La acción climática es una cuestión de ahora o nunca. Esta es la última advertencia que hace la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su secretario general, António Guterres, en la carrera por hacer que los países trabajen para limitar el aumento de la temperatura global a largo plazo y sitúen la emergencia ambiental como prioridad en la agenda política.
En una intervención virtual en la apertura de la octava cumbre medioambiental Austrian World Summit (WSA) en Viena (Austria), Guterres recordó que los países más industrializados y económicamente poderosos del mundo, representados en el G20, tienen un papel crucial en este esfuerzo. "Si alguna vez ha habido un momento para reunirse y cumplir en materia climática, es ahora", enfatizó en el marco del evento, tal como ha recogido la agencia EFE este 20 de junio.
Guterres advirtió sobre la inacción de los países, que podría llevar a la Tierra a una emergencia aún más grave si no dan un paso al frente y actúan con celeridad. "Los límites planetarios están al borde del abismo", alertó. Según la ONU, las emisiones mundiales —de las que los países de G20 son responsables en un 80%— deben reducirse significativamente para evitar consecuencias devastadoras como inundaciones costeras, sequías y olas migratorias debido al cambio climático.
El secretario general de la ONU subrayó que "los próximos 18 meses son cruciales en la lucha por limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados y evitar lo peor del caos climático". La cuestión es urgente y requiere una respuesta inmediata y coordinada en la que, en palabras de Guterres, "cada uno de nosotros debe desempeñar su papel".
La octava edición de la cumbre medioambiental Austrian World Summit, fundada por el actor Arnold Schwarzenegger, contó con la presencia de prominentes líderes mundiales, incluyendo al presidente federal austríaco Alexander Van der Bellen y el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic. El evento se celebra en la capital austríaca a fin de promover discusiones y acuerdos sobre temas medioambientales y sostenibles.
Como informa EFE, entre las medidas que Guterres recomendó para abordar la crisis climática se encuentran las orientadas a alcanzar las cero emisiones netas para 2050, la eliminación del uso de combustibles fósiles, el impulso a una reforma del sistema financiero internacional y la apuesta por duplicar la financiación hasta 40.000 millones de dólares anuales para 2025 para afrontar los fenómenos climáticos extremos.
El secretario general de la ONU recordó en su discurso que las personas vulnerables "son las que más sufren las temperaturas abrasadoras, las inundaciones y las sequías que matan a personas, arruinan vidas y disparan los precios". En este sentido, las estimaciones de Banco Mundial sugieren que los 74 países con menores ingresos del mundo representan una décima parte de los gases de efecto invernadero, pero serán los más afectados por sus impactos.
En la última década, estas naciones ya han sufrido casi ocho veces más catástrofes naturales que en la década de 1980. Este 2024, después de haber completado 12 meses consecutivos de récords de aumentos de temperaturas y de haber vivido el año más cálido de la historia en 2023, la preocupación de los colectivos ecologistas y defensores de los derechos humanos se acentúa.
Este mes de junio, a la luz de las últimas marcas registradas por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S), Amnistía Internacional (AI) expresó que "la población de los países de bajos ingresos es la más afectada por esta crisis y la que menos medios tiene para hacerle frente". Quien contamina, reclamaba entonces su asesora, Ann Harrison, debe pagar, y eso implica "que los principales emisores históricos de gases de efecto invernadero, y otros Estados que pueden permitírselo, proporcionen más financiación".
Los ciudadanos exigen acción
Igualmente, las declaraciones de António Guterres tienen lugar el mismo día en que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) revela cómo la crisis climática ha alcanzado un nivel de consenso sin precedentes en la opinión pública global. Un nuevo informe presentado por el organismo revela que el 80% de la población mundial quiere que sus gobiernos adopten medidas más enérgicas para mitigar esta emergencia.
La cifra se extrae de la encuesta más grande jamás realizada de este tipo, conocida como el Voto Popular por el Clima 2024, que involucró a más de 75.000 personas de 77 países y 87 idiomas diferentes. La investigación muestra que la mayoría de los países representados quieren que sus líderes "trasciendan sus diferencias y actúen ahora con valentía para luchar contra la crisis climática".
El nivel de consenso es "sorprendente" incluso para sus autores, teniendo en cuenta el "actual contexto global de aumento de conflictos y ascenso del nacionalismo". Entre los resultados, se destaca que el 72% apoya una rápida transición para abandonar los combustibles fósiles y el 56% admite que piensa diariamente o semanalmente en el cambio climático, porcentaje que se eleva en siete puntos porcentuales en el caso de los países menos desarrollados.
La encuesta del PNUD también revela una tendencia a la ansiedad creciente en lo relativo al cambio climático, especialmente entre los países menos desarrollados y pequeños estados insulares. El 53% de los encuestados afirma estar más preocupado por la salud de la Tierra que el año pasado, y el 69% indica que sus decisiones importantes están siendo afectadas por este problema.