India y Pakistán han entrado en una fase crítica debido a las temperaturas extremas que asolan el sur de Asia. La ola de calor que cruza el continente desde hace un mes se ha agravado en los últimos días, y los servicios meteorológicos regionales han advertido de que la situación empeorará en las próximas horas. La primera quincena de abril ya se ha convertido en la más calurosa desde que hay registros; marzo también batió récords que no se registraban desde hacía más de 120 años.
La ola de calor podría rozar en poco tiempo temperaturas máximas de entre 44 grados en territorio hindú y 50 grados de máximas en el sur pakistaní. En esta situación, más de 1.000 millones de seres humanos (más de un 10% de la población mundial) se encontrarían en peligro ante este fenómeno meteorológico extremo.
Las autoridades ya han pedido que se limiten las salidas al exterior todo lo posible. Previsiblemente, la ola provocará algunas muertes prematuras entre la población local más vulnerable, especialmente entre los sectores de más edad y/o con patologías respiratorias o cardiovasculares, y generará deficiencias en la cadena de suministros, así como en las cosechas o en el acceso a agua corriente.
Prevención para evitar la muerte
"Provocará un número indeterminado de víctimas mortales por golpes de calor", explica a ENCLAVE ODS José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored y consultor de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). "Es difícil saber si el balance lo contaremos en centenares, miles o decenas de miles de fallecidos. Ojalá funcionen las medidas preventivas. Es una de las claves para que no termine en una nueva catástrofe humana", augura, lúgubre, el científico.
El problema es que no se trata de una ola de calor pasajera, sino que las altas temperaturas llevan atizando a la población india y pakistaní desde marzo y se espera que se recrudezcan durante los próximos días. Esta subida afectará tanto a la salud de la población como a la proliferación de incendios y la destrucción de cosechas.
El 35% de los cultivos ya se han visto afectados, y la falta de lluvias provocada por el calor –entre marzo y abril hubo un 71% menos de precipitación– también azotará a los animales y sus ecosistemas, además de que agravará la situación de zonas que ya sufren pobreza hídrica, lo que retroalimentará la sequía y las enfermedades.
De hecho, las estadísticas señalan que la ola de calor afectaría a zonas superpobladas, por lo que al menos el 10% de la población mundial se verá afectada por esta subida indiscriminada de las temperaturas que, en parte, tiene relación con las devastadoras consecuencias que el cambio climático ya está provocando en el planeta.
El calentamiento global está detrás
La ola de calor extrema, que hoy alcanza ya su segundo día, ha dejado temperaturas de 47,5º C a la sombra en Pakistán. En India ha rozado los 45,6 ºC en la localidad de Rajgarh, en el centro del país, y también ha alcanzado los 43 ºC en Birmania y en Tailandia, aunque es previsible que en los próximos días lo peor esté por llegar, alertan las agencias meteorológicas. Asia Central (Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán) sufrirá temperaturas de 40 ºC en los próximos días.
Precisamente los fenómenos meteorológicos extremos, como las ardientes olas de calor y su reverso, los incendios y las sequías, que no harán sino aumentar en los próximos años, están íntimamente relacionados con el calentamiento global. "Las olas de calor entran dentro de todos los pronósticos de los modelos e informes del IPCC que llevamos escuchando durante años y años", considera Susana Bayo, física especializada en atmósfera e investigadora en Ephyslab.
Sobre la correlación entre cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos (explicado en este artículo), Bayo considera que a los científicos les es muy difícil determinar qué evento tiene relación con el cambio climático porque no existen mediciones suficientes, aunque sostiene, tajante: "Sí que es cierto que cada ola de calor, cada evento extremo de temperatura, certifica lo que los estudios dicen sobre el cambio climático, especialmente las olas de calor, en cualquier región del mundo".
"Lo que nos trae el cambio climático es un cambio de los fenómenos meteorológicos extremos: lluvias intensas, sequías más persistentes en el tiempo, olas de frío y olas de calor", añade Bayo. "Con el considerable aumento de la temperatura, especialmente en el hemisferio norte y concretamente en el océano Ártico, estamos generando mucha energía en la atmósfera. Eso tiene consecuencias a nivel global en toda la circulación".