"El tráfico de especies silvestres en general no se ha reducido sustancialmente en dos décadas; (…) Y la pandemia COVID-19 lo remodeló en parte, pero no lo redujo". Así lo ha declarado la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) en su tercer informe World Wildlife Crime Report, presentado este 13 de mayo. En él se recogen las tendencias, daños, repercusiones, motores del tráfico de especies protegidas de fauna y flora silvestres. 

"Los delitos contra la fauna y la flora silvestres infligen daños incalculables a la naturaleza, y también ponen en peligro los medios de subsistencia, la salud pública, la buena gobernanza y la capacidad de nuestro planeta para luchar contra el cambio climático", declaró Ghada Waly, directora ejecutiva de la UNODC. 

La agencia de la ONU ha insistido en que el tráfico ilegal de fauna y flora silvestres sigue siendo una práctica persistente. El análisis, que se basa en más de 140.000 informes de incautaciones de unas 4.000 especies de plantas y animales silvestres entre 2015 y 2021 en 162 países y territorios, recoge varios datos preocupantes.

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El primero, que aproximadamente 3.250 de estas especies están incluidas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Y, el segundo, en el caso de las 1.652 especies de mamíferos, aves, reptiles y anfibios registradas en los decomisos, el 40% han sido clasificadas como especies amenazadas o casi amenazadas (según la Lista Roja de la UICN).

Por eso, señalan, es fundamental que los gobiernos no se centren únicamente en especies "emblemáticas" como los elefantes, en las que se han logrado avances, recoge el documento. Los corales representaron la mayor parte de las incautaciones individuales (16%), seguidos de los cocodrilos (9%) y los elefantes (6%).

Los que se aventuran a frecuentar los mercados ilegales de especies (a veces sin saber) lo hacen con varias motivaciones en mente. Algunas especies pueden considerarse alimentos, medicinas, ropa, combustible, adornos, materiales de construcción o decoración, entretenimiento, estudio y compañía.

Poco tráfico, gran amenaza

"Algunos de los flujos de comercio ilegal más peligrosos desde el punto de vista de la conservación pueden implicar el tráfico de bajo volumen de especies muy amenazadas", recogen en el informe los expertos de la UNODC. Y ponen el ejemplo de las 'plantas suculentas raras' —donde se incluyen el aloe vera, la planta de serpiente, la madre de miles, la planta de jade, la collar de perlas y el agave— y las orquídeas, que abundan en los mercados especializados en animales y plantas vivos. Para estos organismos, el tráfico ilegal y sin control supone un verdadero riesgo de extinción. 

"El comercio ilegal también ha provocado un grave agotamiento de orquídeas raras, incluidas especies recién identificadas que han sido despojadas de su hábitat poco después de ser descubiertas", soslayan en el informe. Aunque los científicos no saben cuántas orquídeas silvestres se recolectan y venden en el mercado negro cada año, está claro que el comercio es un problema grave.

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Incluso entre las más de 30.000 especies de orquídeas conocidas por los científicos, muchas ya no se pueden encontrar localmente, ni en ninguna parte. Un ejemplo paradigmático es el de la orquídea vietnamita Paphiopedilum canhii que, un año después de ser descubierta, se aniquiló su población en más del 99% a manos de recolectores comerciales ilegales. Otro ejemplo es el de ciertas poblaciones de monos araña y tapires de Baird, que han disminuido un 99,9% por la misma razón. 

"Los troncos son pesados y las mariposas son ligeras, pero una sola mariposa puede reportar más beneficios criminales que una pila de troncos", recogen desde la UNODC. Y continúan señalando que "el comercio de un pequeño número de orquídeas raras puede de orquídeas raras puede suponer un riesgo de extinción mucho mayor que el traslado de cientos de miles de anguilas juveniles. Esto se debe a que los distintos animales y plantas tienen tamaños de población, potenciales reproductivos y respuestas a la recolección diferentes". 

¿Cómo combatir el tráfico de especies silvestres?

Las detenciones e incautaciones de productos ilegales suelen considerarse indicadores de éxito en la lucha contra el tráfico de especies silvestres, pero no tienen necesariamente efectos a largo plazo, advierte el informe. "[Las incautaciones] no bastan para comprender el problema ni para acabar con él, y los traficantes de especies silvestres se adaptan rápidamente en sus métodos y sus rutas de tráfico, aprovechando las lagunas de la normativa y la legislación y abalanzándose sobre las tendencias del mercado", argumenta Waly en el prefacio del documento.

"Para hacer frente a este delito, debemos estar a la altura de la adaptabilidad y agilidad del comercio ilegal de especies silvestres", afirma Waly en un comunicado. "Esto requiere intervenciones enérgicas y específicas tanto en el lado de la demanda como en el de la oferta de la cadena de tráfico, esfuerzos para reducir los incentivos y los beneficios delictivos, y una mayor inversión en capacidades de datos, análisis y vigilancia".

Y para poder dar respuestas integrales, señalan desde UNODC, "las intervenciones deben basarse en pruebas científicas sólidas".