2023, el año más cálido en el que los récords cayeron como "fichas de dominó": la Tierra rebasó el límite de los 2º C
Los termómetros marcaron una media de 14,98 ºC y se espera que antes de febrero de 2024 superen el umbral de 1,5 ºC sobre el nivel preindustrial.
9 enero, 2024 13:00El mundo estrena nuevo calendario aún con la mirada puesta en los desastres climáticos del año anterior, que pasa a la historia oficialmente como el más cálido jamás registrado. Según Copernicus, el servicio de cambio climático de la Unión Europea, 2023 tuvo una temperatura media global de 14,98 °C, superando por 0,17 °C a 2016, el anterior año más caluroso. Se convirtió así en el primer año en el que todos los días fueron 1 °C más calurosos que en la época preindustrial.
"Sin precedentes" son las dos palabras que más se repiten en el informe Global Climate Highlights de Copernicus y con ellas se confirma que 2023 fue abrasador para todo el planeta. El annus horribilis ya lo vaticinaron los expertos a principios de junio, cuando las anomalías de temperatura con respecto al período de 1850 a 1900 alcanzaron 1,5 °C durante varios días seguidos.
Igualmente preocupante es el dato de que en dos días de noviembre se superó el límite de seguridad de 2 °C establecido por la ciencia como medida de freno al cambio climático. Además, tal como revela el informe, de junio a diciembre las temperaturas fueron más altas que en el mes correspondiente de cualquier año anterior.
Deshielo y océanos más calientes
Samantha Burgess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, resalta que 2023 fue globalmente "un año excepcional en el que los récords climáticos cayeron como fichas de dominó", tanto en la superficie terrestre como en la marina.
En los últimos meses, la crisis climática ha causado grandes estragos en de la Antártida —la extensión diaria y mensual del hielo alcanzaron en ambos casos mínimos históricos en febrero de 2023— y el Ártico —la extensión en su pico anual en marzo se situó entre las cuatro más bajas para la época del año, según los registros satelitales—.
Por otra parte, los efectos de El Niño y de las olas de calor marinas en verano desembocaron en un aumento de las temperaturas del aire en la superficie oceánica a escala global. Las regiones más afectadas, las del Mediterráneo, el golfo de México y el Caribe, el océano Índico y el Pacífico norte, y gran parte del Atlántico norte.
En cualquier caso, el factor que más peso tiene en el calentamiento de la temperatura en los océanos es el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2023, las concentraciones alcanzaron picos jamás registrados en la atmósfera: fueron 2,4 partes por millón (ppm) más altas que en 2022 en el caso de las concentraciones de dióxido de carbono y las de metano aumentaron en 11 partes por billón (ppb).
En este sentido, Copernicus también revela que desastres climáticos como los incendios que en marzo se cebaron con Canadá, además de los perjuicios que pueden causar a corto plazo a las poblaciones y los ecosistemas, tienen un peso importante en el aumento de las emisiones de carbono. Se estima que las concentraciones procedentes de incendios forestales aumentaron en un tercio con respecto a 2022.
En cualquier caso, esto no es algo que pille por sorpresa a los expertos. En el transcurso de 2023, el planeta se acostumbró a sobrevivir bajo el azote de fenómenos extremos como la DANA o las inundaciones de Libia. Estas últimas, de hecho, ahora son sucesos hasta 50 veces más probables como consecuencia del cambio climático, según un estudio de la red World Weather Attribution.
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Al margen de la temporada estival, de otoño e invierno tampoco se extraen datos positivos. La 'vuelta al cole' de septiembre trajo consigo una desviación de las temperaturas por encima del promedio de 1991 a 2020 mayor que cualquier mes en el conjunto de datos recopilado por Copernicus; y, en diciembre, con las campanadas de medianoche, nos despedimos del mes más cálido registrado a nivel mundial, en el que los termómetros se situaron en los 13,51 °C de media.
En lo que respecta a Europa, 2023 concluyó situándose en el segundo puesto de los años más cálidos, por detrás de 2020, con temperaturas que han superado la media a lo largo de 11 meses, prácticamente todo el año. Mauro Facchini, jefe de Observación de la Tierra en la Dirección General de Industria de Defensa y Espacio de la Comisión Europea, recuerda que la UE ha acordado una reducción de emisiones del 55% para 2030. "Ahora solo faltan seis años; el desafío es claro", asevera.
En 2024, al borde de los 1,5 °C
Por su parte, el director del Servicio de Cambio Climático de Copernus, Carlo Buontempo, explica que "los extremos que hemos observado en los últimos meses proporcionan un testimonio dramático de lo lejos que estamos ahora del clima en el que se desarrolló nuestra civilización". E insiste en las profundas consecuencias que estas cifras tienen para las metas marcadas en el Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C de los niveles preindustriales y continuar con las acciones para limitar su aumento a los 1,5 °C.
El equipo de Copernicus llama a la acción ante el "precedente desastroso" que sienta 2023. Los hallazgos publicados en el informe adelantan un panorama inquietante de cara a este año e importantes desafíos ambientales a largo plazo. En este sentido y tal como destaca el informe, se espera que entre enero y febrero de 2024 la temperatura global supere oficialmente el umbral de calentamiento de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
"Si queremos gestionar con éxito nuestra cartera de riesgos climáticos, debemos descarbonizar urgentemente nuestra economía y al mismo tiempo utilizar datos y conocimientos climáticos para prepararnos para el futuro", concluye al respecto Buontempo.