El Gobierno de Bogotá, capital de Colombia, llama a tomar medidas extremas para combatir la sequía que azota el país. En los últimos meses, los efectos de El Niño han minimizado las lluvias hasta el punto de dejar los dos principales embalses de la ciudad, el Chinganza y el San Rafael, al 16%. Ante esta situación, el alcalde ha pedido, por ejemplo, que los vecinos se duchen en pareja para ahorrar agua.
"Si el domingo o algún día de la semana no va a salir de su casa, aproveche y no se bañe. Aguante en la casa durante el fin de semana y el lunes va y se baña. Ese mensaje nos ayudaría muchísimo si logramos que mucha gente reduzca drásticamente el tiempo de baño", dijo el regidor de Bogotá, Carlos Fernando Galán.
La ciudad, de 9 millones de personas –12 en todo el área metropolitana—, lleva desde ayer sufriendo cortes de agua en la ciudad. Se ha dividido la ciudad en 9 zonas y cortan el agua completamente en cada una de ellas durante 24 horas. Las zonas irán rotando, según recoge el diario inglés The Guardian.
La sequía se nota en todo el país, pero especialmente en Bogotá. Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional (CAR), que gestiona los embalses, dice que se ha hecho campaña por ahorrar agua desde el último trimestre del año pasado, cuando se empezaron a notar los efectos de El Niño. La Organización Mundial de la Salud dice que este fenómeno meteorológico pierde intensidad, pero que sus efectos se seguirán notando.
Aun así, Ballesteros explica en la radio local que precisamente los efectos del cambio climático son los que hacen los eventos meteorológicos cada vez más difíciles de predecir. De ahí que la administración colombiana advierta de que si no llueve pronto, las reservas solo durarán dos meses.
Bogotá se encuentra en los Andes, a una altura de 2.600 metros sobre el nivel del mar. Normalmente, tiene unas lluvias abundantes que llegan a los 1.020 mm anuales, que es el doble de lo que reciben ciudades como Londres.
El Gobierno del país latinoamericano no ha aclarado durante cuanto tiempo se mantendrían las medidas. Pero Galán pide que no se desperdicie ni una gota de agua para poder levantarlas lo antes posible. Incluso recomienda a los bogotanos, que son extremadamente cuidadosos con su higiene personal, que se ducharan con un cubo.
La sequía en España
En España, las lluvias que cayeron a final de marzo han conseguido que se aleje el fantasma de la sequía. Al menos en parte, pues en Cataluña y Andalucía la situación todavía sigue siendo de emergencia.
En Cataluña, la cuenca interna que abastece a la ciudad condal está al 17,6%, muy por debajo de la media de los últimos 10 años. Ligeramente mejor que antes de Semana Santa, pero todavía insuficiente. Esto pronostica un verano seco y duro en la comunidad autónoma.
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Por otro lado, Andalucía recibió abundante lluvia, especialmente en la zona del Guadalquivir, y el resumen general es aceptable con un 42,59% del agua total. Sin embargo, cuando ampliamos el zoom y se observa con atención, la cuenca del mediterráneo andaluz que riega Granada, Málaga y Cádiz no llega al 30%.
Nuestro país no se encuentra en el caso extremo de Colombia, pero la sequía española, al igual que la bogotana, también es estructural.