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Niños palestinos esperando en las colas del hambre de la Franja. Reuters Gaza
Más de 150 ganadores del nobel y expertos exigen "esfuerzos a lo grande" para evitar una pandemia del hambre
Los firmantes, que cuentan con personajes como el dalái lama, piden reforzar la lucha contra el hambre, acrecentada por el cambio climático.
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El economista Joseph E. Stiglitz, el físico Robert Woodrow Wilson, la química y premio Nobel Jennifer Doudna, la científica de la NASA Cynthia Rosenzweig, la genetista etíope-estadounidense Gebisa Ejeta, el nobel de literatura Wole Soyinka o el dalái lama. Todos ellos son un ejemplo de los más de 150 firmantes de una carta abierta promovida por Cary Fowler, ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2024 y enviado especial de Estados Unidos para la seguridad alimentaria mundial.
Su propósito con ella es exigirle a la comunidad internacional una reacción ante la pandemia que asola el planeta: el hambre. En su misiva, piden que se realicen "esfuerzos a lo grande" para incrementar la producción de alimentos antes de que se produzca una "inminente catástrofe".
Su preocupación está en línea con el Índice Global del Hambre, que a finales de 2024 lamentaba la "parálisis" que sufre la lucha contra las hambrunas en todo el globo. Al menos 42 países sufren hambre grave o alarmante de acuerdo a este ránking. Se teme que las sequías, incendios y otros fenómenos meteorológicos extremos que se esperan para este 2025 no hagan más que empeorar la situación.
Los pensadores firmantes, entre los que se encuentran galardonados con el Nobel o con el Premio Mundial de Alimentación, exigen a los gobiernos que se priorice la investigación y la tecnología. Todo para resolver "el trágico desajuste entre la oferta y la demanda mundial de alimentos".
En la carta abierta, se citan desafíos como la crisis climática, los conflictos armados o las presiones del mercado, que provocan que los precios de los alimentos suban y se conviertan en un privilegio para, al menos, entre 713 y 757 millones de personas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Una de las principales preocupaciones de los firmantes es que, en 2050, la producción de alimentos —de seguirse el ritmo actual— no alcance para alimentar a 9.700 millones de personas. Por eso, piden un respaldo económico para poder satisfacer las necesidades de la población mundial.
Los expertos que firman la carta recuerdan que "es muy fácil posponer la solución". Pero eso, dicen, solo provocará una crisis de una magnitud aún mayor. "Se requiere voluntad política, tanto nacional como internacional", alertan.
"Los efectos del cambio climático ya están reduciendo la producción de alimentos en todo el mundo, particularmente en África, que tiene poca responsabilidad histórica por las emisiones de gases de efecto invernadero, pero ve cómo las temperaturas aumentan más rápido que en otros lugares", explica una de las firmantes al medio británico The Guardian.
Y concluye: "Se espera que los aumentos de temperatura sean más extremos en países con una productividad ya baja, lo que agravará los niveles existentes de inseguridad alimentaria. En los países de bajos ingresos, donde la productividad debe casi duplicarse para 2050 en comparación con 1990, la cruda realidad es que es probable que aumente menos de la mitad. Tenemos solo 25 años para cambiarlo".