La ciencia es clara: los humanos causan el cambio climático, con consecuencias nefastas para el planeta y quienes lo habitan. Hoy en día, estos efectos ya son visibles en todo el mundo y están impactando gravemente en la vida de las personas más desfavorecidas.
Para reducir los efectos más peligrosos del cambio climático, la comunidad científica nos ha dicho que es necesario que la temperatura global no suba más de 1,5 °C. ¿Las buenas noticias? Hay soluciones, y si actuamos ahora con suficiente rapidez podemos limitar el calentamiento futuro y evitar las peores consecuencias de la crisis climática. Debemos reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) drásticamente en los próximos ocho años, un esfuerzo que requiere el trabajo de todos.
La emergencia climática obliga al sector fundacional y filantrópico a repensar sus planes de trabajo, ya que el cambio climático afecta a todos los sectores en los que las fundaciones están presentes, desde la promoción de la salud o el fomento de la empleabilidad de personas en riesgo de exclusión social al trabajo en el sector cultural, en la educación o la investigación.
La filantropía puede desempeñar un papel vital en la respuesta mundial al cambio climático al enfocarse en los sectores sociales, territorios y soluciones que más necesitan apoyo. De hecho, durante la COP26 de Glasglow se presentaron compromisos del sector filantrópico frente a la emergencia climática de enorme alcance. Además, muchas decisiones tomadas en la cumbre del clima son particularmente relevantes para el sector.
Por esta razón, el sector filantrópico a nivel global se ha comprometido frente a la emergencia climática y se han lanzado programas de compromiso específicos en España, Italia, Francia, Reino Unido y, más recientemente, en Canadá. Transversalizar la acción climática en proyectos, inversiones y la comunicación con sus beneficiarios se ha convertido en una prioridad una buena parte del sector.
Y aunque el camino por recorrer del sector es aún largo –solo el 2% de los fondos filantrópicos globales se dedican a la mitigación climática– el número de organizaciones comprometidas no deja de crecer y ya más de 400 fundaciones y organizaciones filantrópicas a nivel global se han comprometido a desarrollar acciones específicas. En total, se dedican unos 8.000 millones de dólares de fondos filantrópicos a la lucha climática.
Las organizaciones filantrópicas y fundaciones son impulsoras de soluciones innovadoras frente al cambio climático, ya sea en la restauración de los ecosistemas y la preservación de la biodiversidad terrestre y marina, en la transformación del sistema de alimentación global, o en la generación de empleo verde para personas en riesgo de exclusión social. También en la transición justa, promoviendo la formación, educación y sensibilización en los diversos temas que abarca la emergencia climática, o la investigación sobre formas de energía limpias. Y en general, impulsando acciones colaborativas entre sectores público, privado y sociedad civil para resolver la crisis climática.
Sin la actividad del sector filantrópico, la emergencia climática estaría aún más lejos de resolverse. Pues acerca el logro de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En primer lugar, el ODS 13 de acción climática y el ODS 17 sobre alianzas para lograr los objetivos. Lo hacen además teniendo un impacto positivo en otros objetivos: el ODS 8 de trabajo decente, el ODS 10 de reducción de desigualdades, el ODS 14 sobre vida submarina o el ODS 15 de vida de ecosistemas terrestres. por poner algunos ejemplos.
Sin la actividad del sector filantrópico, la emergencia climática estaría aún más lejos de resolverse
En la Asociación Española de Fundaciones (AEF) estamos convencidos de que sólo saldremos de esta crisis con el compromiso y la acción de todos, y queremos fomentar y potenciar la acción climática de la filantropía en España para garantizar la protección de las personas y el planeta.
Y lo hacemos a través de Fundaciones por el Clima. Por eso, invitamos a todas las fundaciones españolas, independientemente de su tamaño o su área de acción, a firmar el Pacto Emergencia Climática y Justicia Social que cumple su primer año y que ya ha sido firmado por más de 120 fundaciones. Invitamos a todos a ver y compartir el laboratorio Filantropía ante la emergencia climática que tuvo lugar con motivo de la celebración del evento de referencia del sector fundacional, Demos. Foro de Fundaciones y sociedad civil, el pasado 29 de noviembre.
El desafío climático ha llegado al punto en que nadie puede mirar hacia otro lado o esperar que sean otros –empresas o gobiernos– quienes se encarguen de solucionar el problema. Tenemos muy poco tiempo para actuar, sólo algunos pocos años para estabilizar el clima, por lo que los resultados a corto plazo son prioritarios para el futuro de la humanidad.
Ahora es el momento de que las organizaciones filantrópicas y las fundaciones trabajen con ahínco en esta agenda y maximicen el impacto de sus programas, utilizando sus capacidades únicas, complementando e incluso superando los programas de acción climática liderados por otras organizaciones, ya sean del sector público y privado.
***Ana Belén Sánchez es coordinadora de Fundaciones por el Clima en la Asociación Española de Fundaciones.