La brutal tormenta invernal Elliot está causando auténticos estragos en Norteamérica. Las intensas nevadas han dejado calles cortadas, vuelos cancelados, miles de personas sin electricidad y al menos medio centenar de personas fallecidas. Pero también ha dejado paisajes apocalípticos, que parecen sacados de una película de ciencia ficción. Es el caso de Crystal Beach, una pequeña comunidad de Fort Erie frente al lago Erie en la provincia de Ontario (Canadá).
La comunidad a orillas del lago de aproximadamente 8.500 habitantes ha sido una de las más afectadas por la tormenta. En el extremo oriental del lago, se sitúa justo enfrente de Buffalo (Estados Unidos), donde según han informado las autoridades estadounidenses, más de 30 personas murieron a causa del evento climático extremo.
Si bien los residentes de la región fueron advertidos con antelación de posibles inundaciones, ráfagas de viento de más de 110 kilómetros por hora y fuertes precipitaciones, casi nadie podría haber pronosticado la estampa que ha dejado la tormenta en Crystal Beach.
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Las fuertes rachas de viento provocadas por la tormenta que asola al pueblo perteneciente a la región del Niágara desde el pasado fin de semana provocaron grandes olas en el lago que impactaron sobre las casas de la comunidad. Eso, unido a las bajas temperaturas, dejó una gruesa capa de hielo en casas, coches y aceras, dándole un aspecto fantasmal.
“Las olas subían por encima del muro de contención. Probablemente tenían 10 o 15 pies (3-4 metros) de altura por encima del muro de ruptura”, señaló Derek Tupling, residente de Crystal Beach, a la televisión canadiense CTV News Toronto. “El agua ha congelado la parte trasera de las casas, desde arriba hasta abajo”.
Tupling relata que el gran volumen y la fuerza del agua subió por las paredes y prácticamente se congeló de inmediato por el intenso frío. El resultado: hielo de al menos 30 centímetros de espesor en las paredes de las casas. “Es absolutamente increíble”, dijo a CTV News Toronto.
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Miles de personas en el área se quedaron sin electricidad en los peores momentos de la tormenta. Según Canadian Niagara Power Inc., unas 15.000 personas. Aunque tal y como afirmó el alcalde de Fort Erie, Wayne Redekop, a Toronto Star, ahora mismo alrededor de 600 personas no tienen electricidad en la ciudad.
Ahora, lo que más preocupa a los residentes es el daño que se pueda originar una vez que el hielo comience a derretirse. Otro residente de Crystal Beach, Bob Gurnham, indicó su preocupación por el estado de su edificio. “Es una incógnita lo que sucederá cuando comience el deshielo”, informó al periódico de Toronto. “Parte del hielo ha comenzado a caer y suena como una bomba estallando”.
Redekop aseguró al Star que monitorizarán las inundaciones a medida que la nieve se derrita. “Nuestros equipos de obras públicas vigilarán varias áreas, sobre todo las áreas con las que estamos familiarizados que se han inundado en el pasado. Estamos pidiendo a los residentes que hagan lo que puedan para asegurarse de que estén atentos a cualquier sistema de drenaje que haya frente a sus hogares”.