Cómo hacer fertilizante casero para plantas: desde cáscaras de huevo y plátano a cenizas de madera

Cómo hacer fertilizante casero para plantas: desde cáscaras de huevo y plátano a cenizas de madera

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Cómo hacer fertilizante casero para plantas: desde cáscaras de huevo y plátano a cenizas de madera

Apostar por los fertilizantes naturales en vez de por los productos químicos es una alternativa sostenible para abonar las plantas tanto de interior como de exterior.

21 abril, 2022 15:46

El uso indiscriminado de productos fertilizantes que llevan potentes productos químicos puede, a la larga, acabar dañando algunas de nuestras plantas. Por eso la utilización de elementos orgánicos caseros como el compost se presenta como una alternativa sostenible y natural para abonar tanto nuestros jardines como terrazas o plantas de interior.

ENCLAVE ODS ha preparado una recopilación de los mejores trucos para hacer un fertilizante casero para plantas. Algunos de los consejos aquí recopilados son muy populares, como la utilización de cáscaras de huevo; otros, como las cenizas de madera, quizás no son tan conocidos y requieren de un poco más de destreza para prepararlos.

En cualquier caso, estas técnicas no sólo son recomendables porque sean una fuente de abono natural para las plantas, sino porque además ayudan a los consumidores a reutilizar excedentes que, en otras ocasiones, acabarían en la basura. También contribuyen a reducir los gases de efecto invernadero al reducir el consumo de productos químicos, a prevenir la contaminación de zonas cercanas a las cosechas o plantaciones y evitan intoxicaciones en seres humanos.

Cáscaras de huevo

Recoger los restos de las cáscaras de huevos para limpiarlas y triturarlas puede ser una de las mejores técnicas para fertilizar las plantas. Al depositar el majado sobre la tierra, sin necesidad de cubrirlo, poco a poco se irá descomponiendo, lo que liberará grandes dosis de calcio ideales para el crecimiento. Algunos expertos recomiendan hervirlas o pasarlas por el horno durante 10 o 15 minutos para eliminar toxinas y facilitar el picado. Una vez machacadas, se deben echar sobre la tierra como si fuera polvo y, preferiblemente, introducir pequeños montones a varios centímetros de profundidad. Es recomendable utilizarla sólo en invierno y otoño, ya que es la combinación de frío y falta de sol la que hace que las plantas pierdan calcio.

Cenizas de madera

El magnesio, el fósforo y el calcio son tres de los elementos aportados por las cenizas de madera. Lo importante es asegurarse de que no se trata de ninguna madera tratada, de carbón o de cartón, ya que sus componentes podrían perjudicar a las plantas. La ceniza de madera es un neutralizador ideal para suelos muy acidificados, y también ayuda a prevenir plagas de hongos, babosas o caracoles. Se recomienda utilizarlo en muy poca cantidad, sin dejar montones de ceniza alrededor de la planta, y sólo una o dos veces al año, en las épocas de siembra, ya que un exceso podría modificar el pH del suelo.

Posos de café

Los posos de café son ricos en nitrógeno y potasio y ayudan a acidificar algunas tierras cuyo pH es demasiado alto, lo que también se conoce como alcalino. También contribuyen a repeler plagas de caracoles, a alimentar a las lombrices, que son las jardineras más eficaces de cara a aportar nutrientes a la tierra, y a repeler plagas de mosquitos. Como colofón, son unas atrapadoras de olores ideales. Quienes duden de qué hacer con la borra de café deberían saber que es uno de los fertilizantes orgánicos más utilizados y populares.

Piel de plátano

Debe aplicarse sólo en temporada y una vez al mes, ya que de lo contrario el exceso de potasio puede matar a las plantas. Lo ideal es usarla en primavera y tomando sólo las cáscaras de plátanos más maduras, cuando se ponen de color marrón, nunca verdes. El método de preparación recomendado para sacar todo el potencial a este fertilizante casero consiste en trocear las cáscaras de plátano, hervirlas y utilizar parte del agua hervida mezclada con agua normal como líquido de riego. 

Humus de lombriz

Aunque no es estrictamente un fertilizante casero, sí que es un compuesto orgánico mucho más eficiente y natural que aquellos que llevan productos químicos. Habitualmente se vende en viveros. Según señala Verdecora, ayuda a mejorar la estructura del suelo gracias a que contribuye al aireado de la tierra, aumenta la capacidad de retención de nutrientes y tiene capacidades antibióticas que son positivas para luchar contra posibles enfermedades desarrolladas por las plantas. Lo ideal es consultar al proveedor sobre qué cantidades se debe echar, ya que dependerá de la planta (si es de jardín o interior, frutal o decorativa) si necesita más o menos cantidad.

Excedentes de vinagre

El vinagre también es un aliado para combatir plagas y ayudar a la neutralización del pH de la tierra, aunque quizás una de las mayores virtudes de mezclar vinagre con agua es que ayuda a neutralizar la cal, una sustancia perniciosa para algunas plantas como el arce japonés. También es un buen repelente de mosquitos, ya que su fuerte olor ayuda a ahuyentarlos. Hasta se puede utilizar a la inversa: en grandes cantidades sirve para mantener los huertos libres de malas hierbas. Si no se diluye en agua, generará altas dosis de acidez en la tierra, lo que evitará que esos molestos hierbajos vuelvan a brotar.