"El clima es un tema de gran importancia; aun así, China y Rusia han decidido mirar para otro lado". Con estas palabras, el presidente estadounidense, Joe Biden, llamaba la atención a Xi Jinping y Vladimir Putin, por su ausencia –más allá de un vídeo pregrabado– en Glasgow.
A pesar de la presencia de una delegación china y otra rusa en la cumbre del clima que se está celebrando en Escocia, Biden –junto a otros líderes– ha criticado duramente la ausencia de sus homólogos.
"Nosotros hemos venido y hemos tenido un profundo impacto en la forma en que el resto del mundo ve a Estados Unidos en su papel de líder", dijo el estadounidense para enfatizar la importancia de la presencia de los máximos mandatarios en la COP26.
Y la respuesta del Kremlin no se ha hecho esperar: esta mañana, según comunica la agencia de noticias EFE, el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, aseguró durante su rueda de prensa telefónica diaria que "las acciones de Rusia en el ámbito climático no tienen como fin un evento concreto".
A lo que añadió que "por supuesto, no menospreciamos la importancia de la cumbre en Glasgow, pero las acciones de Rusia sobre el clima son consistentes y muy importantes".
"Nuestro balance energético es mucho más verde que el de muchos países", responde el Kremlin
El portavoz del Kremlin insistió en que Rusia se mantiene fiel a sus compromisos ambientales, pero, al igual que otros países del mundo, "afronta problemas relacionados con el cambio climático".
A la reprimenda de Biden sobre los incendios en Siberia y el Lejano Oriente ruso, Peskov contestó: "No olvidemos que los bosques arden también en California, en Turquía y en otros lugares".
Además, el portavoz ruso aseguró que en el marco de sus compromisos, Rusia está tomando medidas para diversificar su balance energético. "Nuestro balance energético es mucho más verde que el de muchos países", sostuvo.
La Rusia ¿verde?
Rusia anunció en la COP26 que invertirá entre un 1,5% y un 2% de su PIB en reducir en un 80% sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2050 en comparación con los niveles de 1990.
La aplicación de este plan permitiría, según el Gobierno ruso, que el país alcance la neutralidad de carbono en 2060.
Entre las acciones encaminadas hacia la descarbonización previstas por Putin figuran medidas de apoyo a la introducción e implantación de tecnologías bajas en carbono o libres de carbono, el estímulo de fuentes energéticas secundarias o cambios en las políticas fiscales, aduaneras y presupuestarias.
También, el desarrollo de las finanzas verdes, iniciativas para preservar y aumentar la capacidad de absorción de los bosques y de otros ecosistemas, y el apoyo a tecnologías para capturar las emisiones de gases de efecto invernadero.