Raquel García
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Simba, Rapunzel o Baloo. Estos son algunos de los personajes que protagonizan los 120 iglús de reciclaje de vidrio que, esta Navidad, salpican las calles de España. Y es que, por quinto año consecutivo, Ecovidrio y Disneyland París vuelven a universe para promover el reciclaje en nuestro país.

Y una vez más son los personajes de Disney los que se encargan de motivar a adultos y niños a gestionar sus residuos adecuadamente. Este año ciudades como Alcalá de Henares, Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real, Cartagena, Benidorm, Bilbao, Teruel o Santiago de Compostela —y así hasta 35 municipios— acogen estos contenedores de reciclaje de vidrio.

Bajo el lema La magia de reciclar vidrio, Ecovidrio busca reforzar un mensaje clave: que cada acción cuenta para cuidar de nuestro planeta. Asimismo, un año más, la entidad y Disneyland París han querido recompensar a todas aquellas personas que quieran ayudar a que la magia del reciclaje de vidrio brille más que nunca.

En el lustro que dura la colaboración, Ecovidrio y Disneyland han instalado ya más de 600 contenedores tematizados en todo el territorio español. Con ellos, dicen desde la entidad, han conseguido concienciar a las familias sobre el cuidado del medioambiente y la importancia del reciclaje de envases de vidrio. 

Por ello, estas Navidades reciclar también tendrá premio. Los recicladores tendrán la oportunidad de ganar un viaje a Disneyland París. Para conseguirlo, solo tienen que escanear el código QR disponible en los iglús tematizados y responder a un breve cuestionario en www.reciclavidriocondisney.es.

Además de la posibilidad de ganar este viaje, los participantes también entrarán en el sorteo de 200 miniglús tematizados para que el espíritu de la magia del reciclaje continúe en casa.

Aunque quien quiera llevárselos a casa también podrá hacerlo. Y es que los fondos que recaude Ecovidrio con su venta irán íntegramente destinados a la Fundación Juegaterapia. Así, podrán seguir ayudando a los niños enfermos de cáncer a través del juego para que los pequeños pasen sus ciclos de quimio jugando y se olviden de su enfermedad.