El discurso del odio inunda los feeds de nuestras redes sociales. Para muchos, se ha convertido ya en un día a día. Para combatirlo, la Fundación PorCausa ha lanzado su nuevo informe Narrativas migratorias del amor. De la solidaridad a la comunidad. Con él buscan fomentar la disrupción de las narrativas del odio a través de diferentes pautas.
La propuesta estrella de la oenegé gira, sin duda, en torno al concepto del amor. Esta se suma al interesante catálogo de soluciones de contranarrativas promovidas desde la fundación y que llaman directamente a la acción.
El documento, coautorizado por Lucila Rodríguez-Alarcón y Violeta Velasco, reprueba esta clase de discursos que, según las artífices del mismo, han logrado infiltrarse en “el sentir más íntimo de la ciudadanía”, provocando un triple sentimiento de inseguridad, peligro y miedo.
‘Narrativas migratorias del amor’ es una nueva propuesta con claves para fomentar la disrupción del discurso del odio
Las narrativas del odio, alimentadas por el individualismo y definidas como distópicas, emergieron a partir de episodios traumáticos de alcance colectivo. Se manifestaron inicialmente a partir de los atentados del 11S, pero se han intensificado con la desinformación, los bulos y las fake news hasta tal punto que continúan afectándonos, especialmente con la pandemia.
Las personas, según se lee en el informe, están atrapadas "entre dos muros". Y especifica que, por un lado, estaría "el de los duelos pasados que nos lastran como una mochila de decepciones". Por otro, "el de los nuevos duelos anticipados que nos provocan un estado de ansiedad permanente".
Desridiculizar la polisemia del amor
“El término odio está naturalizado en la escena social y ha encajado en los ámbitos de análisis. Hablar de amor, sin embargo, es diferente”, reflejan las autoras del informe. También denuncian que el amor es un término muy denostado. Por esta razón, resulta indispensable reivindicar el concepto de amor, en su sentido fraternal.
Y, sobre todo, disociarlo de conceptos desvirtuados como el amor "hippie, flower-power, ñoño, cursi o buenista" y el peligroso amor romántico, típicamente relegado al espacio privado.
En relación con este último, las autoras parafrasean y homenajean –al mismo tiempo– a la feminista y activista social estadounidense bell hooks: “La tendencia a reducir el amor a una cuestión de ideología patriarcal ha llevado a ver el amor en sí mismo como el problema, lo que ha estado inhibiendo el desarrollo de una teorización del amor más compleja”.
"El término odio está naturalizado en la escena social; hablar de amor, sin embargo, es diferente", destaca el informe
Este tipo de amor, aunque peligroso para el imaginario individualista mayoritario, “es sin duda el incuestionable antídoto contra el miedo”, señalan. El individualismo, que está profundamente arraigado en algunas sociedades, ha sido la fórmula a la que se ha acudido en el contexto actual de soledad, propiciado por la pandemia. Por esto, indican que hay que “repensar el amor como un proceso de producción de lo común y de nuevas subjetividades”.
Reglas, diversidad y narrativas utópicas
Las narrativas distópicas perduran, actuando de la misma forma que el marketing de futuros, que consiste en "crear futuros que no existen para generarnos necesidades que todavía no tenemos". En este sentido, han predominado principalmente dos tipos de discursos: uno de conformismo y otro de heroicidad.
Un ejemplo habitual del primero son los argumentos que reprenden y critican la precaria y desesperanzadora situación de los jóvenes.
Por otro lado, el segundo, describe la extraordinaria hazaña de un individuo que se enfrenta y supera, por sí solo, los obstáculos que se ponen en su camino. El discurso del héroe se observa claramente en la narrativa sobre los migrantes: “El relato del héroe se encuentra en las tantas historias de superación”, destacan.
Las narrativas distópicas perduran, actuando de la misma forma que el marketing de futuros
Son tres las alternativas que plantean para contrarrestar la preeminencia de este tipo de narrativas. En primer lugar, desde PorCausa proponen unas reglas para generar nuevos discursos: crear un relato propio, eliminar la otredad o evitar el uso de datos.
En segundo lugar, se pueden buscar puntos de encuentro a través de un concepto: la diversidad. El informe pone en valor el poder este concepto ejemplificándolo a través de las campañas de Oliviero Toscani para Benetton. “Para encontrar los puntos en común podemos trabajar sobre valores que van de lo universal a lo más específico”, aseguran.
Por último, frente a las narrativas distópicas, que desagregan se plantean las narrativas utópicas, que colectivizan, las autoras apuestan por la revitalización de tres relatos: el del triunfo, el de la comunidad y el del procomún. “No se trata de construir un relato de lo posible, sino de lo imposible. La utopía se conforma, por lo tanto, a través de una ficción maravillosa que nos inspira y nos hace soñar”.