La premio nobel de la paz iraní, Shirin Ebadi; la primera portavoz parlamentaria afgana, Fawzia Koofi; o la miembro de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, Benafsha Yaqoobi son solo algunas de las mujeres que hoy, 8 de marzo, han decidido alzar la voz por ellas mismas y por sus compatriotas.
Todas ellas, junto a un grupo de activistas, han firmado una carta abierta por los derechos de las afganas y las iraníes, que se han visto coartados especialmente en el último año. Con su manifiesto, reclaman que "las leyes actuales sobre discriminación de género no plasman la naturaleza sistemática de las políticas impuestas en Afganistán e Irán para rebajar el estatus de las mujeres en la sociedad".
Y es que, como recoge The Guardian, las afganas e iraníes estarían reivindicando el uso de la palabra apartheid para hacer justicia a la situación que viven. Para ello, aseguran, es necesaria una redefinición del concepto a nivel legal, pues ahora mismo solo contempla "las jerarquías raciales, y no las basadas en el género", matiza para el diario británico la abogada experta en derechos humanos y firmante de la carta abierta, Gissou Nia.
"Es primordial entender que el apartheid de género, ahora mismo, solo tiene poder descriptivo y nada más", lamenta la letrada. Por eso, explica, la campaña lanzada este Día Internacional de la Mujer busca "expandir el conjunto de herramientas morales, políticas y legales disponibles para movilizar la acción internacional y acabar con los sistemas de apartheid de género".
"Equivalente al apartheid"
El pasado 6 de marzo, un informe de Naciones Unidas presentado ante el Consejo de Derechos Humanos daba la razón a las afganas e iraníes. De la situación de las primeras, según recoge Reuters, decía que "la manera en que los talibanes tratan a las mujeres y las niñas es una persecución de género y un crimen contra la humanidad".
El relator especial sobre la situación de los DDHH en Afganistán, Richard Bennet, afirmaba que "la política intencionada y calculada de los talibanes consiste en repudiar los derechos humanos de las mujeres y las niñas y borrarlas de la vida pública". Algo "injustificable e intolerable". Además, afirmaba el experto, sería "equivalente a un apartheid de género".
Pero ¿qué es el apartheid? Según el Estatuto de Roma de 1998, se trataría de un crimen de lesa humanidad y se se entenderán como tal "los actos inhumanos cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen".
Situación límite
Las mujeres en Afganistán han sido expulsadas del sistema educativo y laboral. Y, desde la toma de poder de los talibanes, sus derechos se han borrado de un plumazo. Ni siquiera pueden viajar sin un 'guardián' masculino. En Irán, se ven sometidas al escrutinio constante de la Policía de la Moral y la represión violenta se lleva repitiendo desde que el pasado septiembre comenzasen a pedir "libertad" en las calles del país.
[Qué está pasando en Irán, las 5 claves para entender las protestas del país musulmán]
Además, las iraníes, como dice la carta abierta, "valen la mitad que un hombre para la ley". Todo ello, escriben, forma parte de un sistema legal que "busca establecer y mantener el sometimiento de las mujeres a los hombres y al Estado". Y recuerdan que "violar cualquiera de estas leyes se traduce en violencia, cárcel y muerte".
Las autoras del texto publicado por The Guardian hacen un llamamiento a la comunidad internacional para cambiar las leyes. Y concluyen con que, en ningún caso, pretenden "discriminar las normas de las sociedades musulmanas ni imponer los valores culturales occidentales". Lo que quieren, aseguran, es "poner de relieve los intentos sistemáticos de someter a las mujeres", algo que "no tiene cabida en ninguna sociedad, independientemente de su religión".