"Hay que tomar una decisión ya, se le debe excarcelar antes de que muera por la huelga de hambre". Con estas palabras, el canciller alemán Olaf Scholz hacía alusión durante la jornada de la COP27 de hoy al peligro al que se enfrenta el preso Alaa Abd el-Fattah.
Así, el Gobierno germano se convertía en uno de los primeros en alzar la voz por el bloguero y activista británico-egipcio que fue condenado en diciembre de 2021 a cinco años de cárcel en Egipto por "distribuir noticias falsas". Algo que desde Amnistía Internacional consideran "tremendamente injusto".
Coincide con la oenegé el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, quien el pasado viernes pidió personalmente al Gobierno de Egipto que lo libererase con premura. "Abd el-Fattah está en grave peligro; y su huelga de líquidos lo pone en una situación aún más severa", dijo Ravina Shamdasani, portavoz del alto comisionado, tal y como recoge Reuters.
Abd el-Fattah es una de las voces más críticas y conocidas del país, y fue una de las caras más visibles de la Primavera Árabe. Desde su entrada en prisión, ha estado 200 días en huelga de hambre, consumiendo solo leche, miel y té. Desde el pasado domingo –coincidiendo con el inicio de la cumbre del clima en Sharm el-Sheikh– también ha dejado de beber.
El objetivo de este activista con esta severa huelga es el de conseguir acceso al consulado de Reino Unido, país del que tiene doble nacionalidad.
¿Quién es Abd el-Fattah?
El bloguero de 40 años, nacido en Cairo, viene de una familia con tradición activista. Desarrollador de software de profesión, la revolución que derrocó a Hosni Mubarak, expresidente de Egipto.
Según el medio egipcio al-Ahram Weekly, el nombre de Abd el-Fattah es sinónimo de la revolución del 25 de enero. Así, hace referencia a las revueltas contra el régimen de Mubarak en 2011. Además, fue uno de los encargados de publicar lo que ocurría durante la Primavera Árabe egipcia y estuvo en el epicentro de las protestas en la plaza Tahrir.
Una vez derrocado Mubarak, Abd el-Fattah continuó liderando las protestas contra el régimen militar que se quedó al mando del país. En octubre de ese mismo año, fue detenido y acusado de "incitar a la violencia contra los militares". En diciembre de ese mismo año, un juez ordenó su liberación.
Pero esa no ha sido ni la primera ni la última vez que este activista ha pasado por prisión. En 2006 pasó 45 días en la cárcel, junto a otros blogueros, por desafiar al régimen del expresidente Mubarak.
En 2013 volvió a ser encarcelado por, supuestamente, organizar una manifestación crítica con la nueva constitución egipcia a las puertas del Parlamento del país. Según el activista, la reacción de las fuerzas de seguridad al reclamar la orden de detención fueron los golpes.
Dos años después, fue condenado a cinco años en prisión y en marzo de 2019 fue liberado. Sin embargo, su libertad no duró mucho: en septiembre de ese mismo año volvieron a arrestarlo, acusado falsamente de participar en unas movilizaciones.
Finalmente, en diciembre de 2021 fue sentenciado a cinco años de prisión, condena que está cumpliendo en estos momentos.
La hermana de Abd el-Fattah en la COP
La hermana de Abd el-Fattah, Sanaa Seif, publicaba ayer lunes 7 de noviembre una carta abierta en el diario británico The Guardian pidiendo al primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, que interceda por su hermano. "Es nuestra única esperanza", escribió la activista egipcia.
Desde que el domingo comenzara la COP27, Seif se ha instalado en Sharm el-Sheik, a las puertas del pabellón en el que se está celebrando la cumbre del clima. A pesar de que el líder británico envió una misiva a la familia de Abd el-Fattah prometiendo que hablaría con su homólogo egipcio, Abdulfatah al Sisi, Sunak se ha negado a contestar las preguntas de los medios relativas al activista.
Al menos, así lo asegura el medio estadounidense Vice News, que afirma en Twitter que el primer ministro ha ignorado reiteradamente sus preguntas sobre la situación de Abd el-Fattah.