Este verano 2024, las playas de España han experimentado diferentes fenómenos inusuales. La presencia de animales como tiburones o peces espada cerca de las costas ha hecho que incluso los habitantes comiencen a tener constancia sobre todos los estragos del cambio climático, estragos que hace unos años eran impensables.

Además de los cetáceos y peces, durante este verano se han documentado hasta ocho nidos de tortugas marinas en todo el litoral español. Uno de los últimos se avistó en la playa del Poniente de Benidorm, donde una hembra había depositado al menos 28 huevos. Un fenómeno que se añade al de Tarragona, la Comunidad Valenciana o Murcia.

España, con su vasta extensión de costas mediterráneas y atlánticas, ha sido históricamente un lugar de tránsito para algunas especies de tortugas marinas; sin embargo, a principios de siglo no había registros de un solo nido en todo el litoral, pero el cambio climático y el aumento de la temperatura del agua hace cada vez más frecuente este fenómeno.

Las tortugas marinas en las costas españolas

A pesar de que ocho nidos sea un número significativo en las costas españolas después de estar años sin la presencia de estos ejemplares, el año pasado se registraron hasta 29. La cifra, que ha disminuido, puede deberse a varias razones.

En primer lugar, la concienciación acerca de los nidos de tortugas marinas es mínima, por lo que muchos españoles que se encuentran con ellos no saben qué hacer o lo que hacen es erróneo. Además, muchos de ellos las acosan impidiéndoles su ciclo reproductivo.

La especie más frecuente que participa en este proceso es la tortuga boba o Caretta caretta, aunque también se han registrado ocasionalmente otras especies como la tortuga verde (Chelonia mydas) y la tortuga laúd (Dermochelys coriacea).

La tortuga boba es una especie considerada en situación vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su principal amenaza es la contaminación de plástico en el océano, añadido a la caza accidental en aparejos de pesca.

Tradicionalmente, las áreas principales de anidación de la tortuga boba en el Mediterráneo han sido las costas de Grecia, Turquía y Libia. Sin embargo, los cambios en las condiciones del mar, como el aumento de la temperatura del agua, están llevando a que las hembras reproductoras busquen nuevas zonas para desovar.

Esto ha hecho que las playas de España, particularmente en el Mediterráneo, se conviertan en nuevos sitios potenciales para la nidificación. El fenómeno de colonización no es masivo, pero las cifras son significativas como para pensar que el país podría convertirse en un nuevo lugar clave para el ciclo reproductivo de algunas especies de tortugas marinas.

Por qué eligen España

Como ya hemos comentado, el calentamiento global es el principal motivo por el que estas tortugas han vuelto a elegir España para anidar. A medida que el agua es más caliente, como pasó en el país en 2023 y este 2024 en la costa italiana, hay más nidos.

Las tortugas buscan playas con condiciones óptimas para garantizar la incubación adecuada de sus huevos, y el aumento de la temperatura de la arena en otras regiones podría estar obligando a las hembras a explorar nuevas áreas para garantizar la supervivencia de sus crías.

Otro factor añadido al calentamiento global son los cambios en las corrientes oceánicas y la disponibilidad de alimento en el Mediterráneo y el Atlántico, que podrían estar afectando sus rutas migratorias, acercándolas más a las costas españolas.

Que estos animales elijan la costa española para anidar trae consigo una serie de ventajas y desventajas tanto para los ecosistemas como para las actividades humanas. En términos de beneficios, este fenómeno representa un signo positivo para la biodiversidad marina.

Las tortugas marinas juegan un papel crucial en los ecosistemas costeros y marinos. Ayudan a mantener la salud de los lechos de pastos marinos, que son importantes para la estabilización de los fondos marinos y para otras especies marinas, así como de los arrecifes de coral, promoviendo así la biodiversidad en general.

Sin embargo, uno de los desafíos principales es el impacto de las actividades humanas en las áreas de anidación. Las costas españolas, especialmente en el Mediterráneo, son destinos turísticos masivos durante los meses de verano, que coinciden con la temporada de anidación de las tortugas.

El tránsito de personas, la construcción de infraestructuras y la contaminación pueden afectar gravemente los nidos y el éxito reproductivo de estas especies. Además, el ruido, las luces artificiales y la actividad recreativa nocturna pueden desorientar tanto a las hembras que intentan desovar como a las crías que tratan de llegar al mar, reduciendo sus posibilidades de supervivencia.

Qué hacer si ves un nido de tortuga

Debido a la frecuencia de estos ejemplares en España, la concienciación por parte de los expertos es fundamental. Por ello, han dado una serie de recomendaciones si nos encontramos con un nido de tortugas marinas.

Es fundamental mantener la distancia y evitar cualquier tipo de interacción directa. No debemos tocar ni mover los huevos, ya que cualquier alteración podría dañar su desarrollo. Las tortugas marinas son especies protegidas y sensibles, por lo que cualquier manipulación podría tener consecuencias negativas.

Además, es importante no alterar el entorno del nido. Evita hacer ruido o usar luces brillantes, ya que esto podría desorientar a las tortugas adultas o a las crías cuando nazcan.

Las luces artificiales pueden confundir a las crías, que utilizan el reflejo de la luna en el agua para orientarse hacia el mar, y una interferencia lumínica podría llevarlas en la dirección equivocada.

El paso más importante es informar a las autoridades. En España, puedes contactar con el servicio de emergencias 112, o con organizaciones locales de protección de la fauna marina.

Estos equipos están capacitados para actuar de manera adecuada, y en muchos casos, pueden instalar barreras de protección alrededor del nido o trasladar los huevos a lugares seguros si es necesario.