120.000 euros. Esa ha sido la dotación global de los Premios Sociales de Fundación MAPFRE que se concedieron este jueves 6 de octubre en una ceremonia presidida por la reina doña Sofía y la secretaria general de Objetivos y Políticas de Inclusión y Previsión Social, Milagros Paniagua, en el Casino de Madrid.
Los Premios Sociales MAPFRE han querido, un año más, como asegura la propia fundación, “reconocer la labor de aquellas personas y organizaciones que dedican su tiempo y esfuerzo por conseguir un mundo mejor, más justo e igualitario y cuya generosidad y entrega es un ejemplo para la sociedad”.
Ese es, precisamente, el objetivo de la nueva edición de estos galardones que premian a las personas e instituciones que han realizado actuaciones destacadas en beneficio de la sociedad en los ámbitos científico, cultural y social.
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Durante la entrega de premios, Antonio Huertas, presidente de MAPFRE, felicitó a los ganadores, y en especial, a aquellos que “a diario viven situaciones extremadamente dramáticas y se levantan cada día pensando en positivo para poder seguir atendiendo a las personas que sufren y que les necesitan”.
Huertas aprovechó la ocasión para reflexionar sobre "lo tremendos" que serán los efectos sociales de la invasión de Ucrania. Y "lo terrible" de las consecuencias económicas.
También ha hecho referencia las instituciones del tercer sector, como Fundación MAPFRE, “por poner el foco en los más vulnerables y ayudarles para que no crucen esa línea de la pobreza de la que es tan difícil salir”.
Además, quiso dedicar unas palabras a todos aquellos jóvenes, "que ya no lo son tanto", a los que la crisis económica de 2008 azoto: “Les hemos cerrado las puertas a los jóvenes que están ahora en la treintena y que allá en la década pasada eran los más jóvenes. Les hemos condenado a la precariedad”. Por eso, remarcó, desde las fundaciones y el tercer sector no se puede volver a cometer el mismo error con los que ahora están empezando su carrera laboral.
Huertas destacó, también, que “la solidaridad tiene un enorme efecto multiplicador”, ya que “si cada uno de nosotros hace la parte que le toca, que es como entendemos en MAPFRE nuestro compromiso con la sostenibilidad, estamos sumando muchos esfuerzos y llegando a mucha gente. Todos estamos invitados a actuar por un mundo más inclusivo, justo y solidario”, indicó.
Y concluyó su intervención diciendo que "juntos podemos construir un futuro más humano". Algo que demuestran los ganadores de los premios solidarios de este año, elegidos entre un total de 1.432 candidaturas –un 17% más que el año anterior– procedentes principalmente de Europa, Estados Unidos e Iberoamérica. Carolina Herrera, el tren medicalizado en Ucrania de Médicos Sin Fronteras, la labor de inclusión de la Fundación Intengra y la Bodega Matarromera han sido los cuatro premiados de este año.
Carolina Herrera
El jurado ha rendido homenaje a la trayectoria profesional y humana de Carolina Herrera (Caracas, 1939) con el Premio A Toda una Vida Profesional. Esta empresaria y diseñadora de moda de reconocimiento mundial fundó su propia casa de moda en Nueva York en 1981, con 42 años.
Herrera quiso compartir el premio "con las personas que dan la oportunidad de una vida mejor y trabajan por el bien común". Su marca, a través de la moda y los complementos, las fragancias y el maquillaje, ocupa uno de los puestos más relevantes del lujo mundial, con presencia en más de 140 países.
Tanto Carolina Herrera como su marca han colaborado –y siguen haciéndolo– con entidades que ponen el foco en la lucha contra la malnutrición o el cáncer, como la Fundación Aladina, y que promueven el bienestar de la infancia y el empoderamiento de la mujer, principalmente a través de la formación.
Entre sus actividades, destaca el apoyo incansable de Herrera a la lucha y prevención del cáncer de mama y su compromiso con el desarrollo de la mujer, ámbitos que le han llevado a colaborar con asociaciones como Dress for Success, en EEUU, o Fundación Ared y Fundación Quiero Trabajo, en España.
Ante la pandemia, y en colaboración con la Cruz Roja y Media Luna Roja, la firma puso en marcha la iniciativa Carolina Herrera Heart for Hope con la que recaudó 7 millones de dólares para proporcionar material médico y apoyo psicológico a comunidades afectadas en países de todo el mundo.
