La guerra de Ucrania y sus consecuencias en la arena internacional parecían haber dinamitado cualquier decisión sobre dónde se celebraría la próxima COP29. Todo apuntaba a que la decisión iba a seguir estancada, y ya se miraba hacia una cumbre en Bonn en la cual Sultan Ahmed Al Jaber habría repetido como presidente, pero la jornada de hoy ha traído sorpresas. Azerbaiyán se ha granjeado la aprobación de los miembros del Europa Oriental y solo falta la rúbrica del resto de países para confirmar que será el próximo anfitrión de la cumbre climática del próximo año.
Meses antes de la celebración de la COP28, no existía un acuerdo sobre dónde tendría lugar la próxima cumbre. Si este año le tocó a Asia, el año que viene es turno de Europa Oriental, grupo que incluye a antiguos estados soviéticos, pero la férrea posición de Rusia —que ha vetado sistemáticamente las candidaturas de países de la Unión Europea— impedía que cualquier propuesta llegara a buen puerto.
Bulgaria, Bielorrusia o República Checa fueron algunos de los países que presentaron su candidatura durante este año. Y esta última semana se han sumado otros países, como Serbia o Moldavia. Azerbaiyán y Armenia —países de la región que no pertenecen a los 27— también se ofrecieron, pero se bloqueaban mutuamente debido a las tensiones latentes con respecto a la región separatista de Nagorno-Karabaj.
La situación no evolucionaba, a pesar de los esfuerzos diplomáticos. Pero en esta última semana un consenso entre los miembros del grupo ha allanado el terreno de una vez por todas para presentar un candidato de la región para la 29.ª conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Este pasado jueves 7 de diciembre, Azerbaiyán adelantó que había llegado a un acuerdo con Armenia que permite a Bakú presentar su candidatura para albergar las conversaciones de la COP29 sin la amenaza del veto. Y al mismo tiempo, Armenia se comprometió a retirar voluntariamente su candidatura, aupando a Bakú como posible anfitrión de este evento. Este avance se inserta dentro de las concesiones diplomáticas del proceso de reconciliación que entre ambos países. Paralelamente, Bulgaria decidió retirar su candidatura, apostando también por Azerbaiyán.
En el mediodía del sábado, 9 de diciembre, la agencia de noticias Reuters ha confirmado que los países del grupo regional respaldaron formalmente la candidatura de Azerbaiyán en una reunión celebrada el sábado por la tarde.
"Estoy encantado de anunciar que existe un consenso general sobre la candidatura de Azerbaiyán para albergar la COP29 (...) Estamos muy agradecidos a todos los países, en particular al grupo de Europa Oriental y a los Emiratos Árabes Unidos [anfitriones de la cumbre COP28] por su apoyo", declaró el ministro de Ecología del país, Mukhtar Babayev, en la cumbre de Dubái.
Y Rusia, tal como ha informado Bloomberg, ha declarado a los delegados de la COP28 que no tiene ninguna objeción con que Azerbaiyán sea el anfitrión, según declaró el sábado Ruslan Edelgeriev, representante presidencial especial de la Federación Rusa para asuntos climáticos. "Acogemos con satisfacción el hecho de que hayamos alcanzado un compromiso en el Grupo de Europa Oriental con respecto a la 29.ª COP. La agenda climática ha demostrado que es un factor unificador para todos nosotros", ha afirmado.
¿Otra victoria para los países petroleros?
La candidatura de Bakú aún necesita la aprobación formal de los casi 200 países presentes en las conversaciones de la COP28, pero los delegados afirmaron el sábado que esperan que esa votación sea una formalidad. Todo apunta a que este país dependiente del petróleo será donde se celebre la próxima cumbre sobre el cambio climático. Algunos delegados expresaron su preocupación por la celebración de las negociaciones mundiales sobre el clima en otro país productor de petróleo.
Este año, el presidente de la COP y director general de la petrolera nacional, Sultán Ahmed Al Jaber ha estado en el punto de mira por sus declaraciones desafortunadas y por haber propiciado presuntamente un marco en el que sancionar acuerdos para la producción de combustibles fósiles. Los EAU no son el primer país dependiente de los combustibles fósiles que acoge una COP. Catar, rico en gas natural, acogió la COP18 en 2012, mientras que la cumbre se ha celebrado tres veces en Polonia, país dependiente del carbón.
Azerbaiyán es productor de petróleo y gas, —este sector representa más de un 90% de sus exportaciones— y miembro de la OPEP+, por lo que se espera que se enfrente a un escrutinio similar. El reto que tiene por delante es capitanear unas conversaciones convulsas para llevar a buen puerto las decisiones sobre el fondo de pérdidas y daños y la presentación de una nueva ronda de compromisos climáticos, incluidos los objetivos de reducción de emisiones para 2035.
Si se confirma la elección, previsiblemente al término de esta cumbre, la COP se celebrará por tercer año consecutivo por un país productor de petróleo o gas. Y esta tendencia de celebrar cumbres climáticas en países dependientes de los combustibles continuaría en 2025, ya que Brasil es la escogida para albergar encuentro de alto nivel.