En un capítulo de Los Simpson, el octogenario señor Burns pensó que era inmortal cuando el médico le dijo que tenía tantas enfermedades que se bloqueaban unas a otras. Pues algo parecido pasa en un intestino sano —pero sano de verdad— en el que hay millones de bacterias en equilibrio. Cuando ese balance se pierde, llegan las infecciones intestinales.
Un ejemplo es el de Alejandra, paciente del Hospital Universitario Ramón y Cajal donde se aplican tratamientos de trasplante de microbiota fecal, que sufre infecciones de orina recurrentes. Ella ha probado numerosos tratamientos y antibióticos que lo que hacen es que limpian todos los microbios, buenos y malos, pero cuando se pasan los efectos la infección vuelven. Hasta que probó una transferencia de microbiota local derivada de las heces de un donante.
Alejandra explicó en Informativos Cuatro que le dan antibióticos para eliminar su flora innata y acoger la del donante sano. "Las pastillas son grandes, pero no te dan asco, son unas pastillas normales", describe. El origen es, como para cualquier antibiótico, el laboratorio.
Las heces se mezclan con un criopreservante, se liofilizan a -50 °C durante toda una noche y el polvo resultante se encapsula. Este tratamiento también se hace a través de una colonoscopia, que es más eficaz, pero también más agresiva, por lo que cada vez se valora más la vía oral.
Como ya explicó Rosa del Campo, microbióloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en un artículo de ENCLAVE ODS | EL ESPAÑOL, este extravagante tratamiento es, en realidad, muy efectivo en muchos diagnósticos. Eso sí, por ahora solo está autorizada para el tratamiento de la diarrea recurrente debida a Clostridioides difficile. Pero la fórmula se está investigando para otras patologías a través de ensayos clínicos.
El tratamiento de microbiota fecal remodela el ecosistema intestinal, el verdadero reservorio de los uropatógenos. Según los datos disponibles, funciona en el 60% de los pacientes con infecciones recurrentes del tracto urinario para las que no hay otra solución.
Por otra parte, ilusionan los resultados, aún experimentales, en la oncología. Algunos pacientes que no responden a la inmunoterapia y tienen el sistema inmunológico bajo por la quimioterapia pueden ser sensibles al tratamiento cuando le trasplantan las heces de donante sano.
Un donante supersano
Este método busca traspasar una combinación de microorganismos casi perfecta en composición y balance. Por eso, los donantes tienen que pasar por un exhaustivo examen que corrobore que es viable. Ni patologías previas, ni enfermedades hereditarias, ni inmunológicas.
Incluso tener el colesterol alto puede ser motivo de rechazo para un donante. También es importante que tenga un estilo de vida sano: no fume, ni beba, haga deporte y siga una alimentación equilibrada. Simplemente por salir de España y estar expuestos a otros elementos puede hacer que se aparte a un donante que a primera vista parecía aceptable. Solo se aceptan, según cálculos del laboratorio de Ramón y Cajal, las heces del 2% de la población.
En 2023 se creó el primer banco de microbiota de España, con sede en Cataluña. Este tipo de iniciativa abre la puerta a la investigación. Además de desarrollar medicinas, también ayuda a conocer mejor la flora intestinal y todos los microorganismos que tiene el cuerpo humano. Muchos de ellos se desconocen por falta de estudio.
Esto ayudará a descubrir qué combinación de bacterias tenía un paciente con cierta patología, y se ayudará a predecir enfermedades futuras y cogerlas a tiempo. Los médicos llaman a las intervenciones tempranas como medicina de precisión; atacar la enfermedad antes incluso de que aparezca.
Este es un acto altruista, como donar sangre, que cuesta poco esfuerzo para algo que se hace una o varias veces al día. También es una forma de sacar provecho de algo que, generalmente, se considera de poco valor.