La calidad del aire ha empeorado este año significativamente, sobre todo tras los episodios de calor extremo que hemos vivido este verano. Hace unos días, se conocía el dato de que el 98,7% de la población española estaba expuesta a niveles peligrosos de ozono troposférico, un gas con un impacto muy nocivo en la salud.
Ahora, la Comisión Europea ha propuesto revisar la Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa. De esta manera continúa ese proceso de actualización de la normativa europea que puede llegar a adoptarse a lo largo del 2023 tras el debate en el Consejo y el Parlamento comunitarios.
Lo vital es acercarse a los límites que la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone como seguros para la salud de la población. La agencia de Naciones Unidas los endureció hace solo un año para adecuarse a lo establecido y comprobado como respetuoso con la salud.
Desde Ecologistas en Acción, acogen positivamente esta propuesta de la Comisión Europea, porque propone rebajar sustancialmente la mayor parte de los límites de calidad del aire vigentes. Además, aplauden que se aproximen a los recomendados por la OMS, aunque aún siguen siendo más permisivos.
Según la nueva propuesta, el el valor límite anual de dióxido de nitrógeno (NO2) pasaría de los actuales 40 microgramos por metro cúbico (mg/m3) a 20 mg/m3, mientras los valores límite anuales de partículas respirables (PM10) y finas (PM2,5) bajarían respectivamente de 40 a 20 mg/m3 y de 25 a 10 mg/m3. Se crean además nuevos valores límite diarios para el NO2 y las PM2,5.
Como apunta Ecologistas, la aprobación de estos nuevos límites de calidad del aire dejaría a la mayor parte de las grandes y medianas ciudades españolas en una situación de incumplimiento legal. En este sentido, la organización considera que las autoridades nacionales, autonómicas y locales deberán hacer un esfuerzo muy superior al actual para cumplirlos, mejorando la calidad del aire que respiramos mediante políticas que potencien el transporte público eléctrico y la movilidad peatonal y ciclista.
Entre los aspectos más criticados de esta nueva propuesta están que los nuevos límites legales se podría demorar hasta, al menos, el año 2030. En opinión de los Ecologistas, esto puede llegar a reducir la eficacia de la normativa.
Además, no se ha incluido el ozono troposférico, para el que se pretende mantener los actuales niveles recogidos en la legislación europea y que distan enormemente de los recomendados por la OMS.
Según recoge la propuesta de la UE, "se introducen valores límite para todos los contaminantes atmosféricos actualmente sujeto a valores objetivo, excepto del ozono (O3)". Añaden que "esto aumentará la eficacia en la reducción de las concentraciones de otros contaminantes atmosféricos. "El ozono está exento de este cambio debido a las características complejas de su formación en la atmósfera que complican la tarea de evaluar la factibilidad de respetar los valores límite estrictos", prosigue.
Sin embargo, la propuesta se olvida –de momento– de la regulación del ozono troposférico. Este es un tipo de contaminante secundario que se forma por la reacción de la radiación solar y otros contaminantes emitidos a la atmósfera por el transporte y la industria. Es uno de los más extendidos en el sur de Europa.
Lo que ocurre con la actualización de la normativa sobre calidad del aire es que se quieren mantener los actuales valores objetivo. Sin embargo, es cierto que todo puede cambiar, porque aún debe debatirse tanto en el Consejo como en el Parlamento.
Aún así, Ecologistas en Acción pide una tramitación rápida de la revisión de la Directiva de calidad del aire. Apela al Gobierno español para que la impulse y culmine durante su Presidencia del Consejo Europeo, en el segundo semestre de 2023, y busque una mayor aproximación de los nuevos límites legales a las directrices de la OMS. De esta manera, se podría adelantar el plazo de entrada en vigor de los mismos, en beneficio de la salud de la ciudadanía española y europea.
Los niveles de ozono en España
De acuerdo a los últimos datos oficiales de las distintas administraciones analizados por Ecologistas, la contaminación por ozono troposférico en países como España ha vuelto a repuntar este año. Eso sí, según los valores recomendados y endurecidos hace un año por la OMS. En este sentido, el 98,7% de la población española habría respirado niveles peligrosos de este gas contaminante.
Lo preocupante de esta información es que ya se conoce lo que puede causarnos a nuestra propia salud y también a la de los ecosistemas. En lo que se refiere a nosotros, la exposición a altos niveles de ozono provoca efectos adversos en la función respiratoria, por lo que puede desencadenar inflamación pulmonar, insuficiencia respiratoria, asma y otras enfermedades broncopulmonares. También se encuentran evidencias de que, a largo plazo, deteriora la salud reproductiva.
Pero es que, además, como publicamos en EL ESPAÑOL, estos efectos no solo afectan al organismo humano, sino también a los recursos de los que nos nutrimos. Tiene importantes repercusiones sobre la tierra y sobre todo lo que cultivamos en ella. El ozono llega a reducir la productividad de las plantas, aumentando su vulnerabilidad a las enfermedades y plagas o incrementando de manera excesiva los nutrientes presentes en el agua y el suelo (eutrofización).
Por este motivo, la Oficina Ambiental Europea (EBB) ha pedido al Parlamento Europeo y a los ministros del Consejo Europeo que garanticen que todos los europeos puedan respirar aire limpio mediante el fortalecimiento de la legislación sobre calidad del aire.
Zorana Jovanovic, presidenta del Comité de Medioambiente y Salud, asegura que “La carga de enfermedad por la exposición a la contaminación del aire sigue siendo inaceptablemente alta en Europa”. Por este motivo, asegura que “necesitamos mayores esfuerzos para reducir la exposición a la contaminación del aire con un camino más ambicioso para lograr la alineación total con las Directrices de Calidad del Aire de la OMS en toda Europa”.