Uno de los pilares del Islam es visitar La Meca (Arabia Saudí), lugar en el que profeta Mahoma supuestamente lanzó su último discurso, y los fieles lo hacen incluso en las condiciones más extremas. La fe es fuerte. El Gobierno jordano ha informado de que 14 de sus ciudadanos han muerto por golpe de calor y 17 están desaparecidos, según BBC. También han reportado 7 iraníes que han perdido la vida por altas temperaturas. También Túnez ha publicado que 23 tunecinos están desaparecidos en Arabia Saudí
El evento Hach reúne todos los años a unos dos millones de personas en la ciudad sagrada, y se considera como uno de los eventos más multitudinarios del planeta. Los musulmanes le dan siete vueltas al Kaaba, un prisma gigante de piedra dentro de la Gran Mezquita, y luego apedrean tres paredes de piedra para ahuyentar al demonio. Este año, según las autoridades saudíes, han calculado que han acudido 1,8 millones de peregrinos; 1,6 millones extranjeros. Las autoridades saudis limitan el número de visitantes en estos días para evitar aglomeraciones incontrolables.
Esta peregrinación siempre se celebra en el mismo periodo. Se hace entre el octavo y el decimotercer día del decimosegundo mes —Dhul Hijjah— del calendario islámico, que es lunar. Esto hace que cada año varíe ligeramente y no siempre sea en el mismo momento del año. Y aunque cada año difiere, suele ser aproximadamente dos meses después del Ramadán. Este año ha tocado en uno de los meses más calurosos, y, además, durante una ola de calor.
Otros eventos que reúnen a tantas personas son el festival de Kumbh Mela, que mueve a los hindúes a 'limpiar' su alma en los ríos sagrados, o la peregrinación de Arbain, nieto de Mahoma, hasta la ciudad de Karbala, Irak. En este tipo de eventos, los países ponen medidas para gestionar las masas y cada vez más tienen que atender a cuestiones relacionadas con calor y acceso a refugios climáticos.
Cuando toca en los periodos de verano, las temperaturas pasan los 45 ºC. Este año han llegado a máximas de 47 ºC y con una humedad del 60%. Muchos de los peregrinos van descalzos por el asfalto como penitencia, lo que multiplica el efecto de calor. Las autoridades han puesto medidas de mitigación como pulverizadores y ventiladores, y repartían agua.
Esta tradición religiosa es un reto para los fieles. Aun así, dicen que es purificadora y satisface sus necesidades espirituales. Pero el cambio climático cada vez lo hace más difícil. El año pasado murieron al menos 240 personas, la mayoría de Indonesia. Otros países también reconocieron muertes, pero no han especificado cuantos. En total, se registraron más de 2.000 golpes de calor en la festividad, informa The Guardian.
Oriente Próximo y el norte de África es una de las zonas más vulnerables a la crisis climática. Esto lleva a la subida de temperaturas, sequías y desertificación. También hay estudios que advierten que la cuenca mediterránea también está en riesgo. Aunque la gente ha aprendido a vivir en condiciones extremas, la situación cada vez es más apremiante, en especial para las personas mayores, niños o con alguna condición física.