Esta mañana arrancaba en Soria la segunda edición de los Diálogos para el Día Después. Dos jornadas durante las que, como explicó la politóloga Cristina Monge, una de los presentadores del encuentro, servirán para imaginar el futuro de la mejor manera, "creándolo".
La plataforma El Día Después, organizadora de estos diálogos, busca con ellos encontrar soluciones a los problemas a los que ya nos enfrentamos en un momento de confluencia de diversas crisis interrelacionadas (polarización, cambio climático, desigualdad, guerra…).
La idea de estas jornadas es impulsar, mediante un proceso de diálogo democrático, abierto y plural, un nuevo contrato social que garantice la justicia social en la Europa del siglo XXI e impulse la Agenda 2030.
[Opinión: El camino del nuevo contrato social con el planeta: el futuro es de los valientes]
Un contrato social que, como aseguró esta mañana durante su intervención Miquel Roca, socio fundador y presidente de RocaJunyent y uno de los padres de la Constitución, "se habla mucho, pero nos siempre está claro qué es".
Roca insistió en que "nuestra sociedad, el entorno que nos toca vivir, está repensando y buscando cómo redefinir unas nuevas bases de lo que podría ser el estado del bienestar, basado en los grandes valores de la justicia, de la libertad, del pluralismo".
Porque, ha explicado, "hay una necesidad de repensar cuáles son las bases del día después, con las que podríamos construir un futuro en el que la libertad se compaginara y conviviera con un bienestar que, a veces, tenemos la sensación que está en crisis y se nos escapa y es difícil de construir sobre bases imprecisas".
El encuentro, que se ha podido seguir tanto de manera presencial como a través de YouTube, se plantea como un espacio de escucha y diálogo, de reflexión sosegada y de puesta en común de propuestas. Su objetivo es abordar la actual encrucijada histórica, en un momento en el que se ha puesto de relieve que el actual contrato social que se gestó a raíz de la II Guerra Mundial, ya no es capaz de dar respuesta a los retos complejos que se nos plantean.
El nuevo contrato social
La jornada de hoy, que se ha celebrado en el teatro Palacio de la Audiencia del Ayuntamiento de Soria, ha girado en torno a ese contrato social de la segunda posguerra, que dio lugar al nacimiento del estado del bienestar en Europa. Ese mismo que ha permitido crear prosperidad y distribuir oportunidades en las economías desarrolladas durante décadas.
Sin embargo, hoy muestra señales de agotamiento en un mundo que ha cambiado. Y es que, como señaló Roca, la polarización social, la desinformación, el cambio climático, la desigualdad creciente, las pandemias y las guerras son algunos de los problemas complejos a los que nos enfrentamos y que ponen de relieve la necesidad de un nuevo contrato social.
Uno que se plantee desde lo local y no solo desde lo global. Por suerte, como se mencionó en varias ocasiones durante la primera jornada de estos diálogos, no partimos de cero. La Agenda 2030 firmada por 193 países en 2015 es el resultado de un amplio consenso internacional sobre la necesidad de construir un nuevo contrato social que nos acerque a un mundo más justo y próspero, en armonía con el planeta y sin dejar a nadie atrás.
Sin embargo, la construcción del nuevo contrato social sólo es posible mediante un proceso democrático, abierto y plural que requiere nuevos espacios y métodos de colaboración que posibiliten que diferentes actores y sensibilidades dialoguen, escuchen y actúen conjuntamente.
Ponentes de primer nivel
En el primer día de los Diálogos se ha buscado profundizar en el concepto de contrato social, el porqué de su renovación y su vínculo con la Agenda 2030. Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social, Sara de la Rica, directora de la Fundación ISEAK, el expolítico y padre de la actual Constitución, Miquel Roca, y Lucía Velasco, investigadora del Instituto Europeo de Florencia, formaron parte en este primer bloque.
A continuación se profundizó en el arte y la técnica de la colaboración como herramienta indispensable para lograr una óptima colaboración entre lo público, lo privado y la ciudadanía. Participaron en este diálogo Carlos Mataix, director del itdUPM, Luís Tadeu Assad, director presidente de IABS, Emma Rué, socia Gerente de Consultoría de Administraciones Públicas en Daleph, Gorka Espiau, director del Centro de Estudios Sociales y Políticos Agirre Lehendakaria, Beatriz Novales, Directora de Programas e Incidencia de Oxfam Intermón y Mercedes Valcárcel, Directora General de la Fundación Generation Spain.
Para finalizar esta primera jornada, se abordó la necesidad de diseñar un contrato inclusivo, que no deje a nadie atrás. Hablarán sobre ello representantes de entidades sociales como Ricardo Ibarra, de la Plataforma de Infancia, Catalina Perazzo de Save de Children o Ximena Zambrana, de Regularización Ya, a los que acompañarán Joan Coscubiela, director de la Escuela de Trabajo de CCOO, Lola García, joven representante del Consejo Crítico de El Día Después y el exsecretario de Estado de Empleo Juan Pablo Riesgo. El economista José Moisés Martín planteó las consideraciones preliminares.
En paralelo a los diálogos, se organizó un taller sobre cómo visibilizar el impacto de la cultura en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a cargo de Alfons Martinell, director honorífico de la Cátedra Unesco, y Lucía Vázquez, coordinadora de proyectos de la Red Española de Desarrollo Sostenible (REDS-SDSN Spain).