1.806 personas fallecidas y un total de 101.306 siniestros viales en la geografía española en 2023. Una cifra que se traduce en, dice David Lazadabal, vicepresidente de STOP Accidentes, más de "70.000 víctimas indirectas" que sufren por la pérdida de sus familiares y de lo que "no hay repercusión".
Como indica Ana Novella Reig, presidenta de la asociación, en los siniestros de tráfico no hay fallecidos, ni muertes, hay asesinatos a manos de kamikazes que, bajo los efectos del alcohol o las drogas, deciden coger el coche sin valorar, no solo las consecuencias que eso puede acarrear en sus vidas, sino en las de terceros que poco tienen que ser con esta temeridad.
Un matiz clave entre accidente y siniestro porque, señala, "psicológicamente la palabra 'accidente' conduce a las personas que lo cometen. Si llevabas alcohol, drogas… es un siniestro en toda regla".
Pero, ¿cómo reducir estas cifras? Carmen González, miembro de la fiscalía en la unidad vial, lo tiene claro: "No es una tarea fácil y exige la colaboración de muchas instituciones y la visibilización de víctimas, porque la labor de los medios es y ha venido siempre siendo esencial, pero todavía queda muchos trabajo".
Motivo por el que, insiste Lazadabal, no debemos hablar de 'simples' números, sino que nos tienen que ver "como lo que somos, personas". Así, a través de la asociación de la que es vicepresidente, tratan de buscar el resto de la sociedad, no tenga que enfrentarse a esta situación, porque "el problema no es el dinero, eso se consigue, pero la vida si la has perdido no la recuperas, ni van a volver a tener tu integridad por algo que podrías haber evitado".
De este modo, pide a "los medios de comunicación que se sumen a la lucha" y, a todos los demás, "que se conviertan en embajadores de esta causa que, directa o indirectamente, nos afecta a todos".
Las redes, un aliado
Con la introducción de las redes sociales, la policía se ha enfrentado a un nuevo reto y este es el aviso de los controles entre la población por medio de aplicaciones móviles como el Waze o grupos de Telegram y WhatsApp.
Un gesto que hace que, aproximadamente, según datos del teniente coronel Antonio Hidalgo Romero, jefe del sector de tráfico de Galicia, "dos tercios de los conductores no pasan por nuestros controles y son gente muy peligrosa". Personas que precisamente los evitan a través de esta conexión online en donde se informa con precisión dónde y a qué hora se encuentra la policía.
Con esta actuación, indica el teniente coronel, "el que no tiene nada que temer no lo evita, pero quien no, no pasa". Un modus operandi que incrementa —a peor— con la población más joven, que son quienes están más presentes en el mundo digital.
Los medios en el foco
Frente a esta realidad, apunta Antonio Lucas García, director de comunicación y marketing de Zunder, "los medios de comunicación tienen que asumir ese reto de trabajar por la prevención. […] Porque si hacemos que la gente conozca las consecuencias de la velocidad, se evitarán estas sanciones".
Para alcanzar ese escenario, señala el debate como uno de los principales aliados para informar a la sociedad: "Es el 70% del conocimiento que adquieren los adultos, por eso la importancia de generar debate y si en los medios tenemos temas, vamos a generar debate y conocimiento. A mayor información, menor número de siniestros viales".
Y es que, dice Lucas García, en las últimas estadísticas los siniestros viales no entra en las 10 prioridades de los españoles, a pesar de que anteriormente sí lo ha hecho. Por eso, insiste que, pese a que "las campañas agresivas funcionan", hay que combinarlas con campañas informativas.
Sin embargo, esto no es un trabajo único de los medios y así lo indica Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL y ENCLAVE ODS: "Si trasladamos toda la responsabilidad a los medios de comunicación de las cosas que no se cuentan, nos estamos haciendo flaco favor, porque esto solo se consigue haciendo un trabajo conjunto".
Aunque matiza lo dicho, subrayando el papel fundamental del tratamiento de la información por medio de una persona especializada, especialmente cuando se mete a redes sociales y medios de comunicación en el mismo saco: "Tras ese anonimato se escudan y publican todos los radares. Nosotros tenemos una responsabilidad y a un periodista se le exige rigor, información veraz y secundada por fuentes".
Por eso, insiste, en que para lograr el 50% de siniestralidad para este decenio y el 0% para 2050, tal como apuntaba el teniente coronel, es vital "un engranaje perfecto" en donde la colaboración sea el pilar base porque, asegura, "no somos los enemigos, somos el apoyo".
Tratamiento informativo
Aunque pese a que el foco siempre esté puesto en la prevención, Isabel Salvador (Cadena SER) indica que no en todos los siniestros puede ser así. Y es que "la prevención lleva otros tiempos completamente distintos y no se puede hacer de un siniestro que ocurre una hora antes". Aunque, dice, sí es fundamental tener en cuenta qué es lo que cuentan los medios y cómo lo hacen.
Sin embargo, la constante publicación de cifras negativas pueden resultar desoladoras, haciendo desconectar a los lectores y oyentes de la verdadera importancia de la realidad que nos azota. En esta misma línea, indica José Antonio Guerrero (COLPISA), "los indicadores no llegan a la gente".
Para eso mismo, Ana Indiano (Seguridad Vital) también busca poner el foco en las víctimas, porque, dice, "siempre hablamos de cifras, pero tienen nombre y apellidos y cuando paras tu ritmo, te relajas un poco y te dedicas a escuchas, consigues trasladar el mensaje a gente que lo escucha y les llega al corazón".
Pero para todo ello, reclaman Noelia Camacho (Tele 5) y Vicente Herranz (COPE Valencia), desde los medios "necesitamos más información, porque si no se queda en una mera nota de prensa y damos todos lo mismo".