Fueron cinco naves con 250 hombres a bordo las que partieron en expedición marítima desde Sanlúcar de Barrameda un 20 de septiembre de 1959. Solo unos pocos sobrevivieron a aquella aventura que se tradujo en la primera vuelta al mundo capitaneada por el portugués Fernando de Magallanes y culminada por el marino vasco Juan Sebastián de Elcano.
Este es uno de los hitos históricos que ha rescatado la ministra de Defensa Margarita Robles en un artículo publicado en la Revista Española de Defensa. En estos tiempos convulsos, con una guerra abierta en Europa y una escalada bélica preocupante, Robles ha querido recordar que, en estos años de conmemoración del V Centenario de la primera vuelta al mundo Magallanes-Elcano, “los valores de la institución militar no se basan en conceptos trasnochados”.
“A lo largo de la historia, nuestros militares han sido en muchas ocasiones pioneros y embajadores ejemplares de los valores humanos”, destaca la ministra. Recuerda cómo el rey Carlos I “vio el potencial estratégico y económico de lo que Magallanes le proponía, pero no quiso que la expedición fuese un instrumento de conquista, sino un viaje de apertura y encuentro, orientado al establecimiento de relaciones provechosas para los pueblos que la ruta iba a poner en contacto”.
Un ejemplo, comenta Robles, sobre no invadir los límites de otros estados y sobre valores. Según expone el artículo, son los pilares sobre los que construimos nuestras vidas y levantamos sociedades justas y libres.
“Por las especiales características de su servicio, los valores son si cabe aún más esenciales en las Fuerzas Armadas. La entrega de los militares a sus ciudadanos en cualquier momento y lugar, sin importarles el riesgo, la fatiga o la dificultad, solo puede asentarse sobre la plena asunción de principios morales muy sólidos”, señala Robles.
La labor de Magallanes-Elcano
La expedición de Magallanes-Elcano va más allá de la circunnavegación de la Tierra. Sin restar importancia a un hito histórico, esta expedición fue un ejemplo en otros aspectos. Como apunta Robles en su artículo, “la gesta de un puñado de marinos al servicio de la corona de España y su mensaje de concordia y tratados de paz con los pueblos más alejados de su patria se convirtió en un símbolo de la transición del viejo mundo al nuevo”.
Lo que ocurre ahora con nuestros militares sigue aquella estela sembrada en el siglo XVI, “siguen siendo hoy embajadores de una España a la cabeza de la modernidad”, señala la ministra de Defensa. Y es que los valores que practican en sus misiones de paz –espíritu de servicio, valentía, lealtad, competencia, empatía y respeto– son los que nos ayudan a construir un mundo más justo, estable y sostenible.
El artículo publicado hoy pone de relieve cómo Juan Sebastián Elcano y su tripulación contribuyeron a romper las ataduras geográficas, morales e intelectuales de su tiempo y como los militares españoles “sirven de ejemplo o para seguir esforzándonos en mejorar el convulso mundo actual”.
La ministra concluye asegurando que “lo hacen con la sólida base que les proporcionan unos valores morales y éticos que no son de su exclusividad, sino patrimonio de cualquier ciudadano que goce de un sistema de derechos y libertades como el que nuestro país ofrece”.