El agua superficial de los océanos nunca había estado tan caliente. Esta semana, según el programa europeo Copernicus, la temperatura media de todos los océanos del mundo ha alcanzado los 20,96 °C, superando así el máximo histórico de 2016, que se situaba en los 20,95 grados.
Esta primera semana de agosto supera, por tanto, la temperatura de los océanos de aquel año en el que El Niño estaba en su momento más álgido. Y es que este fenómeno, que se produce cuando las aguas más cálidas emergen a la superficie en la costa oeste de Latinoamérica, tiene la capacidad de alterar la temperatura acuática global.
Actualmente, un nuevo fenómeno de El Niño ha empezado a surgir, pero aún está en una fase temprana. Por eso, los científicos aseguran que las temperaturas marinas aún no han llegado a la cúspide.
En el caso de esta semana, en cambio, sería el calentamiento global derivado de la quema de combustibles fósiles el que estaría detrás del aumento de temperaturas oceánicas.
Aunque aún se están investigando las causas específicas de las temperaturas marinas de esta primera semana de agosto, tal y como asegura a la BBC la científica climática de Copernicus Samantha Burgess, las aguas se calientan al captar la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Y es que los océanos son los grandes reguladores del clima: filtran el calor, son sumideros de carbono, dibujan los patrones climáticos y suavizan las temperaturas terrestres. Sin embargo, cada vez tienen menos capacidad para llevar a cabo esta labor.
"Cuantos más combustibles fósiles quememos, más exceso de calor tendrán los océanos", explica la científica a la cadena británica. Esto se traduce, asegura, en que tardaremos más tiempo en "estabilizar" las temperaturas marinas.
Por el momento, se espera que "este récord siga rompiéndose" y que "lo peor esté por llegar", pues "los océanos alcanzan su punto más caliente a nivel global en marzo y no en agosto", insiste Burgess.
Y reconoce que "batir un récord como este en este momento del año" le pone "nerviosa". Habrá que ver, por tanto, qué pasará entre agosto y marzo.
Olas de calor marinas
La temperatura que han alcanzado esta semana los océanos se une a una serie de olas de calor marinas que llevan produciéndose en todo el planeta en lo que llevamos de año. Reino Unido, el Atlántico Norte, el Mediterráneo y el Golf de México han visto ya como los termómetros rompían récords.
Sobre esto, Burgess ha asegurado en la cadena británica que "estamos viendo olas de calor marinas en lugares inusuales, donde no se había predicho".
Y es que ya lo avisaba el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC): las olas de calor marinas duplicaron su frecuencia e intensidad entre 1982 y 2016.