Los incendios forestales registrados en el Reino Unido se duplicaron en 2022 por el calor extremo y la sequía en comparación al año anterior. El número de incendios registrados en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte alcanzaron los 23.699 el año pasado, frente a los 9.307 de 2021. Por ello, los servicios de bomberos de todo el país están invirtiendo en nuevos equipos y están recurriendo a otros países con mayor experiencia para combatirlos como España.
Los grandes incendios han sido raros en el Reino Unido desde que se tienen registros. De hecho, cuando se inició el seguimiento por satélite en 2006 a través del sistema Copernicus de la UE, no se registraron durante un lustro incendios de grandes dimensiones. Desde entonces, se han registrado hasta 599 incendios forestales que quemaron 126.618 hectáreas, según ha publicado The Guardian.
El pasado verano, cuando el país registró por primera vez en su historia los 40 grados centígrados de temperatura, fue especialmente duro para los bomberos. Los incendios se extendieron por todo el país e impactaron directamente en poblaciones de Wennington, Londres, Barnsley o South Yorkshire. Además, quemaron hábitats cruciales para la vida silvestre y destruyeron bosques y otros ecosistemas fundamentales para combatir el cambio climático.
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Ante esta situación, informa el diario británico, los servicios de bomberos están invirtiendo en todo tipo de nuevos equipos que no habían necesitado hasta ahora, como vehículos todoterreno, drones y pulverizadores de mochila, además de sistemas que ayuden a los bomberos a refrescarse mientras luchan contra los incendios. Todo ello para prepararse ante veranos mucho más calurosos.
Algunos servicios de bomberos del país están incluso recurriendo a otros países que tienen mucha más experiencia a la hora de combatir los incendios forestales. Por ejemplo, el Servicio de Bomberos y Salvamento del Gran Manchester (GMFRS, por sus siglas en inglés) envió a sus bomberos a Cataluña para recibir formación especializada sobre cómo actuar ante el creciente peligro.
"El verano pasado abordamos algunos de los incendios forestales más grandes de nuestra historia", explicó Matt Deadman, subdirector de respuesta operativa del Servicio de Bomberos y Rescate de Kent, a The Guardian. “Estos incendios ponen de relieve el innegable impacto del cambio climático”.
En todo caso, los expertos británicos piden a sus conciudadanos que extremen las precauciones, especialmente cuando se fuma o se hacen barbacoas o fuegos al aire libre. “Incluso en un día frío, la hierba seca, el brezo o los helechos pueden inflamarse fácilmente y debemos estar cada vez más atentos a las posibles fuentes de ignición”, indicó Stefan Doerr, profesor de ciencia de incendios forestales en la Universidad de Swansea al diario británico.
Tal y como avisan los expertos del Reino Unido, el riesgo es real y especialmente peligroso, tanto para la naturaleza como para las comunidades. "Este año hemos sido testigos de trágicos incendios en Dartmoor, Northumberland y las Tierras Altas de Escocia, por nombrar sólo algunos, que arrasaron prados, bosques y otros lugares preciosos para la naturaleza", afirmó Rob Stoneman, director de recuperación del paisaje de Wildlife Trusts, por su parte, explicó a The Guardian.