Calypso, el único saltarrocas de toda Europa y uno de los animales “más queridos” del zoológico Bioparc de Valencia falleció ayer a sus 26 años, una longevidad poco usual entre su especie. Por lo general, la esperanza de vida de esta especie procedente de África suele estar entre los 12 y los 15 años.
Según un comunicado que ha emitido el parque, Calypso era famoso entre las personas que visitan el parque con asiduidad y uno de los animales más apreciados entre los cuidadores. Hasta el último momento, señalan, el personal ha tratado de proporcionarle los mejores cuidados para que tuviera el máximo bienestar posible.
El personal del Bioparc ha querido compartir un “sentido homenaje” al antílope recordando algunos de sus mejores momentos en el parque como la “cariñosa” celebración de su vigesimosexto cumpleaños el pasado mes de septiembre. El parque le preparó entonces “una extraordinaria celebración” con una “llamativa tarta”, según ha publicado la agencia Europa Press.
Calypso había nacido en Frankfurt (Alemania) y no se trasladó a Valencia hasta 2008, cuando contaba con 12 años, en el año de la apertura de Bioparc Valencia. Hasta ahora, se podía visitar al animal en el aviario, donde destacaba entre el grupo de damanes roqueros y una gran variedad de aves.
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Las particularidades y la avanzada edad del animal originaron un protocolo particular tanto en las atenciones que requiere como en un manejo diferente, según ha publicado Europa Press.
En la lista roja de la IUCN
El saltarrocas, u Oreotragus oreotragus (su nombre científico), es un antílope africano que habita en el África Austral y Oriental. Se encuentra desde el año 2008 en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), aunque es una “preocupación menor”, según esta organización.
La población total actual se estima en más de 40.000 individuos, si bien podría tratarse de una subestimación. Un cuarto de ellos se encuentran en áreas protegidas, entre las que se incluyen: las montañas Simien y Bale (Etiopía), Tsavo (Kenia), Luangwa del Norte y del Sur (Zambia), Nyika (Malawi), Namib-Naukluft (Namibia) y Matobo (Zimbabue).
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Tal y como destaca la IUCN, las poblaciones en muchas áreas protegidas y en tierras privadas se consideran estables, y un número considerable se encuentra en hábitats desprotegidos pero inaccesibles. Por tanto, el estado de conservación de esta especie no debería cambiar y su futura supervivencia debería estar asegurada mientras continúe recibiendo protección activa de los parques nacionales y reservas equivalentes.