Llega la Navidad y, con ello, los anuncios de regalos cargados de simbología y estereotipos. Para cambiar esta situación, los principales fabricantes de juguetes españoles han firmado con el Ministerio de Consumo un acuerdo.
Se basa en un código de autorregulación que pretende desterrar estos estereotipos, evitar asociar los juegos a uno u otro sexo, impedir sexualizar a los menores e impulsar un lenguaje inclusivo y una imagen igualitaria. Si algún anuncio incumple las normas, se deberá retirar.
Esta normativa afecta principalmente a los miembros de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), que representa el 80% de la facturación del sector y aglutina a las mayores empresas del país.
[La prioridad es digital, no los juguetes sexistas]
Las personas recibimos entre 3.000 y 5.000 impactos publicitarios diarios, por lo que, si gran parte de ellos van destinados a la compra de juguetes en función del sexo, no cabe duda que el fin con el que se crea el anuncio se hará efectivo en gran parte de los espectadores.
Son muchos los informes que apuntan a los anuncios de juegos y juguetes emitidos en las fechas especiales y navidades como sexistas. Además, según el estudio Estereotipos y roles de género en la publicidad de juguetes, el 38,5% de los anuncios muestra a las niñas como arquetipos femeninos de belleza o de cuidadora y madre/esposa.
Por todo ello, el acuerdo del Ministerio con los fabricantes busca concienciar y motivar a la compra de juguetes que no tengan carga sexista, pero sobre todo promover que no existan juguetes de niño y juguetes de niña.
Esto es, promover que el juguete simplemente sirva para la diversión y sobre todo para la educación de niños. Un juguete libre de género engloba, por tanto, todos. Y es que, cada juguete puede contribuir a desarrollar una destreza o habilidad y todos son importantes.
Para que un juguete sea sin género debe crearse según su temática, sin hacer distinción entre productos para niñas y para niños. Entendiendo que jugar es una actividad universal que trasciende categorías de género.
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La idea de fondo es que los propios chicos y chicas puedan elegir con qué quieren jugar, sin que ninguna publicidad limite sus intereses. Para ello, los fabricantes y las tiendas deben ser neutrales tanto en la disposición de los juguetes como en su presentación y empaquetado.
¿Qué es un juguete sexista?
Que el color rosa es de niñas y el color azul es de niños son afirmaciones peligrosas por su influencia en la consolidación de estereotipos y roles de género desde la infancia.
Los juguetes dedicados a niñas tenían que ver con la belleza, la dulzura, el cuidado y las tareas domésticas: muñecas y sus vestidos, cocinitas, bebés, maquillajes. Tienen el objetivo de asociarlas con características como ser tranquilas, presumidas y dedicarse a los cuidados.
Por su parte, los juguetes pensados para niños están relacionados con el deporte, la acción, los medios de transporte, la construcción, la competencia por su fuerza, violencia y competitividad.
Que un juguete sea sexista da lugar a que se promueva la discriminación, replicando la desigualdad, alejan a los niños y niñas de sus verdaderos intereses además de limitar las oportunidades de desarrollo.
[¿Puedo denunciar la publicidad sexista?]
Así, que los niños rechacen juegos y juguetes clásicamente de niña se debe a que se representa como algo femenino y débil, inferior o poco relevante. Sin embargo, los juegos de niño no sufren este juicio peyorativo, pero aún así, si a una niña le gusta jugar al fútbol o con coches, puede ser calificada como 'masculina'.
El concebir un juguete como 'sin género' permitirá entender que con cada tipo de juego se estimulan diferentes tipos de habilidades, y se prepara para diferentes situaciones del futuro. Independientemente de si se es niño o niña, es importante tener la oportunidad para acceder a una amplia variedad de juegos.