Mientras los mandatarios de los países firmantes del Acuerdo de París se afanan en el compromiso de la lucha contra el cambio climático, los datos actualizados que publican las instituciones científicas les dificultan aún más la tarea y urgen a la toma de acciones inmediatas.
Lo último ha sido lo presentado por Climate TRACE, una organización de investigadores y científicos de datos que, en su último informe, revela que las emisiones procedentes de la producción de gas y petróleo reales triplican a las declaradas por los países obligados a reportarlas a la ONU.
Esta información se ha conocido durante la 27ª Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (COP27) celebrada en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij. Como recoge Efe, este nuevo documento es el inventario más detallado hasta la fecha sobre los mayores focos de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) del mundo.
Recoge hasta 72.612 fuentes emisoras individuales, entre las que se encuentran centrales eléctricas, siderúrgicas, carreteras o yacimientos de petróleo y gas. Además, rastrea unos 20 sectores contaminantes como la aviación, la agricultura, el transporte marítimo o los residuos.
Lo declarado por gobiernos y empresas no se está ajustando a la realidad, porque como muestra el informe de Climate TRACE, existe una clara e importante falta de información sobre las fugas de metano, la quema en antorcha (que se realiza para gestionar un tipo de gas natural generado a raíz de la extracción de petróleo) y otro tipo de actividades relacionadas con la industria de los combustibles fósiles.
Esto es algo que ya se había denunciado anteriormente. Medios como la BBC, por ejemplo, denunciaron en una investigación publicada a finales de septiembre cómo las principales compañías petroleras no estaban declarando millones de toneladas de emisiones procedentes de la quema de gas en docenas de campos petroleros.
En base a datos satelitales del Banco Mundial, pudieron identificar las emisiones de cada uno de estos lugares. Estimaron que en 2021, se ocultaron casi 20 millones de toneladas de CO2 procedente de la quema en antorcha. Esto equivale a las emisiones de gases de efecto invernadero que producirían unos 4,4 millones de automóviles en un año.
También en España, organizaciones como Ecologistas, publicaron recientemente cómo al menos una decena de infraestructuras gasísticas del norte de España estaban emitiendo importantes cantidades de metano no declarado. Un gas que, como señalaban, tiene un potencial de calentamiento de la atmósfera hasta 86 veces superior que el dióxido de carbono (CO₂).
"Por fin tenemos datos sobre emisiones que nos permiten actuar con decisión y priorizar los esfuerzos para lograr las enormes reducciones que necesitamos para evitar los impactos más catastróficos de la crisis climática", aseveró el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore en declaraciones recogidas por Efe.
Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, ha comentado también que iniciativas como Climate TRACE marcan el comienzo de una era de "transparencia radical" en el seguimiento de las emisiones y hacen más difícil "el engaño".
“Las emisiones son mucho más elevadas de lo que se había informado", insiste Guterres, y asegura que estos datos deberían ser una llamada de atención para los gobiernos y el sector financiero. Especialmente, "para aquellos que siguen invirtiendo y financiando la contaminación por combustibles fósiles".
El documento revela datos tan relevantes como que tan solo las 500 mayores fuentes emisoras de la industria fósil analizadas concentran el 14% de las emisiones mundiales. Es decir, esto supera lo emitido por países como Estados Unidos, uno de los mayores contaminantes del mundo.
No obstante, esto tampoco resta responsabilidad a los países más contaminantes, que, como reveló antes del inicio de la COP27 el Climate Action Tracker –un grupo de investigación independiente–, Ninguno de los mayores emisores del mundo (China, Estados Unidos, la Unión Europea e India) ha reducido sus emisiones lo suficiente como para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
De hecho, estos países concentran más de la mitad de las emisiones históricas de gases que calientan el planeta, entre las que se incluyen el dióxido de carbono y el metano. Estados Unidos sigue siendo el mayor emisor histórico y China el que más emite actualmente.
Es precisamente esta inacción la que se está debatiendo estos días en la COP27. Los compromisos actuales de los países nos encaminan a un calentamiento de la atmósfera superior a dos grados. Hasta ahora, según los últimos datos, el mundo se ha calentado 1,15 grados, lo que deja un margen de 35 décimas que requiere de una acción urgente. De lo contrario, conoceremos la cara amarga del cambio climático en el corto y medio plazo.