En julio del año pasado, cinco veinteañeros eran arrestados en el centro de Hong Kong. Eran dos hombres y tres mujeres. Todos ellos miembros del comité ejecutivo del ya extinto Sindicato General de Terapeutas del Habla de Hong Kong. Esta semana, se enfrentan a un juicio por sedición por una serie de cuentos infantiles ilustrados.
El caso, que comenzó a juzgarse el pasado martes 5 de julio, se centra en tres libros publicados por este sindicato. En ellos, se representaba a un grupo de activistas prodemocracia hongkoneses como un rebaño de ovejas, indefenso y en peligro. Por su parte, la China continental cobraban vida en forma de lobo.
Los cinco acusados se enfrentan a un máximo de dos años de prisión por "conspirar para imprimir, publicar, distribuir, mostrar y reproducir contenido sedicioso". Las acusaciones se enmarcan bajo el paraguas de una ley de la época colonia.
"Incitación al odio"
Las autoridades entienden la representación de China y Hong Kong plasmada en las ilustraciones, según recoge el diario The Guardian, como "incitación al odio" a China. Y así lo dejó ver la fiscal Laura Ng en el inicio del juicio: "Mientras que la ciudadanía de Hong Kong son una minoría vulnerable, los líderes chinos son totalitarios, despiadados y brutales, y los chinos del continente, unos matones".
Según recoge el diario británico, los acusados reconocieron públicamente haberse inspirado en las protestas de 2019 que precipitó la controvertida ley de extradición. Durante la primera sesión del juicio, la fiscal aseguró, además, que los tres libros que conforman los cuentos infantiles por los que se juzgan a los cinco unionistas están llenos de incitaciones a la violencia y a la subversión.
Por ejemplo, dijo, el primero de los libros, Los 12 guerreros del pueblo de las ovejas, está "claramente" basado en la detención de 12 fugitivos hongkoneses por parte de las autoridades chinas en 2020. El segundo, aseguró, anima a la ciudadanía a tomar las armas y sublevarse, y pide la intervención internacional en el proceso judicial del territorio.
Según Ng, el tercero de los libros del sindicato culparía a las autoridades chinas del continente por la pandemia de la covid-19. Además, les retrataría como "egoístas, poco higiénicos y poco civilizados". Esto, aseguró Ng, "podría avivar e incitar los sentimientos separatistas entre los ciudadanos de Hong Kong".
Los cuentos infantiles que se están juzgando ahora mismo en la isla están destinados a niños de entre 4 y 7 años. Tras el arresto de los cinco acusados, hace ya casi un año, el comisario del Departamento de Seguridad Nacional, Steve Li Kwai-wah, declaró a los medios de comunicación que la historia de estos libros "es muy simple", pero que "contiene información y material de carácter sedicioso".
Además, el policía aseguró que su contenido "provoca odio hacia el gobierno y la administración de justicia" e "incita a la violencia". Estos son los mismos argumentos que siguen utilizándose hoy en el juicio. Por su parte, los acusados se han declarado inocentes de todos los cargos.
En el momento del arresto, la policía incautó 550 libros y congeló 160.000 dólares hongkoneses en activos.
Respecto a la detención y ahora enjuiciamiento de los cinco jóvenes, la Confederación de Sindicatos de Hong Kong ha mostrado su preocupación: "Hoy, un libro infantil se considera sedicioso. Mañana, cualquier metáfora podrá entenderse como palabras sediciosas. Todos los miembros de la sociedad nos encontramos en el límite".