145 ejemplares de árboles y arbustos autóctonos para recuperar la flora de una región. Un dato modesto pero, a la vez, muy significativo, ya que es el resultado de una jornada de voluntariado que se llevó a cabo en febrero en la cañada Real Galiana a su paso por Meco, Daganzo de Arriba y Camarma de Esteruelas, al este de la Comunidad de Madrid.
La iniciativa, que reunió a 140 voluntarios, tuvo su origen en Tendam, uno de los grupos líder del sector textil en España. Desde la empresa cuentan cómo su compromiso con el desarrollo sostenible y el medioambiente les ha llevado a colaborar con la asociación Reforesta y organizar unas actividades de voluntariado 'eco'.
Porque contribuir a la lucha contra la degradación de la tierra y de los bosques es una de las acciones que ha motivado a Tendam a llevar a cabo esta iniciativa de reforestación con árboles y arbustos autóctonos. Por eso, los empleados de la marca y sus familiares se unieron a 'darle un respiro' a la vegetación de la comunidad autónoma en la que viven.
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"La experiencia medioambiental fue muy buena, los compañeros y nuestras familias interactuamos en la naturaleza, un entorno diferente. Repetiremos", afirma Raquel Flores, del Departamento de Planificación de Cortefiel.
Desde Tendam y Reforesta aseguran que los participantes en estas jornadas de voluntariado asistieron "con muchas ganas". Algo que se notó cuando, tras la sesión formativa de Reforesta, los voluntarios se pusieron manos a la obra con su azada y pico para realizar la plantación de más de un centenar de ejemplares.
Además, tal y como apunta Flores, Reforesta demostró una "gran profesionalidad". Y es que, cuenta, "explicaron todas las actividades de plantación muy bien y estuvieron pendientes de cada miembro del grupo".
Más que plantar árboles
Más allá de la reforestación en sí, en el evento también hubo cabida para otro tipo de actividades. Y es que la iniciativa también buscaba divertir a los niños que acudieron y hacerles entender la importancia de la naturaleza que nos rodea. Por ello, por ejemplo, a los más pequeños se les impartió un curso para construir casas para insectos.
"Ha sido una jornada muy divertida, bien organizada, de acercamiento entre compañeros y de transmisión de importantes valores a los más pequeños. ¡Para repetir sin parar!", señala Rocío Alonso, responsable de Recursos Humanos de Tendam.
Por su parte, Mamen de la Cruz, compradora de Fifty, plataforma outlet en la que adquirir prendas de Tendam, recomienda el voluntariado a todas aquellas personas que no han participado en ninguna edición. Ya que es una buena forma de reunir a los seres queridos y de conocer más en profundidad a los compañeros de la empresa.
Con esta acción, explican desde Tendam, la marca busca poner su granito de arena para mejorar el entorno a la vez que se conciencia a niños y adultos sobre la importancia de cuidar y proteger el planeta.
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