La industria de la moda es una de las más contaminantes. Solo en España mueve alrededor de 15.000 millones de euros anuales, pero también entra en juego todo el proceso de fabricación, teñido y desechos.
El cuero es uno de los materiales de origen animal más usados, tradicionalmente, en la moda española, bien sea por su versatilidad, resistencia o apariencia. Aunque tiene un pequeño problema: el origen.
Proviene de la piel de los animales, generalmente de la vaca —en un 65-70%—, pero valen muchos otros, como la oveja, la cabra o tantos otros de mayor tamaño. De hecho, muchas veces va en contra de las creencias animalistas de algunas personas, por lo que desde hace tiempo se están buscando alternativas plant-based. Y se están consiguiendo muy buenos resultados a partir de materiales vegetales, como cáscaras de frutas y verduras o plantas, o incluso hongos.
Recientemente, una pareja de mexicanos, provenientes de la industria del automóvil y de los muebles, han sido testigos de la realidad del proceso de este textil. Motivo por el que se pusieron manos a la obra y encontraron una alternativa en una planta de su tierra natal: el nopal.
Cuenta la leyenda que cuando los aztecas estaban buscando el lugar donde fundar la capital de su imperio, el jefe de la tribu tuvo una visión en la que vio un águila cazando una serpiente posada sobre la hoja de un nopal. De este modo, establecieron que cuando viese esa misma imagen, sería el lugar adecuado para construir la grandiosa Tenochtitlán.
'Imitación' del cuero
En 2020 se fabricaron más de 12,5 millones de toneladas métricas de cuero de todo tipo, según la asociación animalista PETA. Eso es casi el mismo peso que 40 edificios Empire State de Nueva York.
Por ejemplo, solo Kanpur, situado en India —la que también conocida como 'la ciudad el cuero'—, tenían más de 1.000 curtidoras donde hacer cuero. En el proceso, que se usa químicos como cromo, cadmio, plomo o arsénico, se calcula que vertían 22 toneladas sin tratar de desperdicios al río Ganges, provocando una crisis de higiene.
"El nopal nos ofrece grandes ventajas sostenibles gracias a su crecimiento, sin necesidad de agua, herbicidas o pesticidas", cuenta Adrián López, uno de los cofundadores de la marca de cuero vegano Adriano di Marti.
También hay una variedad con el agave, la planta de donde sale el tequila. Así consiguen también otros colores como el verde y el azul, y es un cultivo muy común en el país latinoamericano.
Esta planta del desierto, perfectamente adaptada al entorno, solo necesita 200 litros de agua para generar un kilo de biomasa. Que si lo comparamos con la opción tradicional, esta precisa de una media de 10.000 litros, a pesar de que existen iniciativas que lo reducen hasta un 75%.
Adrián López y su socio, Marte Cázaro, creen en el papel que juega la generación milenial en la transformación de la sociedad, no solo de moda si todos los sectores, para conseguir un crecimiento que no sea costa de la salud de la tierra.
En su caso, no solo pensaron en el nopal por sus orígenes, sino también por todos los beneficios que tiene, desde el uso de la tierra y el consumo de agua, a la producción casi sin químicos. Pero también por el resultado final, que consiguen un producto duro, resistente y de buena calidad.
Los retos de la moda
La moda se enfrenta a un verdadero reto estructural. A la vez que es consciente de su impacto, sabe que tiene que reducirlo, a pesar de lo complicado que es hacerlo a escala.
Como ya contó ENCLAVE ODS | El Español este verano, en junio se celebró en Madrid una Jornada de Moda Sostenible de Slow Fashion Next, donde se desgranó las claves, los retos y las oportunidades para conseguir el cambio de paradigma.
En este evento, se dieron cita más de 40 personalidades de diferentes áreas que expusieron estrategias, posibles alianzas y objetivos a los que debe aspirar la industria. Europa se está preparando una normativa empresarial, que también afectará a las empresas de la moda, para evaluar el impacto en toda la cadena de valor.
Gema Gómez, directora ejecutiva de la Slow Fashion Next, dijo: "Las empresas tienen que empezar a comprender la importancia que tienen las legislaciones en materia de información no financiera y ecodiseño". Esto es, según Gómez, poder seguir produciendo igual, pero con impacto cero.
Hay iniciativas en la gestión de residuos, en extender la vida útil de las prendas, y de conseguir una producción sostenible. Muchas veces, el verdadero impacto de la ropa no se ve, y es el que está asociado a conseguir materias primas. Por un lado, las sintéticas y el problema de microplásticos, pero también cuando es vegetal, la deforestación.