes de nuestro ecosistema”, explica.
Los beneficiarios de esta ayuda destacan la necesidad de un “enfoque sistémico de la alimentación sostenible” y la importancia de trabajar con todos los actores involucrados.
Para Le Galo, la alimentación es un eje estratégico para trabajar de manera sistémica todas las dimensiones de sostenibilidad de nuestra sociedad: “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un marco común de referencia que nos permite alinear metas para la transformación social. Al requerir un enfoque tan transversal de sostenibilidad, la alimentación sostenible impulsa prácticas sostenibles a nivel medioambiental, social, de salud de las personas a corto y largo plazo, procesos de innovación y metodologías de colaboración".
Porque, como concluye, "la alimentación no es sólo una cuestión de alimentos, sino que ofrece la posibilidad de trabajar todos los ODS a la vez.