El tren medicalizado de MSF
El galardón al Mejor Proyecto por su Impacto Social ha sido este año para Médicos Sin Fronteras (MSF), organización que puso en marcha un tren medicalizado a finales del mes de marzo, poco tiempo después de que estallara la guerra en Ucrania.
La asociación médico-humanitaria, que el año pasado cumplió medio siglo de historia, buscó una solución con la que brindar atención médica a los heridos que llegaban a hospitales y centros de salud en las zonas más cercanas a los combates y que estaban al límite de sus capacidades.
Como quiso remarcar la presidenta de MSF en España, Paula Gil Leyva, "una guerra es el dolor de un padre, es una gran injusticia, es un fracaso de la humanidad". Por eso, desde MSF, en colaboración con los Ferrocarriles Nacionales de Ucrania y el Ministerio de Salud del país, pusieron en marcha un tren medicalizado, una "gran ambulancia con raíles".
Así, para dar apoyo al sistema de salud ucraniano, que se encuentra "desbordado", se puso en marcha esta iniciativa que permite trasladar a pacientes desde los hospitales ucranianos saturados en zonas próximas al frente a centros hospitalarios del oeste, más alejados y con más capacidad, donde pueden recibir la atención que necesitan y recuperarse junto a sus familias.
Desde su puesta en marcha, el tren medicalizado ha trasladado a 1.811 pacientes y a 78 menores de un orfanato en un total de 58 viajes.
Gil quiso recordar también que los ecos de la guerra de Ucrania se escuchan en otros conflictos y lugares en los que Médicos Sin Fronteros trabaja. Hizo un repaso de hambrunas, guerras y situaciones de emergencia humanitaria por todo el mundo. Porque, como recordó, "la tempestad golpea mucho más y mucho más duro que en el este de Europa".
Fundación Integra
El jurado ha elegido a esta entidad, con más de 20 años de trayectoria, para recibir el Premio a la Mejor Entidad por su Trayectoria Social. Su compromiso con la inclusión social y con la creación de segundas oportunidades, y su entrega a la hora de ayudar a personas en situación de exclusión social severa y personas con discapacidad para que retomen las riendas de su vida a través de la integración laboral han sido clave para esta decisión.
El objetivo de esta institución, que hasta la fecha ha proporcionado empleo a más de 19.500 personas (el 70% mujeres), es intentar que todas estas personas alcancen su plenitud gracias a un empleo digno que les permita recuperar su independencia, su autoestima y su sentido de utilidad.
Ana Botella, presidenta de la fundación, quiso remarcar que su proyecto nació de una certeza: "No hay medida social más importante que el empleo". Y es que el trabajo da la oportunidad de "tener un proyecto de futuro" y empezar de cero, recalcó.
Este reto lo consigue intermediando entre las empresas y entidades sociales, de modo que, no sólo logra la inserción laboral, sino una integración real en la sociedad.
Bodega Matarromera
El jurado del Premio a la Mejor Iniciativa en el Sector Agropecuario, que tiene carácter bienal y que también está dotado con 30.000 euros, ha reconocido el compromiso con el territorio, la innovación y la sostenibilidad de la empresa Bodega Matarromera, con más de 30 años de trayectoria y una referencia dentro del panorama vitivinícola nacional e internacional. Y es que, como su propio fundador y presidente, Carlos Moro, explicó durante la entrega de premios, “trabajamos por y para nuestros pueblos y sus gentes”.
Presente en seis Denominaciones de Origen (Rueda, Ribera del Duero, Cigales, Toro, Rioja y Ribeiro) a través de sus 10 bodegas, Matarromera es líder en I+D+i y apuesta por el respeto al medio ambiente a través de la construcción de instalaciones ecoeficientes, agricultura ecológica, gestión de los residuos y del agua y uso de energías limpias y renovables.
Destaca, además, por promover proyectos de investigación que les permiten elaborar productos cada día más naturales y saludables, como WIN, un vino sin alcohol elaborado en Bodega Win, el Valbuena de Duero, así como compromiso con el entorno rural, cuentan con más de 100 empleados, y con la igualdad de oportunidades y no discriminación de personas.