Los hipopótamos de Pablo Escobar se han convertido en una atracción turística más para el amante empedernido de las narconovelas y de la figura del carismático traficante. La presencia de este animal, aunque positiva para la economía, es ya un quebradero de cabeza medioambiental. No hay que olvidar que estos animales no son precisamente una especie endémica de América.
Fue en la década de los ochenta cuando Pablo Escobar incorporó a su amplio catálogo de ejemplares exóticos en la Hacienda Nápoles (actual Parque Temático Hacienda Nápoles) a cuatro hipopótamos, importados de un zoo de Estados Unidos: tres hembras y un macho.
Tras la muerte del célebre capo colombiano, en 1993, muchas especies exóticas fueron trasladadas a otros espacios. Pero esto no ocurrió con los hipopótamos, cuyo transporte suponía un gran coste. Ahora, se cuentan por decenas y suponen una gran preocupación para los científicos.
Hace dos años, un grupo de expertos indicó en el estudio Ecosystem effects of the world’s largest invasive, de la Ecological Society of America (ESA), que "la expansión continua del área de distribución puede representar una amenaza para los recursos hídricos" de la región. Su impacto medioambiental, sobre todo en la región del río Magdalena Medio, podría incluso perjudicar a la vida acuática del valle.
Estos científicos también alertaron de las dificultades que se presentaban a la hora de tratar de lidiar con esta especie invasora. Se trata de un caso típico de desajuste socioecológico (social-ecological mismatch). La especie invasora propiciaba el desarrollo turístico del parque, a la vez que podía afectar negativamente al ecosistema. Esto planteó un dilema a las autoridades: la acción o la inacción.
434 hipopótamos en 2030
Aunque una estimación preliminar del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt reflejaba que la población de Hippopotamus amphibius en el país suramericano se situaba en torno a los 700 ejemplares. En un informe más reciente, también de esta entidad en colaboración con la Universidad Nacional de Colombia, adelantado este mismo jueves a algún medio apuntaba a una cifra menor.
El informe, adelantado por Infobae este mismo jueves, refleja que existen 133 hipopótamos en el país. Y estima, en boca del exministro colombiano de Medio Ambiente Manuel Rodríguez Becerra, que "al año 2030 existirán alrededor de 434 individuos".
Esta especie, según las declaraciones de Rodríguez Becerra "representa una alta amenaza para el mantenimiento de ecosistemas y especies propias de la biodiversidad colombiana, teniendo en cuenta que es una población en rápido crecimiento, con tasas superiores al 14%".
Hablando sobre las medidas que se deberían poner en marcha, expresó que "esta especie debe ser declarada, en primer lugar, como una especie invasora peligrosa y, en segundo lugar, hacer un plan de manejo que incluye diferentes tipos de medidas que por ahora no se han abordado".
Si bien lo declarado por el exministro aconseja abordar el problema de raíz, declarando al Hippopotamus amphibius como una especie invasora peligrosa en el país. Otros, como Luis Domingo Gómez Maldonado, plantearon su mantenimiento y salvaguardia.
Su propuesta de crear un santuario para garantizar la supervivencia de estos animales provocó una ola de comentarios en las redes sociales. A esta crítica se sumó la de los científicos que trabajan la preservación de otras especies en el país.