El reciente XII Estudio sobre Voluntariado Universitario, realizado por la Fundación Mutua Madrileña, revela un cambio profundo en la forma en la que las universidades españolas y sus estudiantes se relacionan con el voluntariado. En concreto, el curso académico 2023-2024, los proyectos impulsados por las instituciones universitarias crecieron un 37%, alcanzando los 2.896, de los cuales un 16% fueron de nueva creación.
Este incremento podría reflejarse como que cada vez más centros ven en el voluntariado una herramienta clave en su misión social. "El impulso que las universidades están dando al voluntariado refleja un cambio profundo en la forma en que entienden su rol en la sociedad. Su papel ya no solo se limita a la trasmisión del conocimiento, también se han convertido en motores del cambio social", subraya Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación.
Además, este auge del voluntariado no se limita a la creación de proyectos, sino que también está suponiendo una crecida en el número de estudiantes involucrados. El estudio detalla que 22.913 alumnos participaron en acciones de voluntariado el último curso, lo que supone un 18% más en comparación con el anterior.
La Universidad Católica de Murcia lidera el ranking de centros con mayor número de alumnos implicados; 6.000 en concreto. Le sigue la Universidad de Santiago de Compostela, con 3.158, y la Universitat de Girona, con 2.298 estudiantes.
De hecho, señala el estudio, tres de cada cuatro participantes en estos proyectos son mujeres, destacando el perfil de quienes se dedican a ramas de Ciencias Sociales y Jurídicas. Algo que no resulta especialmente casual, ya que estas disciplinas se centran en aspectos como los derechos humanos, la justicia y el bienestar social, temáticas afines a una vocación de servicio.
Una actividad transformadora
El informe destaca el papel esencial de las oenegés como aliadas en estos programas, pues 6 de cada 10 proyectos impulsados desde las universidades se realizan en conjunto con estas entidades sin ánimo de lucro. Así, esta cooperación permite la creación de iniciativas que beneficien a la sociedad y fortalezcan el compromiso social de los jóvenes.
La mayoría de las iniciativas —un 88%— se desarrollan en territorio español. Entre las razones para esta tendencia se encuentra la posibilidad de que los estudiantes equilibren sus labores de apoyo con sus estudios o la facilidad para coordinar actividades a nivel local.
Los colectivos vulnerables, como personas en riesgo de exclusión social, infancia y personas con diversidad funcional, son el foco de un gran número de los proyectos. Además, actualmente un tercio de las iniciativas en las que participan se extienden entre 6 y 12 meses, y un 15% de ellas supera incluso un año.
Muchos de los estudiantes que destinan entre dos y cuatro horas a la semana a colaborar en distintos proyectos, demostrando que es posible compatibilizar implicación social con formación académica. Y es que estas horas suelen concentrarse en días y horario lectivo, lo que facilita que los jóvenes mantengan un ritmo de vida equilibrado sin comprometer otro tipo obligaciones.
Pero no entran a la acción sin preparación previa, el estudio detalla que en 9 de cada 10 universidades ofrecen una formación inicial antes de integrarse en un proyecto de voluntariado y muchas instituciones reconocen su compromiso a través de créditos académicos.
Retos a futuro
Pese al notable crecimiento en la oferta y demanda de voluntario, el informe también subraya ciertos desafíos. Solo el 54% de las universidades cuenta con un departamento específico para esta práctica, lo que limita la posibilidad de estructurar y profesionalizar estas actividades.
Además, el presupuesto destinado al voluntariado sigue siendo reducido en muchas instituciones, lo que condiciona el alcance y la sostenibilidad de los programas a largo plazo.
Por ese motivo, desde la Fundación Mutua Madrileña continúan apoyando y promoviendo este tipo de actividades a través de iniciativas como los Premios al Voluntariado Universitario, que reconocen y valoran los proyectos más destacados en este ámbito. Este año, el galardón cuenta con una dotación de 50.000 euros, a distribuir entre ocho iniciativas, para impulsar las mejores propuestas presentadas.